2008/12/07

> Erreportajea: Eliza > ANTONIO CAÑIZARES, EL CARDENAL OBEDIENTE

  • El cardenal obediente
  • Antonio Cañizares, el 'pequeño Ratzinger', que ha hecho del acatamiento de la voluntad del Papa su principal virtud, se dispone a ocupar un ministerio vaticano
  • El País, 2008-12-07 # Lola Galán

Luces navideñas adornan la calle del Arco de Palacio, casi a la altura del portón de entrada del palacio arzobispal, en Toledo. En la primera planta del edificio, donde se ubican las oficinas administrativas de la curia local, se trabaja febrilmente. Secretarias, administrativos y telefonistas se ocupan, a las órdenes del vicario general, Juan Miguel Ferrer, de los últimos detalles de la inauguración del archivo arzobispal, prevista para pasado mañana. Hacer accesible el archivo era uno de los compromisos contraídos desde hace ya seis años por el titular de la sede, el arzobispo Antonio Cañizares Llovera, valenciano de 63 años.


El cardenal primado de España no está en Toledo estos días. Y aunque lo estuviera, es improbable que pudiera atender a la periodista. Su agenda está repleta. Hay lista de espera hasta de meses para los que quieren una entrevista con Su Eminencia, que no para, pese a su frágil salud. Visitas pastorales a las parroquias de la diócesis los fines de semana, actos religiosos y sociales un día sí y otro no, homilías y conferencias que redactar cada noche; eso sin contar el obligado viaje a Roma, una vez al mes, para asistir a las reuniones de la Congregación de la Doctrina de la Fe, a la que pertenece desde hace 13 años.


Ni sus colaboradores aciertan a explicarse cómo es capaz de mantener semejante ritmo. El cardenal es disciplinado, eso sí. Da paseos por el patio interior del palacio arzobispal e incluso, en tiempos, se hizo instalar una bicicleta estática. Y cumple los consejos médicos al pie de la letra. Sigue una dieta sin rechistar que le ha privado de chocolate y cerveza, dos de sus placeres gastronómicos.


Esta semana visita la prelatura de Perú, mantenida con fondos de la gigantesca y despoblada diócesis toledana (que engloba parte de Extremadura: en total, unos 600.000 fieles). Pero llegará a tiempo de presidir la inauguración y, por supuesto, los actos solemnes del calendario litúrgico navideño. Serán, con casi total certeza, sus últimas navidades como arzobispo de esta ciudad. El cardenal se marcha a Roma. En el edificio de las Congregaciones (ministerios vaticanos), que da a la plaza de Pío XII, antesala de la de San Pedro del Vaticano, le espera un despacho sobrio, algo triste, pese a la última remodelación.


El vicario Ferrer no suelta prenda, pero es un secreto a voces que Antonio Cañizares, el más joven de los 10 cardenales españoles y uno de los que más han batallado contra las leyes socialistas en la pasada legislatura (matrimonio gay, divorcio exprés, asignatura de religión optativa, asignatura de Educación para la Ciudadanía), es el hombre escogido por el Papa para representar a España al más alto nivel en una curia romana desprovista últimamente de purpurados españoles.


Pequeño de estatura -sus enemigos le llaman Su Menudencia-, delgado, con el cabello blanco y un aire de abuelo bondadoso, Cañizares se ha convertido en uno de los principales baluartes del catolicismo más conservador en España. O dicho en palabras de su amigo Enrique Luján, ex alcalde popular de Utiel, donde nació el cardenal el 15 de octubre de 1945, "es un hombre que habla claro, no es ambiguo".


El arzobispo de Toledo no se anda por las ramas cuando se trata de condenar la deriva de una sociedad "enferma", como ha calificado recientemente a la sociedad española, inmersa en el relativismo moral, desprovista de valores. Hasta la crisis económica la interpreta el primado de España como la consecuencia de esta generalizada pérdida de fe en Cristo. "Es precisamente la relegación de la fe lo que subyace tras la situación de crisis actual. Lo que hay detrás de todo ello son hombres que sólo confían en sí mismos, que no esperan", dijo recientemente.


El cardenal no desaprovecha nunca la ocasión de intervenir al hilo de la tormentosa actualidad española. Lo ha hecho, por ejemplo, y desde el púlpito de la catedral toledana, para pronunciarse sobre la negativa de la Mesa del Congreso de los Diputados a instalar una placa en homenaje a la monja sor Maravillas, y sobre la sentencia que obliga a retirar los símbolos religiosos del colegio público Macías Picabea, en Valladolid. Hechos que denotan en algunos de sus conciudadanos "una cristofobia que, en definitiva, es el odio a sí mismos", dijo hace un par de semanas. Nada extraño porque, a su juicio, corren tiempos "recios para la fe y para el hombre".


Son frases que habrán aumentado el crédito que tiene ante Benedicto XVI. El Papa lo quiere a su lado. El cardenal primado de España sustituirá, si no hay imprevistos, al cardenal nigeriano Francis Arinze, en vías de jubilación, al frente de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Un ministerio en apariencia secundario, pero al que el Papa, obsesionado con la liturgia y los ceremoniales antiguos hasta el punto de incluir el latín entre los idiomas de la web vaticana, otorga indudable importancia.


Si todo se confirma y las puertas de la Santa Sede se abren finalmente para él, será un salto espectacular en la carrera de Cañizares, el tercero de los hijos de un funcionario de telégrafos y un ama de casa del pueblo valenciano de Benagéber, un municipio inundado por las aguas del pantano del mismo nombre, lo que obligó a la familia a instalarse en Utiel, donde nació Antonio, en el número 4 de la calle de la Trinidad, rebautizada hoy con su nombre.


El vicario general de Toledo, Ferrer, reconoce que la sintonía de su superior con el Papa es total, y viene de antiguo. "En cuanto conoció a don Antonio, quiso que formara parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aunque casi todos sus miembros eran cardenales o, por lo menos, arzobispos". Corría 1995 cuando el entonces cardenal Joseph Ratzinger, el más poderoso de los colaboradores de Juan Pablo II, vio cualidades en Cañizares que le convencieron. La estima era mutua. El español era ya conocido entre sus compañeros del Instituto de Pastoral y del de Ciencias Religiosas, donde daba clases de teología y catequesis, como Ratzingerín o el pequeño Ratzinger, sobre todo al incorporarse a la comisión para la Doctrina de la Fe del episcopado español, en 1985.


En los diez años que median entre un nombramiento y otro, Cañizares realizó su propia transición espiritual en sentido inverso al de la sociedad española. El joven profesor valenciano, formado en la Universidad Pontificia de Salamanca en una etapa de aperturismo posconciliar, seguidor de la línea progresista alentada por el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, comenzó a virar hacia posiciones conservadoras. Aunque no todo el mundo está de acuerdo con este cambio. "Cañizares colaboró con nosotros en la revista Iglesia Viva, de orientación más bien progresista, en una etapa en la que era muy bien vista por la mayoría de la Conferencia Episcopal presidida por Tarancón. Y lo dejó poco después de ser nombrado secretario de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. En esos años había caído Tarancón. Tras la visita del Papa en 1982 soplaban otros aires. Muchos pensamos que, para él, esa presencia en nuestro grupo estaba sólo en función de su promoción en la Iglesia (dos de sus fundadores habían sido nombrados obispos: Fernando Sebastián y Juan María Setién) y nos abandonó cuando ya empezábamos el camino de la marginación", escribe en un correo electrónico Antonio Duato, que formó parte de Iglesia Viva y hoy es uno de los animadores de Atrio, una publicación en la misma estela.


"Es cierto que no se caracterizó por posiciones muy críticas, pero mi impresión es que estaba bien entre nosotros. Era un hombre estudioso, trabajador, siempre discreto. Era difícil saber lo que pensaba y lo que dejaba de pensar", recuerda Julio Lois, teólogo y colega del joven Cañizares más o menos en la misma época, cuando daba clases en el Instituto de Pastoral de Madrid. De hecho, fue el teólogo progresista Casiano Floristán, ya fallecido, el que le dirigió la tesis doctoral sobre Santo Tomás de Villanueva. Testigo de la predicación española en el siglo XVI, publicada en 1976, uno de los escasos libros de Cañizares.


