2008/07/20

> Berria: Eliza > LAS EXCUSAS DE BENEDICTO XVI NO CONVENCEN A LAS VICTIMAS DE ABUSOS SEXUALES DE SACERDOTES

  • Benedicto XVI no perdona a los pederastas
  • Las excusas del Papa no convencen a las víctimas de los abusos de sacerdotes
  • El País, 2008-07-20 # Miguel Mora · Sidney

El Papa Benedicto XVI cumplió ayer con lo anunciado en el avión que le trajo hasta Australia, y admitió “la vergüenza” que siente la Iglesia Católica por los abusos de menores cometidos por “algunos sacerdotes y religiosos” en Australia. En la catedral de Santa María, ante 3.400 obispos, seminaristas, novicios y grupos de escolares, el Papa afirmó que “las víctimas (de los abusos) deben recibir compasión y cuidado”, y que “los responsables de ese mal deben ser llevados ante la Justicia”.


En ese momento, introduciendo una frase que no figuraba en el texto original de la homilía, Benedicto XVI agregó: “Realmente, estoy profundamente apenado por el dolor y el sufrimiento padecido por las víctimas, y les aseguro que, como pastor suyo, comparto su sufrimiento”.


Ratzinger recordó además ante la Conferencia Episcopal australiana que los abusos pedófilos “merecen una condena inequívoca”, y “han causado un gran dolor y un gran daño al testimonio de la Iglesia”. El Papa pidió además a los católicos que colaboren con los dirigentes de la Iglesia australiana para “ayudar a erradicar este mal”.


Las palabras del Papa fueron consideradas como una “disculpa vacía” por las víctimas y organizaciones que representan a los menores atacados por curas pederastas. “Estamos decepcionados. Son solo palabras, las mismas que hemos estado oyendo durante los últimos 13 años”, dijo Anthony Foster, padre de dos niñas que fueron violadas repetidas veces por el cura católico O’Donnell en Melbourne cuando tenían entre cinco y ocho años de edad.


Foster y su mujer, Christina, han llegado esta semana desde Escocia hasta Sydney con la intención de ser recibidos por el Papa, pero la audiencia no se ha producido. “Es una simple disculpa y no hay nada práctico en ella, no es lo que nosotros esperábamos”, afirmó Foster.


En Australia, según los datos de la asociación de víctimas Ritos Rotos, han sido condenados por pederastia 107 curas y religiosos católicos en los últimos años. Algunos miembros de la asociación se reunieron ayer ante la catedral y lamentaron que no les dejaran “entrar a escuchar la disculpa que teóricamente iba dirigida a nosotros”.


La asociación criticó además a Benedicto XVI por no haber recibido personalmente a las víctimas que lo habían solicitado.


Stephen Woods, un hombre de 28 años que a los 14 fue violado por el sacerdote Gerald Ridsdale, que permanece encarcelado por ese delito desde 1995, consideró “inaceptable” que el Papa reclamara a los católicos que “trabajen con los obispos para combatir este mal”.


Woods, que sufrió también abusos de otros dos curas a los que acudió a pedir ayuda tras ser violado, recordó a Efe que la Iglesia australiana creó la semana pasada una comisión para investigar las acusaciones contra el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, por encubrir a otro sacerdote, Terence Goodall, acusado de abusos cometidos hace 25 años.


La familia Foster ha acusado a Pell de encabezar durante años la negativa de la Iglesia Católica a que las víctimas buscasen la compensación de sus daños acudiendo a la justicia civil.


Por la noche, el Papa celebró en el Hipódromo de Randwick la misa que anticipó la vigilia del XXIII Jornada Mundial de la Juventud, en la que participaron unos 150.000 peregrinos. Hoy, en el último acto de su viaje australiano, Benedicto XVI dará la comunión a algunos feligreses a la manera preconciliar: arrodillados y en la lengua.


“El Papa ha pedido que aquellos a los que va a dar la comunión se arrodillen, y su preferencia es que reciban la oblea en la lengua”, afirmó el padre Mark Podesta, portavoz oficial de la JMJ.


“Le preocupa la cuestión de la reverencia”, añadió Podesta. “Estar de pie y recibir la hostia en la mano puede ser visto como una irreverencia. Es un recordatorio a los que lo vean de que se trata de algo muy especial”. El portavoz anticipó también que el Papa dirá varios pasajes de la misa en latín.


Al final de la eucaristía, Benedicto XVI anunciará a los peregrinos el lugar y la fecha de la próxima JMJ. La delegación española, que encabeza Antonio María Rouco Varela, tiene la seguridad de que sus palabras serán “Madrid, 2011”.

> Erreportajea: Anglikanismoa > MOMENTO CRUCIAL PARA LA IGLESIA ANGLICANA

  • Momento crucial para los anglicanos
  • EntreCristianos, 2008-07-20

Por siglos los anglicanos se han sentido orgullosos por siempre haber encontrado soluciones a la polarización teológica o política. Pero desde hace una década el debate sobre la homosexualidad dentro de la comunión anglicana ha venido socavando esa unidad.