En la década de los setenta y en la primera mitad de los ochenta, el cardenal dio clases también de catequesis en el Instituto de Ciencias Religiosas, del que sería además director. En el centro, que pasó a llamarse de San Dámaso, coincidió con otro sacerdote, hoy jubilado: Juan de Dios Martín Velasco. "Siempre fue una persona dócil a la jerarquía de la Iglesia, pero con total sinceridad y coherencia con lo que él piensa. No creo que actúe por oportunismo". Martín Velasco le recuerda como un sacerdote comprometido, vestido de paisano, que vivía frugalmente en la parroquia de San Gerardo, en el madrileño barrio de Aluche, con su madre y su hermana Pilar. Huérfano de padre desde los nueve años, Cañizares perdió a su madre, y a su hermano mayor después. "Era un buen profesor. Con una gran memoria, siempre recordaba los datos".


Cualidades que han servido al arzobispo de Toledo para construir una carrera eclesiástica, si no meteórica, sí bastante notable. Obispo de Ávila a los 47 años y de Granada cuatro años después, alcanza la sede de Toledo en 2002. Un año más tarde es arzobispo. Son decisiones de Juan Pablo II en las que muchos ven la mano del todopoderoso Ratzinger. No es casual que Cañizares obtenga la púrpura cardenalicia en el primer consistorio de Benedicto XVI, que celebra el 25 de marzo de 2006.


Para entonces es ya un miembro destacado del episcopado español. Preside desde 1999 la comisión de Educación y Catequesis, y es vicepresidente de los obispos. Un puesto clave que le permitirá tener un papel relevante en la mesa negociadora con el Gobierno socialista en materia de financiación de la Iglesia. Cañizares, que mantiene excelentes relaciones con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, logrará un acuerdo nada desdeñable. La Iglesia pasa a percibir el 0,7% de las aportaciones de los contribuyentes, en lugar del 0,52% que recibía hasta ahora, a cambio de renunciar a las ayudas estatales. Además, se aviene a pagar el IVA, un impuesto que le reclama Europa.


El cardenal no tendrá el mismo éxito en lo tocante a la asignatura de religión, que la Iglesia considera relegada en los currículos escolares a un segundo plano frente a la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía. Pero en el Vaticano, que ve a España como un campo de batalla crucial en la guerra contra el laicismo que se combate en toda Europa, su gestión ha tenido que ser muy apreciada.


Cañizares se ha movido con habilidad y, pese a la aspereza de la polémica con el Ejecutivo, su ceremonia de consagración como nuevo príncipe de la Iglesia en el Vaticano se convirtió en todo un acontecimiento político. La vicepresidenta del Gobierno, el ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, además del actual, José María Barreda, y el de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, arroparon al purpurado. "Fue una ceremonia increíble. Una de esas ocasiones históricas en las que uno tiene la suerte de participar", cuenta Enrique Luján, entonces alcalde de Utiel.


A partir de ese momento, al cardenal le llueven los homenajes y los nombramientos. La Academia de la Historia le abre las puertas. Cañizares no ha hecho grandes aportaciones a la materia. La breve biografía que se publica del nuevo académico cita sólo su tesis doctoral, de 1976, y un par de libros escritos a una distancia de más de 20 años, pero eso no es obstáculo para admitirle.


La corporación de Utiel le nombra hijo predilecto y le otorga la medalla de oro de la ciudad por decisión de todo el Consistorio. "Siempre ha estado muy unido a esta ciudad", dice Luján. "En cuanto viene, sube a rezar a la ermita de la Virgen de los Remedios, y luego hace lo que tenga que hacer". El ex alcalde ha mantenido la amistad con el cardenal, al que visita asiduamente. Luján le describe como un hombre muy observador, que no interrumpe nunca a su interlocutor. "Es muy cuidadoso con las competencias de cada uno. No preside una ceremonia si cree que corresponde a otra autoridad", dice. Y tiene sus pasiones. Le gustan los toros casi tanto como la música sacra, y las fiestas de moros y cristianos.


En Toledo no hay fiestas así, pero como explica el vicario general Ferrer, "la diócesis está cuajada de instituciones muy antiguas, a las que tiene que atender el arzobispo". Todavía se conserva el rito mozárabe, con no menos de ocho canónigos asociados al mismo, y montones de tradiciones. Cañizares, poco dado a exquisiteces estéticas -viste traje talar, reforzado con suéter de lana en invierno-, se ha revelado como un amante de estas tradiciones. Casi una obligación para quien, como él, forma parte de la comisión vaticana Ecclesia Dei, dedicada a tender puentes con los religiosos más tradicionalistas.


Todavía circulan por Internet fotografías del cardenal español, vestido con una espectacular capa roja de larga cola, en una ordenación de sacerdotes del rito tridentino, que presidió el verano pasado. En Toledo ha reinstaurado la tradición de celebrar el jueves la fiesta del Corpus Christi, oficialmente trasladada al domingo. "El resultado es que ahora tenemos dos procesiones del Corpus, una el jueves y otra el domingo", cuenta un vecino de la ciudad, que se lamenta del inmovilismo de la Iglesia. "El mundo da vueltas, pero ellos siguen igual". ¿Sabe que el arzobispo está a punto de marcharse? Por supuesto. En Toledo es un rumor antiguo.


Un rumor que Cañizares no abona. Él ha negado que el Papa le haya nombrado nada. Pero es hombre disciplinado, capaz de guardar un secreto. Cuando en 1991, el entonces nuncio apostólico Mario Tagliaferri le comunicó que el Papa había decidido nombrarle obispo de Ávila, Cañizares mantuvo el secreto más de cinco meses. "Todo el mundo lo decía, menos yo. Yo no podía decir nada", cuenta el cardenal al periodista Isidro Catela en un libro de entrevistas con 12 obispos españoles publicado recientemente. Era su primer cargo de importancia en el escalafón eclesiástico y el joven obispo adoptó como lema Fiat voluntas tua ("Hágase tu voluntad"). Toda una premonición de lo que iba a ser su camino dentro de la Iglesia. Obediencia con la jerarquía. Y sobre todo con el Papa.

> Iritzia: José María Díaz Bardales > MARGINACIONES CLAMOROSAS

  • Marginaciones clamorosas
  • La Nueva España, 2008-12-07 # José María Díaz Bardales · Párroco de Fátima en La Calzada

Para los cristianos, la preocupación por los marginados y el acudir para intentar sacarlos de su situación están en el principio y fundamento de la fe. Distintas voces desde distintos lugares nos acercan estos días a algunos de esos grupos: homosexuales, emigrantes y personas tiradas en la calle.


Discriminación de homosexuales. Mucho se ha escrito estos días sobre la cerrazón de la Iglesia ante las leyes que afectan a los homosexuales, y, concretamente, por la oposición del Vaticano a la propuesta francesa ante la ONU para despenalizar la homosexualidad. Por ello me parece oportuno hacer algunas consideraciones. El número 2358 del Catecismo de la Iglesia católica afirma: «Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba». El Catecismo afirma también que deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. La doctrina es clara, pero no sé si la tenemos tan clara obispos, sacerdotes y laicos.


Ley de extranjería.
Cáritas Diocesana se han reunido en El Escorial (Madrid) para reflexionar sobre el actual marco de trabajo en política migratoria. Se cuestionó claramente el papel que cumplen los centros de internamiento de extranjeros en España, por considerar que en ellos, «además de restringirse el acceso a derechos humanos básicos, se mantiene la práctica de internamiento para infracciones administrativas, se proyecta una imagen social que estigmatiza la inmigración y se producen prácticas degradantes, arbitrarias y poco transparentes». Cáritas también ha denunciado que en dichos centros se prima el control policial frente al judicial o social y se imposibilita el acceso de las organizaciones sociales. Por todo ello, se considera que sería necesario acometer una reforma de la ley de extranjería, al mismo tiempo que se exige que se cumpla la normativa actual, que se ejerza un mayor control judicial, que se arbitren medidas alternativas para personas vulnerables y que se mejoren las condiciones de salud e higiene. Por su parte, desde el obispado de Málaga, y más concretamente desde el Secretariado de Migraciones, se denuncia esta semana en las páginas de «Vida Nueva» el trato a los emigrantes como si fueran delincuentes, cuando son personas que no han cometido un delito, sino que, simplemente, no cuentan con papeles.


Problemas de la calle.
El Congreso Latinoamericano de Pastoral de la Carretera, que acaba de celebrase, manifestaba en un documento final que, aunque la Iglesia está desplegando una importante actividad ante los problemas relacionados con la calle, es necesaria una presencia aún mayor en todos los campos. Pone de manifiesto que la pastoral con personas sin hogar y explotadas constituye uno de los signos de los tiempos actuales, a los que la Iglesia está llamada a dar respuesta si quiere que la evangelización sea fecunda. Este documento pone especial acento en la pastoral con las mujeres prostitutas y los «niños de la calle», y, en general, con las personas que sufren explotación. Aunque el documento reconoce que desde varias organizaciones eclesiales se está haciendo un trabajo muy positivo, la intervención de la Iglesia y de las entidades gubernamentales no ha sido adecuada o suficiente para lograr mejores resultados hasta ahora.


Contra la esclavitud.
El martes, en el teatro Jovellanos, se presenta «Quilombagem», contra los expoliadores de personas y tierras. Los que lo han visto me dicen que es un espectáculo que vale la pena, y la causa es noble y solidaria: ayudar al Centro de Defensa de la Vida y de los Derechos Humanos de Açailandia (Brasil). La asturiana Carmen Bascarán, comprometida allí con la causa de los pobres, acompaña a los jóvenes actores. Animo a estar allí solidariamente.

> Erreportajea: Eskubideak > 60 AÑOS DE LOS DERECHOS HUMANOS: UN MUNDO INJUSTO

  • Un mundo injusto
  • 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
  • El País, EPS, 2008-12-07 # Quino Petit

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas alumbró un texto destinado a convertirse en un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse. Llegó bajo los peores auspicios, con un mundo desangrado por la II Guerra Mundial y muchas zonas sometidas al yugo de la colonización. Una mujer, Eleanor Roosevelt, estuvo al frente de la Comisión de Derechos Humanos encargada de proclamar los 30 artículos de la Declaración Universal. Han pasado 60 años y cada día observamos que sus postulados frecuentan más el limbo de la teoría que la crudeza de la práctica. Éste es un viaje alrededor del planeta, ilustrado con espectaculares fotografías, en busca del rostro de los principios inspiradores de la comunidad internacional.


1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.


En los países en desarrollo nacen cada año más de 20 millones de niños con insuficiencia de peso. Alrededor de 923 millones de personas se encuentran en situación de subalimentación en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Doscientos millones de familias malviven con el presupuesto de un dólar diario; 100 millones de personas lo hacen con 50 céntimos al día y morirán si no se actúa con urgencia. Más de mil millones de personas del Tercer Mundo ni siquiera tienen acceso a agua potable. De los más de 30 países que se enfrentan a graves carencias alimenticias, al menos 24 son africanos. En la imagen, dos chicos de la tribu Xhosa en Suráfrica, con sus cuerpos decorados para el rito de pasaje que les convertirá en hombres, tras ser circuncidados y permanecer un tiempo aislados sin comida ni bebida. Todavía mueren algunos durante el trámite.


2. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole. (...)


Asha Ibrahim tenía 14 años cuando murió lapidada en Somalia en octubre de este año; había sido condenada por mantener relaciones sexuales sin estar casada tras ser violada por tres hombres. Una de cada tres mujeres ha sido golpeada, obligada a mantener relaciones sexuales o maltratada a lo largo de su vida, según Amnistía Internacional. En la imagen, mujeres relajándose en Teherán (Irán).


3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.


El año pasado fueron asesinadas legalmente al menos 1.252 personas en 24 países, y otras 3.347 fueron condenadas a muerte. Amnistía Internacional estima que entre 18.000 y 27.000 personas siguen condenadas a la pena capital en todo el mundo; por el contrario, al menos 128 países han abolido este castigo en su legislación o en la práctica. En los últimos 18 años, 40 personas han sido ejecutadas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años. En la imagen, niños en un centro de acogida para menores en Kinshasa (República Democrática del Congo).


4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre. (...)


Dos siglos después del comienzo de la abolición de la esclavitud, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera tiranizadas a 12,3 millones de personas (si bien otras organizaciones que trabajan de manera directa con esta realidad elevan la cifra a 27 millones). En sus estimaciones sobre el tráfico humano, el Departamento de Estado de Estados Unidos estima que entre 600.000 y 800.000 personas están sometidas al tráfico a través de las fronteras internacionales anualmente; el 80% son mujeres y niñas, y el 50%, menores. Free the Slaves calcula que de esta explotación se obtienen beneficios en torno a 32.000 millones de dólares cada año. En la imagen, la joven Sa Keena en un centro de acogida para mujeres explotadas en Pakistán.


5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.


Durante el año pasado, Amnistía Internacional documentó casos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes en más de 81 países. En el mismo periodo, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) prestó asistencia a 111 víctimas de torturas, estimando 812 casos en 25 países. Al menos en 45 países permanecen encarcelados presos y presas de conciencia. Entre los abusos más escandalosos y denigrantes cometidos por los soldados estadounidenses en Irak han trascendido las vejaciones a las que sometieron a los presos de la cárcel de Abu Ghraib, desveladas por el periodista Seymour M. Hersh. En la imagen, casi un centenar de reclusos hacinados en una celda de apenas 25 metros cuadrados en una prisión brasileña donde las temperaturas alcanzan los 50º en verano.


6. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.


Éste es el ambiente donde se desarrolla el interrogatorio a un traficante de heroína, atado de pies y manos, en una prisión policial de Myanmar (antigua Birmania). El mismo país cuya Junta Militar se encargó de aplastar brutalmente las manifestaciones encabezadas el año pasado por estudiantes y monjes budistas para protestar por la subida de combustibles, que acabó bautizada como revolución azafrán. Como símbolo de la resistencia a la represión militar birmana ha permanecido encarcelada, 13 de los últimos 19 años, Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz en 1991, la más célebre de los más de 2.000 presos políticos del país y cofundadora de la Liga Nacional para la Democracia, el principal partido de la oposición. En la actualidad, se encuentra en condición de arresto domiciliario.


7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. (...)


Al menos 23 países desarrollan leyes que discriminan a las mujeres, según estimaciones de Amnistía Internacional; otros 15 mantienen vigente una legislación discriminatoria para los migrantes y 14 legislan contra las minorías. La homosexualidad todavía se persigue en 70 países del mundo y en algunos se castiga con la muerte. Más de 30 albinos como el niño que aparece en la imagen, tomada en un colegio para ciegos y discapacitados de Bangalore (India), han sido asesinados en lo que va de año en Tanzania. El albinismo es considerado como una maldición en muchas partes de África.


8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes. (...)


El Consejo General del Poder Judicial ha cifrado este año 269.450 sentencias penales pendientes de ser aplicadas en España, según un informe elaborado por su servicio de inspección que ponía de relieve una grave situación de atasco judicial e inseguridad jurídica. En la imagen, perspectiva del hall del edificio de la Corte de Justicia de El Cairo, en Egipto. En este país murieron durante los seis primeros meses de 2007 más de 200 mujeres a manos de sus esposos o familiares, y Amnistía Internacional calcula que dos mujeres eran violadas cada hora.


9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.


Más de 800 personas han sido encarceladas en el centro de detención estadounidense en la base de Guantánamo (Cuba) desde su apertura en enero de 2002. Hoy permanecen privados de libertad 250 prisioneros sobre los que no pesa acusación ni se encuentran pendientes de juicio.


El recién elegido presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado su intención de cerrar este infame limbo jurídico orquestado por su antecesor en el cargo, el presidente saliente George W. Bush. En la imagen, presa chechena en una cárcel de Grozni.


10. Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial. (...)


El informe anual de Amnistía Internacional examina 54 países en los que durante el año pasado se celebraron juicios sin las debidas garantías procesales. En la imagen, prisioneros recién llegados a la cárcel de Abu Ghraib, en Irak, donde se hicieron mundialmente conocidas las torturas que infligían a los reclusos los soldados estadounidenses encargados de su vigilancia. En este país árabe permanecen hoy retenidas alrededor de 25.000 personas por la Fuerza Multinacional.


11. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías. (...)


En febrero de este año, más de mil agentes de la policía francesa tomaron la pequeña localidad de Villiers-le-Bel, 20 kilómetros al norte de París, para detener a docenas de sospechosos (como el encapuchado de la imagen) de mantener tiroteos con otros policías en noviembre de 2007.


Reprieve, la ONG que investiga los vuelos ilegales de la CIA, ha presentado nuevas pruebas sobre 17 buques de armada estadounidense utilizados para interrogar a presuntos terroristas islamistas, lejos de testigos incómodos.


12. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. (...)


Un marine escanea la huella ocular de un iraquí durante una operación de censo de habitantes llevada a cabo durante el año pasado por las fuerzas de ocupación en el vecindario de Gazoliya, al oeste de Bagdad. El Gobierno de Irak ha aprobado en noviembre el acuerdo de seguridad con Estados Unidos que establece la permanencia del Ejército estadounidense en el país árabe hasta finales de 2011. Las tropas deberán retirarse de los centros urbanos en verano del próximo año, y del país, a finales de 2011. Estados Unidos mantiene hoy a 152.000 soldados en Irak.