Obispos anglicanos de todo el mundo se han congregado en Canterbury, Inglaterra, para la Conferencia de Lambeth que durará 3 semanas y que comenzó el pasado miércoles. En esa conferencia se debatirán asuntos que conciernen a más de 77 millones de creyentes.


"El círculo se ha cerrado" comentó el Reverendo Ephraim Radner, teólogo norteamericano quien ha venido ayudando en el borrador de la nueva constitución para la comunión.


Según el Arzobispo de Canterbury Rowan Williams, líder espiritual de la comunión y quien decide quien asiste a esta conferencia, ha manifestado que la misma tendrá como objetivo crear puentes y no dar directrices.


Esas directrices son de poco valor según Williams porque la comunión cuenta con 38 provincias autónomas que elaboran sus propias normas y las ejecutan.


Por ejemplo, una resolución que fue propuesta en la pasada Conferencia de Lambeth en el año 1998, proclamó que los actos homosexuales son "incompatibles con las Escrituras" y condenó relaciones sexuales de este tipo. Sin embargo cinco años más tarde la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos consagró como obispo a Gene Robinson quien abiertamente se declaró homosexual. Además se han venido efectuando servicios en los que se bendicen a parejas del mismo sexo en Canadá y los Estados Unidos. Y la gota que ha derramado el vaso de agua es que el mismo Robinson celebró su boda civil con su pareja el pasado mes de Junio.


Para aplacar un poco la ira de los conservadores Williams no ha invitado a Robinson a Lambeth, sin embargo se sabe que el obispo de New Hampshire será el promotor para defender los derechos de los gays.


A pesar de no haber sido invitado, Robinson hizo sus maletas y se fue al Reino Unido a realizar propaganda dentro de las iglesias inglesas. Tal actitud ha sido repudiada por muchos incluso el obispo gay ha sido interrumpido con protestas en su participación en servicios y conferencias


Los conservadores, un sector muy poderoso en la comunión, han manifestado que el tiempo del juego se ha terminado. Pretenden proclamar normas claras que prohiban la ordenación de homosexuales y el matrimonio gay y hacer que las mismas se cumplan. Además han manifestado que si la Iglesia de los Estados Unidos no es disciplinada, se debe reorganizar radicalmente la Comunión Anglicana.


"Vemos ésta como la última oportunidad", declaró el Reverendo Kendall Harmon, obispo conservador de la diócesis de Carolina del Sur de los EEUUAA. "Si no las detenemos [las iglesias de América del Norte], la división no podrá evitarse".


Pero la Conferencia de Lambeth ha sido planificada de tal manera que será difícil que se elaboren resoluciones para disciplinar a la rama de los Estados Unidos y Canadá. Se han diseñado pequeños grupos de discusión y un debate del documento de "memoria de la comunión" que se realizará el próximo 3 de Agosto. Todo ello sustituirá a las sesiones plenarias y al debate parlamentario.


Según el Rev. John Peterson, quien organizó la Conferencia de Lambeth en 1998, el espíritu es de no dictaminar resoluciones, pues esto es algo que siempre "ha sido el deseo de todos los arzobispos de Canterbury".


Pero el mismo Peterson ha reconocido que dicho deseo raramente se ha cumplido. Tanto los obispos liberales como los conservadores tienen su propia agenda y algo pasará en Lambeth.


El Obispo de San Francisco Marc Andrus ha declarado su misión comenzó la semana pasada. Al exponer sus ideas a sus colegas en una iglesia ubicada en Gales se abanderó por apoyar el derecho de los homosexuales. Andrus manifestó en una entrevista telefónica que en medio de la hostilidad actual contra la homosexualidad y la expansión del SIDA, los gays y lesbianas "han encontrado en la Iglesia Episcopal un lugar donde se les da la bienvenida".


Grupos a favor del colectivo gay, tales Integrity de los Estados Unidos, se actuarán haciendo una serie de manifestáciones en las afueras de la conferencia. Andrus dijo que "los obispos como yo, animaremos e invitaremos a que los demás obispos para que escuchen su historia".


Para el obispo John Bryson Chane de Washington, los anglicanos deberían centrarse en las misiones mundiales, incluyendo los "Objetivos de Desarrollo del Milenio" de Naciones Unidas que buscan reducir la pobreza, las enfermedades y el hambre significativamente para el año 2015.


Los obipos episcopales también buscarán detener que arzobispos foráneos adopten parroquias dentro de los Estados Unidos. Decenas de iglesias conservadoras de EE.UU. y de toda la diócesis de San Joaquín en el estado de California se han separado de la Iglesia Episcopal Norteamericana. Han buscado cobertura en obispos de provincias de otros países para repudiar la aceptación de la homosexualidad por parte de los líderes norteamericanos.


Otro aspecto considerable es que la conferencia de Lambert también ha sido boicoteada por más de 200 obispos que han decidido no asistir. De esta manera se manifiestan contra el Arzobispo de Canterbury. Para ellos ha sido el causante del avance de la agenda del colectivo gay dentro de la comunión por no haber tomado cartas en el asunto.