13.Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. (...)


Durante el año pasado, Amnistía Internacional contabilizó más de 550 puestos de control y bloqueos del Ejército israelí que restringían la circulación de la población palestina entre ciudades y pueblos de Cisjordania o se la impedía. Este año, el Parlamento Europeo ha aprobado mediante mayoría aplastante la Directiva de Retorno (rebautizada desde distintos ámbitos sociales como directiva de la vergüenza), que permite, entre otros aspectos, mantener detenidos a los inmigrantes sin papeles durante 18 meses e impide a los expulsados de la UE volver a entrar en cinco años. En la imagen, una joven en un ferry, con Ellis Island al fondo, donde permanecían en cuarentena los inmigrantes recién llegados a EE UU hasta comienzos del siglo XX.


14. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. (...)


La Organización Internacional para las Migraciones estima que alrededor de 200 millones de personas viven fuera de su país de origen, el 3% de la población mundial; de todos ellos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que casi diez millones son refugiados; 740.000, solicitantes de asilo, y 12.794.000, desplazados internos. En la imagen, un inmigrante en el puerto de Calais (Francia), a la espera de cruzar al Reino Unido en septiembre de 2005. Éste es un punto de encuentro para sin papeles de Irán, Afganistán, Irak...


15.Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad. (...)


Desde ACNUR, se calcula que 5,8 millones de personas tienen la condición de apátridas. Sin embargo, el total real se estima en 15 millones. Ante la pasividad de la comunidad internacional, 160.000 saharauis malviven en campamentos levantados en Tinduf (Argelia) 33 años después de la retirada española del territorio. Aminetu Haidar quiso visitar en 1987 una delegación de la ONU que se encontraba en El Aaiún (Sáhara Occidental) y la policía marroquí la detuvo por los panfletos que llevaba. Permaneció detenida y sometida a torturas hasta 1991 en la cárcel negra de El Aaiún. En la imagen, una mujer iraquí y su bebé se mezclan con un documento de identidad del país.


16. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia. (...) 2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio. (...)


Como consecuencia de las desigualdades y la discriminación por razón de sexo, Unicef calcula que más de 60 millones de mujeres entre los 20 y los 24 años se han casado o comenzado a vivir en unión libre antes de cumplir 18 años (el 34% de las integrantes de este grupo de edad en el mundo en desarrollo). La yemení Nejoud al Ahdal fue forzada a contraer matrimonio con 12 años. Como ha relatado este año en El País Semanal, durante casi dos meses fue violada cada día por su marido. En la imagen, una nepalí de 15 años llora de camino a casa de su marido.


17. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.


En febrero de 2000, tras perder a su marido y a sus hijos en la segunda guerra de Chechenia, el Ejército ruso concedió tan sólo cinco minutos a la mujer de la imagen para reunir sus objetos más preciados (entre ellos, el retrato de su marido asesinado) y abandonar la zona antes de dinamitar su casa del barrio de Minutka, en Grozni. Entre los cerca de 10 millones de refugiados que ACNUR calcula en el mundo, se estima que alrededor de 250.000 se han unido en el último mes al millón que huye de la violencia al este de la República Democrática del Congo, donde más de cuatro millones de personas han muerto en los conflictos que la han asolado en la última década.


18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. (...)


Amnistía Internacional ha documentado 45 países donde existen presos y presas de conciencia detenidos. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), calificada como ilegal por el Gobierno de la isla, tiene registrados 219 casos de presos políticos y posiciona a la autoridad de su país como que "mantiene la mayor cantidad a escala planetaria, en cifras absolutas, de prisioneros de conciencia adoptados por Amnistía Internacional". En la imagen, un hombre lleva a cabo un rito que persigue la paz con la naturaleza en una isla de Indonesia.


19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. (...)


A 21 de marzo de 2007, Reporteros Sin Fronteras calculaba la existencia de 137 periodistas y 60 ciberdisidentes encarcelados por hacer su trabajo. Esta organización ha registrado desde 1992 la muerte de 500 periodistas asesinados por mafias o sicarios de políticos corruptos. Amnistía Internacional denuncia que en 77 países se restringe la libertad de expresión y prensa. Irak, donde han muerto asesinados 212 periodistas desde 2003, es el país más letal para ejercer esta profesión. En la imagen, plaza de Tiananmen (Pekín), lugar de la masacre de 1989.


20. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. (...)


Miles de personas fueron detenidas el año pasado durante la represión de la Junta Militar de Myanmar (antigua Birmania) a las manifestaciones de estudiantes y monjes budistas bautizadas como revolución azafrán; Amnistía Internacional cree que alrededor de 700 siguen reclusas. En la imagen, refugiados en un campo de las Naciones Unidas en Kenia, donde permanecen acogidas 70.000 personas que han huido de la violencia y los conflictos en Sudán. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que más de 500.000 sudaneses se encuentran en el exilio, repartidos por los países limítrofes, tras huir de su país; más de cinco millones permanecen desplazados en el interior de Sudán.


21. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes. (...)


En el último informe sobre el Índice de percepción de la corrupción, Transparencia Internacional ha denunciado que 7 de cada 10 países suspenden si se valora la honestidad de sus funcionarios y políticos. Entre los peores lugares de la lista se encuentran Estados como Somalia, Irak, Afganistán o Haití, y dictaduras como Myanmar (antigua Birmania). Esta organización estima el coste de la corrupción en los países más pobres en 35.000 millones de euros, la mitad de la ayuda destinada al desarrollo. En la imagen, mujeres afganas ejerciendo su derecho al voto en las elecciones presidenciales de 2004.


22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social. (...)


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de manifiesto en su Informe sobre la salud en el mundo 2008 que las diferencias de acceso a la sanidad entre ricos y pobres determinan variables en la esperanza de vida que superan los 40 años. Según la OMS, de los 136 millones de mujeres que darán a luz este año, unos 58 millones no recibirán atención médica de ningún tipo durante el parto y posparto, dejando en peligro sus vidas y las de sus hijos. En la imagen, damnificados por el huracán Katrina, que en 2005 dejó anegada Nueva Orleans a su paso por Estados Unidos, provocando más de 1.500 muertos y 55.000 millones de euros en pérdidas económicas.


23. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, y a la protección contra el desempleo. (...)


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el número de desempleados en el mundo podría aumentar de los 190 millones de 2007 a 210 a finales de 2009. Unicef calcula que alrededor de 246 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo; más del 70% se dedican a la agricultura, pero 1,2 millones de niñas están expuestas al tráfico de menores; 5,7 millones corren el riesgo de trabajar en condiciones de servidumbre o esclavitud, y 1,8 millones pueden ser obligadas a ejercer la prostitución o actividades relacionadas con la pornografía infantil. En la imagen, granjeros albaneses en Tirana.


24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. (...)


Más de 12 millones de personas desarrollan su trabajo en condiciones forzosas, bajo amenaza o coacción, incluso en los países más ricos, según la OIT. Los cálculos de esta organización establecen que 8 de cada 10 personas sufren la explotación de entes privados; el 20% de las víctimas de trabajo forzoso se halla bajo la tiranía de Estados (como Myanmar o Corea del Norte) o por grupos militares (como en el caso de conflictos africanos). En la imagen, jóvenes solazándose en Banana Beach, Tel Aviv (Israel).


25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. (...)


Treinta y tres países del mundo, en su mayoría africanos, malviven en una situación "de hambre alarmante", según el Índice global contra el hambre publicado por el Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Alimentarias. Esta institución evalúa en 14.000 millones de dólares la inversión adicional necesaria para cumplir los Objetivos del Milenio de reducir el hambre a la mitad en 2015. En la imagen, manufactura de mosquiteras en Tanzania para prevenir la malaria, enfermedad que acaba con más de un millón de personas cada año.


26. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria.


Más de 70 millones de niños en el mundo no están escolarizados, según la ONG Educación Sin Fronteras, y 23 países corren el riesgo de no alcanzar la universalización de la educación en los próximos años. Según los Objetivos del Milenio de la ONU, 56 millones de niños de África y Asia ni siquiera han recibido educación primaria. Naciones Unidas eleva la cifra de menores sin escolarizar a más de 100 millones, cuyas tres quintas partes son niñas; dos tercios de los alrededor de 800 millones de analfabetos del mundo son mujeres. En la imagen, niños de camino a una clase en Beit Hanoun, en la franja de Gaza (Palestina), tras un bombardeo del Ejército israelí en noviembre de 2006.


27. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad. (...) 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.


El II Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual ha puesto de manifiesto este año que hasta 300.000 empleos del ámbito cultural podrían perderse como consecuencia de la piratería. La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual calcula las pérdidas que provoca la piratería en la industria audiovisual y de videojuegos española en 1.100 millones de euros en 2007 y un 20% menos de espectadores en los cines. En la imagen, visitantes en una de las salas del Museo del Louvre de París.


28. Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta declaración se hagan plenamente efectivos.


Las manchas que dominan el centro de la escena corresponden al campo de refugiados de Djabal, en Chad, que ha acogido durante los últimos años a 14.000 refugiados a causa de la violencia en el polvorín sudanés de Darfur, agonizante desde 2003, con un saldo devastador de 300.000 muertos y 2,5 millones de refugiados. Los últimos en incorporarse a este asentamiento este año han sido alrededor de 10.000 desplazados internos del este de Chad, uno de los países más pobres del mundo, que llegaron huyendo de los ataques de la milicias rebeldes sudanesas yanyauid.


29. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. (...)


En los últimos 30 años, se han destruido 700.000 kilómetros cuadrados de selva amazónica por el comercio de maderas preciosas, la agricultura y la explotación ganadera. La deforestación mina las condiciones de vida de alrededor de 20 millones de personas y la mayor biodiversidad del planeta; sus seis millones de kilómetros cuadrados de extensión, repartidos entre nueve países latinoamericanos, ostentan el 23% de toda el agua potable del mundo y constituyen su mayor selva virgen. Por cada kilómetro cuadrado destruido a causa de la deforestación, se producen 22.000 toneladas de CO2.


30. Nada en esta declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta declaración.


Un niño se balancea en el cañón de un tanque abandonado en Managua (Nicaragua), ajeno a estos 30 artículos y a la mayor o menor observancia de su cumplimiento por parte de la comunidad internacional. Han pasado 60 años desde la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Basta salir un momento a la calle para comprobar que sus postulados están más presentes en los difusos dominios de la teoría que en la crudeza de la práctica.


  • I. Un ideal común para la humanidad
  • El País, EPS, 2008-12-07 # Juan Antonio Yáñez · Embajador y representante permanente de España ante la ONU

Diciembre de 1948: el mundo acaba de salir dolorido y traumatizado de la II Guerra Mundial, un gran conflicto planetario que a su vez ha venido precedido por una prolongada depresión económica, unida al auge de los totalitarismos y todo su cortejo de persecuciones y horrores. En este ambiente sombrío, la Asamblea General de las Naciones Unidas, una naciente organización mundial que en ese momento apenas cuenta con unos sesenta Estados miembros, se reúne en París, en el palacio de Chaillot, sede del Museo del Hombre. De esa asamblea surgen dos documentos que, junto con la Carta fundacional de las Naciones Unidas, van a representar un nuevo punto de partida, desde una perspectiva política, jurídica y moral, para el mundo de la posguerra: la Convención contra el Genocidio (9 de diciembre) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre).


No es exagerado afirmar que ese paso trascendental tenía -y de ello eran sin duda conscientes los contados países que rehusaron unirse al consenso en la adopción de la declaración, entre ellos, la Unión Soviética, Suráfrica y Arabia Saudí- un alcance revolucionario. Se trataba nada menos que de dejar atrás una tradición centenaria de las relaciones internacionales basada en una concepción rígida de la soberanía absoluta del Estado en el orden interno, incluso cuando ello conduce a toda clase de tropelías contra los seres humanos.


Cumpliendo ese designio, la Carta de San Francisco (1945), por la que se establece la Organización de las Naciones Unidas, pone en su frontispicio a los pueblos del mundo (antes que a los Estados), que se declaran resueltos a "reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres...", así como a "promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de libertad".


Dentro de la nueva Organización de las Naciones Unidas, cupo a la viuda del desaparecido presidente, Eleanor Roosevelt, llevar adelante el cometido de presidir, al frente de la recién establecida Comisión de Derechos Humanos, la elaboración y aprobación del documento que recogería solemnemente esos derechos. No resultó fácil. Se enfrentaban diversas concepciones políticas, culturas jurídicas y sociales, tradiciones filosóficas y religiosas, y el ambiente enrarecido de la posguerra complicaba notablemente la tarea. Su empeño, junto con la pericia, el buen hacer y la habilidad de un puñado de personas comprometidas, hizo posible ese milagro.


Hay que registrar, porque es de justicia, los nombres de algunos de los que más trabajaron para que la Declaración Universal fuera una realidad: el canadiense John Humphrey, el francés René Cassin, el libanés Charles Malik, el chileno Hernán Santa Cruz, el filipino Carlos Rómulo, el chino Peng-chun Chang, el paquistaní Muhammad Zafrulla Khan... Es oportuno también recordar los diversos orígenes de los autores; demasiado a menudo se oyen voces que pretenden que su contenido es de inspiración "demasiado occidental", y que habría que revisarla para ajustarla al mundo más amplio y complejo de hoy.


Por supuesto, el derecho internacional de los derechos humanos se ha ido completando y desarrollando, y, al hacerlo, todos los Estados que se han ido sumando a las Naciones Unidas han podido dejar su impronta. A la Declaración Universal se han sumado los dos pactos internacionales (1966), de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, junto con otras declaraciones y convenciones que perfilan mejor el alcance de los derechos humanos en una serie de ámbitos: desde la lucha contra la discriminación racial (1965) o la discriminación contra la mujer (1979), hasta la protección de los derechos del niño (1989) o, más recientemente, la promoción de los derechos de las personas con discapacidad (2006). Resulta significativo que en todos esos documentos se reafirma el valor y la continua relevancia de la Declaración Universal. Otra cosa es que, demasiadas veces, los derechos humanos son más ensalzados en la teoría que respetados en la práctica.


La comunidad internacional se ha ido dotando de instituciones y órganos de supervisión, bien sea en el ámbito universal (actualmente, el Consejo de Derechos Humanos y los diversos comités especializados) o en el ámbito regional (como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y sus correspondientes interamericano y africano). Y no hay que olvidar la permanente e indispensable labor de vigilancia, denuncia y alerta de las asociaciones nacionales e internacionales de defensores de los derechos humanos.


Al igual que en 1948, la Declaración Universal sigue siendo hoy, según reza su cláusula inicial, un "ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse...". Hemos de verla, por tanto, como un patrón de conducta y como un reto constante para todos nosotros, en cuanto ciudadanos de nuestro propio país y en cuanto ciudadanos del mundo entero.


  • II. Los derechos humanos son el camino
  • El País, EPS, 2008-12-07 # Irene Khan · Secretaria de la organización para la defensa de los derechos humanos de Amnistía Internacional

No fue un parto fácil, pero los máximos dirigentes mundiales mostraron capacidad de liderazgo y consiguieron ponerse de acuerdo en la incipiente ONU para aprobar la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El 10 de diciembre de 1948 nació un texto destinado a cambiar la conciencia del ser humano. Como corresponde a una hija de la guerra, vino al mundo bajo los peores auspicios. Europa estaba aniquilada y extensas zonas del mundo aún vivían bajo el yugo de la colonización. Estados Unidos había lanzado la primera bomba nuclear. El mundo se dirigía hacia la guerra fría.


Pero ocurrió. Por primera vez en la historia, un grupo de dirigentes actuó movido por el convencimiento de que sólo un sistema multilateral de valores universales, basado en la igualdad, la justicia y el Estado de derecho, podría hacer frente a los retos de futuro. Resistieron las presiones políticas, y reconocieron que la universalidad de los derechos humanos -todos los seres humanos nacen libres e iguales- y su indivisibilidad -todos los derechos se deben satisfacer con idéntico compromiso- son la base de nuestra seguridad colectiva y de nuestra humanidad común.


Sesenta años después, y a pesar de los avances, la injusticia, la desigualdad y la impunidad siguen siendo los rasgos distintivos de nuestro mundo, y los Gobiernos arrastran un triste legado de traición a estos principios. Muchos de ellos han mostrado más habilidad en ejercer el abuso de poder que en respetar los derechos de las personas a quienes gobiernan. Tras seis decenios de promesas incumplidas, los derechos humanos están en riesgo.