Ante tal hecho el Rowan Williams ha manifestado que respeta la decisión de los líderes que no han querido asistir pero que esta ausencia no detendrá la Conferencia de Lambeth y sus consecuencias dentro la población anglicana.

> Iritzia: Jesús Ruiz Mantilla > ¡DAME UN BESO, PARRONDO!

  • ¡Dame un beso, Parrondo!
  • El País, 2008-07-20 # Jesús Ruiz Mantilla

El jueves que viene regresarán los muerdos a la puerta de Casa Parrondo. Allí estaremos, puntuales, como esta pasada semana. Después de que el dueño de la sidrería echara a patadas a dos mujeres por besarse en la boca, habrá que presentarse por el local a escanciar unos buenos rechupetones en los morros.


El hombre, animalito, las puso en la calle al lindo y civilizado grito de: ¡Guarras! ¡Putas! ¡Este lugar no es para vosotras y lo que os pasa es que no habéis conocido nunca una buena polla..! Hay que decirlo todo seguido porque si no no te sale humo de la cabeza ni se te inyecta pura sangre española en los ojos.


Yo me plantaría todos los jueves delante del local hasta que el hombre saliera y nos diera un beso a todos y a todas las miembras y los miembros de la protesta. Un buen pico que le hiciera entrar en dimensiones desconocidas, un señor morreo con lengua que acabe con sonoros besazos de ventosa por toda la cara mientras cantamos All you need is love y Asturias patria querida.


Pero antes habría que enseñarle. El pobre Nicolás Parrondo sufre sin duda serios problemas de afecto. Deberíamos hacer un esfuerzo por comprender estas cosas. Si no, fíjense en los detalles que esgrime en su defensa. Dice que las dos buenas mujeres se sacaron una teta y que consumieron drogas. Imaginen el sainete.


Lo primero, no creo que le asuste tanto. Salvo que viera en el gesto de los pezones al aire su ración de impertinente indirecta: la sugerencia de mejorar los ingredientes nocivos que le debe echar al arroz con leche. De lo segundo, que no se haga el estrecho porque entiende. ¿Hay mayor estupefaciente en este mundo que una fabada como Dios y la Santina mandan o un buen Cabrales?


Pero yo le pediría al amigo Nicolás Parrondo, antes de que desinfectara el local de grasaza y limpiara el suelo de serrín, palillos y cáscaras de mejillones, que arrojara las telarañas por un desfiladero. Es difícil. Hay que hacerse cargo. Más en un país en el que los popes del pensamiento Cromagnon confunden los términos.


Cuando un elemento como el berraco de las ondas episcopales suelta delante de un juez que calificativos como zote, zafio, sicario, zoquete, melón, hortera, calvorota, abyecto, falsario, necio, traidor, detritus... -todo seguido, ya saben, hasta que noten que se les desencajan las venas del cuello- no son insultos sino "sátira", es que vamos mal. Prueben a convencer si no de lo contrario al señor Zarzalejos, ex director de Abc, objeto de sus lindezas.


Los guardianes de las esencias deben ir comprendiendo que mientras uno no haga daño a nadie, aquí cabemos todos. Eso tan sencillo que algunos no quieren aprender de los manuales de Educación para la Ciudadanía, resulta muy necesario, por lo que se ve.


En la desconcertante confusión de principios que les atenaza deben hacer un esfuerzo por entender lo siguiente: es mucho más obscena la extensa ristra de insultos, amenazas y amagos de violencia física de Parrondo que un simple, dulce y recomendable beso. ¿Qué habita en la cabeza de un ser capaz de rebotarse de esa manera y arriesgarse a poner en ruina su negocio por no admitir una muestra de cariño en su restaurante?


Es una reacción tan extraña que nos resulta a la vez ridícula y escalofriante. Menos mal que los tiempos, por fin, han cambiado. Que en muchas cosas ha quedado enterrado el gerundio del título que Bob Dylan le puso a su canción The times they are a changing. Bien es cierto que de algunas barbaridades no nos libra ni Batman.


Pero altercados como el de Casa Parrondo empiezan a ser sólo anécdotas en este maravilloso Madrid, una ciudad que, por mucho que algunos se empeñen en cerrar como coto ultramontano, se abre cada día más, vive a fondo una sana libertad. Hace poco tiempo, Parrondo no hubiese tenido que soportar el presunto insulto de un beso entre las cuatro paredes grasientas y cutres de su cantinorra. Dos mujeres no se habrían morreado en público. Hoy, el prototabernero se ve obligado a aguantar que le digan basta a las puertas de su casa.


Vamos por buen camino. No deberíamos admitir ni un solo ataque más contra nuestras libertades conquistadas. No hay que ceder ni un milímetro, ni un gramo en los derechos que nos hacen más iguales y más felices. Hasta que cada sujeto por civilizar consienta en la calle sencillas muestras de amor, mucho más saludables y edificantes que sus vicios y su querencia por la zopenca intolerancia. Así que, anda, bobo, no seas tímido, déjate llevar, no te me amargues y... ¡Dame un beso, Parrondo!