Es cierto que se han creado multitud de normas, sistemas e instituciones de derechos humanos, y que se ha avanzado gracias a ellos. El número de países que brindan protección constitucional y jurídica a los derechos humanos es mayor que nunca. La pena de muerte se dirige hacia la abolición total, el mercado internacional de armas va camino de ser regulado, y desde la detención de Augusto Pinochet por acción de un juez español, el mundo es un lugar cada día más pequeño para los perpetradores de crímenes atroces contra las personas. Y sin embargo, ante las numerosas y acuciantes crisis que salpican el planeta, no existe una visión común entre los líderes mundiales para hacer frente a los retos contemporáneos en materia de derechos humanos.


Mientras los mercados financieros mundiales se tambalean, los intereses de los pobres e indefensos corren el riesgo de caer en el olvido. La pobreza es la más grave y extendida crisis de derechos humanos que vivimos, pero no hay voluntad política para hacerla frente. Al menos dos mil millones de conciudadanos siguen viviendo en la pobreza, luchando para conseguir agua, alimentos y vivienda. El cambio climático nos afecta a todos, pero los más pobres serán los más perjudicados, ya que perderán sus medios de vida. En julio de 2007 se alcanzó el ecuador del calendario fijado por la ONU para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015. Es muy improbable que esos objetivos se cumplan. Otra promesa traicionada.


Los conflictos muy arraigados -visibles en Irak, Afganistán y Oriente Medio, u olvidados en lugares como la República Democrática del Congo y Somalia, por citar sólo dos- continúan cobrándose un gran número de víctimas. Mientras tanto, los dirigentes mundiales avanzan con dificultad en sus esfuerzos por decidir el camino a seguir. El pasado mes de noviembre, sólo un día antes de que Barack Obama ganara la presidencia de Estados Unidos, un nuevo error de las tropas estadounidenses se cobraba la vida de 40 civiles inocentes en la provincia afgana de Kandahar. Otro ejemplo es el conflicto en Israel y los territorios palestinos ocupados, una crisis de derechos humanos de largo recorrido marcada por la ausencia de un liderazgo internacional efectivo.


Hoy es más necesario que nunca reconstruir la unidad de propósito. Los derechos humanos internacionalmente reconocidos siguen proporcionando el mejor marco para afrontar estas situaciones: representan un consenso global sobre los límites aceptables y los defectos inaceptables de las políticas y las prácticas de los Gobiernos. Y la Declaración Universal es un plan de acción tan acertado para un liderazgo clarividente como lo fue en 1948. La diferencia es que ahora existe un movimiento global de ciudadanos que pide a sus dirigentes que adquieran de nuevo el compromiso de respetar y promover los derechos humanos. Amnistía Internacional nació en 1961 en solidaridad con las personas que no tienen voz. Hoy somos un movimiento presente en 150 países. Sabemos que el poder de la gente para infundir esperanza y generar cambios está más vivo que nunca. Al parecer, los líderes mundiales han decidido no escuchar. Nuestra tarea es que lo hagan.


  • III. Hacer realidad un sueño visionario
  • El País, EPS, 2008-12-07 # Mary Robinson · Presidenta de Realizing Rights: The Ethical Globalization Initiative, miembro de The Elders y ex presidenta de Irlanda

El próximo 10 de diciembre, el mundo celebrará el 60º aniversario de la declaración fundacional del sistema internacional de derechos humanos. Cuando repasamos las últimas seis décadas, es evidente que la puesta en práctica de las obligaciones relacionadas se ha quedado muy lejos de los compromisos que se adquirieron. Desgraciadamente, se puede afirmar que las deficiencias en esa puesta en práctica se han vuelto aún mayores en los últimos años. Esto se ha debido, en parte, a que ha surgido un entorno político mundial más condicionado por la seguridad desde los atentados contra Estados Unidos en septiembre de 2001. Igual de preocupante resulta que las antiguas divisiones de la guerra fría puedan estar resurgiendo y que nuevas formas de polarización entre el norte y el sur en asuntos políticos clave como el comercio, la ayuda y el medio ambiente hagan que las medidas nacionales y la cooperación internacional eficaces sean más difíciles en aquellos asuntos relacionados con los derechos humanos.


¿Qué se puede hacer hoy en día, en vísperas del 60º aniversario de la declaración, para que el mundo se mueva en una dirección que nos ofrezca más esperanzas de avanzar en el camino de hacer realidad los derechos humanos?


Para empezar, debemos mirar atrás y reflexionar sobre nuestra historia. Debemos recordar que la Declaración Universal mantiene un cuidadoso equilibrio entre las libertades individuales, la protección social, las oportunidades económicas y las obligaciones hacia la comunidad. Es frecuente que se pase por alto el enfoque integral de la declaración, a pesar de que es todavía más importante en la actualidad, en medio de una crisis mundial económica, alimentaria y climática, de lo que lo era hace 60 años.


Deberíamos también recordar al extraordinario grupo de personas de distintos orígenes, tradiciones y creencias que, bajo la dirección de Eleanor Roosevelt, fueron capaces de formar un frente común reconociendo la dignidad inherente y los derechos de todos los pueblos. Es un triste hecho que las naciones de África, que se formaron tras la adopción de la Declaración Universal, no participaran en su creación. Y, lamentablemente, las voces de África siguen viéndose marginadas demasiado a menudo hoy en día. Pero yo paso gran parte de mi tiempo en el continente africano y sigo sintiéndome esperanzada al ver cómo la sociedad civil (y la inmensa mayoría de los gobiernos) acoge la Declaración Universal como propia. Sólo hay que recordar las palabras de Nelson Mandela cuando reflexionaba sobre la experiencia de Suráfrica: "(...) Las sencillas y nobles palabras de la Declaración Universal fueron un repentino rayo de esperanza en uno de nuestros momentos más sombríos. (...) Este documento nos ha servido de faro luminoso e inspiración. (...) Era la prueba de que no estábamos solos, sino que formábamos parte de un movimiento mundial en contra del racismo y el colonialismo, y a favor de los derechos humanos y la justicia".


También resulta esencial que recordemos que la declaración, y el sistema internacional de derechos humanos que emana de ella, nunca ha pretendido imponer a los gobiernos y sociedades un modelo único de lo que constituye la conducta correcta. Más bien proporciona un "estándar común de éxito" que debería ser llevado a la práctica de diversas formas en los distintos países. ¿Cómo podemos además avanzar y fijarnos nuevos compromisos para el futuro? ¿Cómo volver a reclamar el mensaje unificador de la Declaración Universal y volver a comprometernos en la labor de hacerla realidad? ¿Qué podemos hacer para conseguir que los derechos humanos formen parte de las políticas y prácticas empresariales dominantes?


En The Elders, organización de la que formo parte, hemos tratado de aprovechar este año del aniversario para recordar al mundo los derechos y libertades que los gobiernos se han comprometido a hacer realidad para todos, y para poner el poder de los derechos humanos en manos de personas y comunidades de todo el planeta. The Elders ha promovido la campaña Todo ser humano tiene derechos, que, a lo largo del último año, ha representado a un único y poderoso colectivo de organizaciones, reunidas para llamar la atención sobre la necesidad de renovar el compromiso de garantizar un futuro más esperanzador para todos.


A pesar de los retos pendientes, hay motivos para la esperanza. Disponemos de mejores herramientas para comunicarnos y exigir justicia que las que ha tenido cualquier generación anterior. Tenemos objetivos mundiales y destinos compartidos que nos conectan unos a otros. Podemos decidir ser la generación que verdaderamente haga realidad el poder de la familia humana, unida en "dignidad y derechos". Comprometámonos a desafiar las divisiones, a propagar el mensaje de los derechos humanos y a perseverar en nuestro esfuerzo hasta que el lema Todo ser humano tiene derechos sea algo más que una promesa: hasta que sea el sueño hecho realidad de aquellos visionarios que redactaron la Declaración Universal hace 60 años.

> Erreportajea: Historia > HEINRICH HIMMLER, EL MAYOR ASESINO DE MASAS

  • El mayor asesino de masas
  • El País, 2008-12-07 # Klaus Wiegrefe

El jefe de las SS, Heinrich Himmler, el genocida más cruel de la historia, inició su carrera nazi como un sujeto estrafalario e inhibido. Sumido en su mundo de fantasía racista, acabó con millones de personas en Europa. Hoy, 70 años después, se publica la primera biografía rigurosamente documentada sobre su persona y su psicología.


El hombre mide 1,74 metros; su mirada es acuosa; la mandíbula, indefinida; el apretón de manos, blando. Creía que el universo se originó por una mutación de hielo, se entusiasmó con la radiestesia y quiso sustituir el cristianismo por una especie de germanismo. En tiempos normales, la vida del ingeniero agrónomo Heinrich Himmler habría transcurrido al margen de la sociedad burguesa. Pero el muniqués, nacido en 1900, vivió en los primeros 45 años del siglo XX, una época de extremos. Así, este sujeto estrafalario llegó a convertirse en "jefe supremo de las SS"; el hombre más temido de Europa, el ejecutor de los planes de Hitler. "¿Es judío?", preguntó Himmler en 1941 en una visita al frente oriental a un prisionero ruso y rubio. "Sí". "¿Hijo de padre y madre judíos?". "Sí", respondió el pobre hombre. "¿Tiene algún antepasado no judío?". "No". "Pues no puedo hacer nada por usted". Fue asesinado de un tiro. Así era Heinrich Himmler. Este bávaro débil y enfermizo demostró ser el más radical de los radicales de Hitler, un incansable propulsor de la muerte. La peculiaridad del Holocausto -el exterminio de seis millones de personas como objetivo de Estado, ejecutado en parte mediante un procedimiento burocrático-industrial- se mantendrá siempre asociada a su nombre.


Fue el nacionalsocialista más poderoso después del führer: jefe de casi tres millones de policías, comandante de más de 600.000 hombres de las Waffen-SS [cuerpo de combate de élite de las SS], y superior de unos dos millones de soldados que recibían instrucción en el ejército de reemplazo de la Wehrmacht [fuerzas armadas alemanas]. Además, era empresario (las SS poseían más de cien empresas), ministro del Interior y jefe del Ejército. Por todo esto, sorprende que hayan transcurrido más de 60 años hasta aparecer en el mercado la primera biografía de Himmler rigurosamente documentada. Su autor es Peter Longerich, historiador alemán de la Universidad de Londres y uno de los más relevantes investigadores del Holocausto. Longerich pudo consultar más material privado que ningún otro biógrafo de un nacionalsocialista. Himmler llevó un diario íntimo desde su infancia; se conservan su lista de lecturas de 1919 a 1934, su correspondencia con amigos y familiares, parte de su calendario de servicio y una gran cantidad de actas.


El investigador lo aprovechó todo; ningún otro ha logrado penetrar tan profundamente en la psique de un criminal de las SS, y menos de uno de sus líderes. El resultado de este trabajo es el retrato de una persona con "rasgos de carácter anormales", que en los años veinte se sume en un mundo de fantasía racista. En ese mundo que debía someterse al dominio de los germanos no había lugar para judíos, eslavos, homosexuales o discapacitados, los llamados "asociales", "los seres inferiores"; incluso los cristianos creyentes le molestaban. Y éste es uno de los nuevos y terribles hallazgos de Longerich: para Himmler, el Holocausto era sólo el "punto de partida" para otros crímenes colosales con millones de víctimas que se habrían perpetrado si los aliados no hubieran puesto fin al régimen en 1945.


Al comienzo de esta carrera de violencia, nos encontramos con un muchacho torpe, alumno modelo nada dotado para el deporte. La casa paterna, conservadora y monárquica, le transmite ambición, disciplina y perfeccionismo. El joven Heini lleva un diario donde anota minuciosamente cuántas veces va al mar en vacaciones o qué regalos recibe en Navidad. Dos décadas después, registra los obsequios a sus subalternos o dispone que las prisioneras del campo de Ravensbrück deben recibir 75 azotes "en el trasero desnudo". Longerich vislumbra tras esa "necesidad de reglas y control" una profunda debilidad de los lazos afectivos. En la pubertad, el hijo del profesor aspira a entrar en el ordenado mundo de la milicia. Estalla entonces la I Guerra Mundial y Heinrich quiere convertirse en oficial. Recibe instrucción y envía a su madre cartas lacrimosas ("qué mal que una vez más no me hayas escrito").


Longerich diagnostica ahí un "anhelo insaciable de afecto" que el futuro genocida intentará compensar con autocontrol. "No quiero ser débil, no quiero perder nunca los estribos", escribe. Quien busque los orígenes de su crueldad tendrá que empezar por aquí, pues en adelante, Himmler tratará de reprimir toda forma de empatía que interfiera con sus objetivos políticos. Luchador frío, inquebrantable e idealista, Himmler es un perfecto representante de la generación de 1900, a la que pertenecen también Albert Speer, Martin Bormann y muchos otros nazis destacados. Todos ellos despreciaban la pompa del imperio que se desmoronaba, al que achacan el haber perdido la guerra. El joven Himmler ve en esta derrota la verdadera tragedia de su existencia, la ruina de su carrera como oficial. Nada extraño que, cuando la República de Weimar sustituye al imperio, el guerrero frustrado esté del lado de los enemigos de la democracia. Himmler confía en que se volverá a recurrir a las armas "en un par de años". Hasta entonces, estudia agronomía, se entrena en tiro y marcha en un cuerpo paramilitar. En plena efervescencia, lo que le atormenta no es sólo la incertidumbre ante su futuro, sino el apetito sexual, ya que pretende conservar su virginidad hasta el matrimonio. Experimenta las sugerencias, "sin éxito", de una prostituta como algo "sumamente interesante". Sobre la mujer de un compañero escribe: "Podría haberla poseído". Con un amigo discute: "Lo peligroso de esas cosas es que cuando se está unido, cuerpo con cuerpo, persona a persona, ardientemente, uno se inflama de tal manera que hay que hacer un esfuerzo por conservar la razón". Cuando, en 1927, la enfermera Marga, siete años mayor que él, lo redime, él le confiesa que le encantaría ser por una vez "bandido e indecente". Longerich establece un vínculo entre estas inhibiciones y su deriva hacia la subcultura paramilitar de los radicales de derechas. En efecto, Himmler huye una y otra vez de su frustración amorosa con fantasías de violencia. Tras una noche de carnaval, apunta: "Uno nota la sed de amor y lo difícil que es, y la gran responsabilidad que exige el unirse a alguien, el elegir a una persona. Entonces pienso: ojalá volvieran los tiempos de lucha, de guerra, de marcha de tropas". En otro pasaje, cuando acaba de ser rechazado, escribe: "Si ahora pudiera combatir, sería un placer para mí".


Y luego, los acontecimientos se precipitan. En el verano de 1922 comienza la vertiginosa devaluación del marco alemán, que acaba en 1923 con hiperinflación. A la familia Himmler no le llega el dinero. El hijo debe trabajar. Se trunca su sueño de ser oficial. Lo oscuro de su personalidad empieza a manifestarse. La precisión se torna en ansia de control; la tendencia a la crítica, en arrogancia insolente; el fervor, en fanatismo. Sus amigos lamentan esta transformación. Su novia se extraña de su radicalismo: "¿Por qué quieres, sediento de sangre, empuñar el cuchillo?". Himmler se abandona a la fiebre de parapsicólogos y redentores. Parado y en la casa paterna, lee sobre péndulos, astrología, telepatía; devora literatura barata de derecha radical: el Manual de la cuestión judía, de Theodor Fritsch; o las obras del teórico de la raza Hans F. K. Günther, en las que habla de "héroes llenos de odio" del siglo XX con derecho a "exterminar y quemar". Himmler apunta: "Expresa lo que siento y pienso". Una cruda imagen fantástica va adquiriendo forma en su mente: el futuro de Alemania consiste en colonias rurales germanas ("entonces, la tierra nos pertenecerá") pobladas por personas de "raza nórdica".


Hasta el momento, no ha asesinado a nadie. Pero están los cimientos. En 1924, el führer aparece en sus apuntes ("un verdadero gran hombre") y se afilia al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP). Le nombran secretario en la Baja Baviera, y lo organiza tan bien, que en 1926 asciende a vicedirector de propaganda del Reich. Incansable, viaja por pueblos, visita grupos, y se casa en 1928 con la enfermera Marga, que poco después da a luz una niña. El dinero escasea, y ella escribe: "Querido, creo que el hombre malo tendrá que procurar que se ahorre en esta casa. Ya sabes que la mujer mala gasta siempre demasiado". Los Himmler se aventuran en el negocio de la cría de aves. En sus cartas se trata a menudo el tema de los huevos: "Las gallinas ponen muy mal".


Las penurias acaban cuando los nazis se convierten en partido popular y Himmler obtiene en 1930 un mandato en el Reichstag con dietas. Hitler ya aprecia su celo y lealtad ("un chico extraordinariamente útil"), y Joseph Goebbels, el jefe de propaganda del Reich, anota en 1930: "No es extremadamente inteligente, pero sí diligente y formal". De este modo, Himmler logra asumir la dirección de las Schutzstaeffel: las SS, unos cientos de jóvenes activistas del partido, sin peso político, con la tarea de proteger a Hitler y a otros líderes nazis. Pero Himmler transforma la orden de la calavera en una fuerza incondicionalmente adicta al liderazgo. De los 280 hombres en 1928 se pasa, hasta la llamada Toma del Poder, a 50.000. Con cada hombre, crece la importancia de Himmler y las proporciones de su futura máquina de la muerte. Él no es un personaje carismático, ni un tribuno del pueblo, ni un demagogo arrebatador como Goebbels. El jadeo del populacho, las masas hipnotizadas no son su mundo. Él cuenta con otros talentos: pocos escrúpulos, nervios firmes, es despiadado. El mal se oculta tras la máscara de lo banal. En 1936, Hitler lo nombra jefe de la policía alemana. A mediados de los treinta, unos 3.000 prisioneros malviven en los campos, inusualmente pocos comparados con los nazis. Es entonces cuando Himmler empieza a murmurar sobre "autores intelectuales" e "inspiradores" de "los seres inferiores", contra los que hay que actuar de forma preventiva. Hitler, igualmente racista y teórico de la conspiración, se convence rápido. Pronto comienzan a llenarse. El 9 de noviembre de 1938, los nacionalsocialistas demuestran de lo que son capaces durante la noche de los cristales rotos. La turba de uniforme marrón destroza comercios judíos, quema y derriba más de 1.400 sinagogas. Al pogromo le sigue una ola de leyes antisemitas y Himmler se muestra como un racista radical que -como se revelará luego- ya había preparado sistemáticamente a sus hombres para otro tipo de crímenes.


Cuando en 1939, el Tercer Reich invade Polonia, ha llegado la guerra y el momento: la retórica de la lucha cultivada durante años se transforma en matanza en masa. Hitler lo designa en 1939 comisario del Reich para la consolidación de la nación alemana, con la responsabilidad de "crear nuevas zonas de asentamiento alemanas". Himmler siente "gran alegría" y se pone a ello. Como si de piezas de juguete se tratara, desplaza del mapa a pueblos enteros. Despliega una energía inagotable y aprovecha las posibilidades técnicas del siglo XX: aviones, coches, un tren especial con el nombre de "Heinrich". Viaja a Europa del Este a enardecer a los suyos. Allí donde se detiene, las víctimas aumentan. Al principio, sólo se fusilaba a hombres judíos, pero a partir de agosto de 1941, también a mujeres y niños: "No tenía derecho a exterminar a los hombres y dejar que los niños crecieran y se vengaran de nuestros hijos y nietos". Suceden escenas increíbles. Himmler ordena a las SS en Bielorrusia "arrojar a las mujeres judías a los pantanos". Ellos notifican: "No tuvo el éxito esperado; los pantanos no son suficientemente profundos para permitir que se hundan".


A algunos verdugos, el cuerpo se les rebela: depresiones, trastornos digestivos, desórdenes nerviosos. "Cólicos del Este" llaman a estas consecuencias psicosomáticas del crimen. Las SS poseen un sanatorio en Karlsbad donde los altos mandos se reponen de los asesinatos. Himmler prescribe a sus subordinados pan tostado y nada de patatas cocidas. Así se mantenía uno en forma para el Holocausto.

> Iritzia: Maruja Torres > PASANDO DE CRUCES

  • Pasando de cruces
  • El País, EPS, 2008-12-07 # Maruja Torres

Comparto la frase de uno de los personajes de Ley y orden: "Respeto cualquier cosa que ayude a una persona a pasar la noche", dice, refiriéndose a las creencias religiosas y a la, a menudo, abismal soledad del ser humano. Pero yo añado que me enfrentaré siempre por vía pacífica a cualquiera que, por la mañana y recobrado ya el aplomo, considere necesario imponerme esa creencia.


Así pues, mi respeto hacia las religiones se limita estrictamente a quienes las practican en la intimidad y sin dar la tabarra. No abarca a quienes se creen investidos por la superioridad moral necesaria para juzgar y castigar a los otros, y además por el mandato divino que insta a fumigar a los apocados. Perdónenme, pero tengo al señor Darwin en muchísimo mejor concepto que a los cantamañanas que forman el nudo gordiano jerárquico de cualquier religión. Cualquier religión, insisto. Para mí, la Salvación con mayúscula fue el descubrimiento de los antibióticos y de la anestesia. Lo de las células madre me parece impresionante, mucho más, por supuesto, que lo de los panes y los peces, que sólo me merece indulgencia si a alguien le da fuerzas para pasar una mala noche. Y punto.


No se trata tan sólo de una opinión subjetiva. Es que pago mis impuestos, y no quiero que vayan a parar a impostores que tienen la responsabilidad de enseñar, de educar. Y ya me dirán ustedes la clase de educación seria que puede recibir un infante, a la edad de creer en los Reyes Magos o en Superman, cuando le digan que un caballero de antaño murió crucificado tras sufrir torturas y humillaciones para salvarnos de nuestro pecado original (ese chollo de los capataces del rebaño: qué forma de culpabilizar a los niños). Pues tal es el mensaje del crucifijo, no otro. Ningún símbolo es inocente. Ni cristos, ni espadas, ni retratos presidenciales, ni fotos del rey, ni banderas en las aulas. Paredes limpias, pizarras, mapas. Ordenadores, que es lo que hace falta. Hablo de los colegios públicos y concertados. Los otros, como si son seguidores del culto a Loewe y cuelgan un bolso.


Del mito del crucifijo y el pecado a lo de Adán y Eva, incluido el párrafo del costillar que tanto nos complace a las señoras, media un paso. Aunque pongámonos en lo peor. Pongámonos en eso tan moderno que inspira a la Derecha Cristiana estadounidense, y que se ha extendido por el mundo y, desde luego, por Europa -aquí, con la ayuda de la FAES y sus crustáceos-, pues largos son los tentáculos de los espíritus cristianamente renacidos y enriquecidos con Bush el Bibliófilo. No existe ninguna prueba de que un dios controlara la evolución, previo diseñarla inteligentemente. La ciencia, como si dijéramos, es más de fiar.


Y nosotros no nos fiemos. No importa cuán decepcionada pueda sentirse la Derecha Cristiana en Estados Unidos, después de que el hombre al que condujeron a la Casa Blanca para que ejecutara sus designios políticos haya sido enviado a freír ranchos tejanos por los electores. El fundamentalismo evangélico y su inmenso poder mediático y económico siguen ahí. No es cuestión de preguntarse cómo se sienten, sino cómo van a reaccionar. Sus aspiraciones y su ideario mesiánico y de cruzados continúan intactos. También sus megaiglesias, con miles de parroquianos; sus apartados de marketing, sus festivales, sus millones de dólares. Sus sobornos, sus intrigas. Sus espectáculos televisivos, que tan aviesamente Juan Pablo II incorporó a su propio negociado, y que su sucesor natural -antes su inspirador- tan prolijamente sigue.


Aquí tenemos la suerte de que Rouco Varela es un clásico del nacionalcatolicismo, y en cuanto abre la boca empitona a la razón (la de cogitar) y nos hace reaccionar. En cuanto los modernos de su tribu ganen terreno, aliados a la cosa suya de los neocons políticos, verán cómo extienden lo de que Dios ya sabía que había un monito más listo que los otros. Y verán también lo difícil que les resulta a los profesores verdaderos enseñar la teoría de la evolución.

> Berria: Justizia > GIBRALTAR: SE SIENTA PRECEDENTE LEGAL AL CONCEDERSE PERMISO DE VIVIENDA A PAREJA DE LESBIANAS

  • En Gibraltar se sienta precedente legal al concederse permiso de vivienda a pareja de lesbianas
  • Universo Gay, 2008-12-07 # Valentina

El juez Anthony Dudley reconoció el derecho de una pareja de lesbianas a compartir el alquiler de una vivienda del Gobierno. Con su fallo, el juez no reconoce la negativa del Ministerio de Vivienda, para que Nadine Rodríguez y, Alicia Muscat, pudieran compartir el alquiler del piso que comparten.


La sentencia dictada por Dudley reconoce la incongruencia de una política de vivienda que por un lado permite los miembros una pareja homosexual soliciten vivienda por separado si se trata de compartir una. Si aplicara la lógica, el limitado número de casas beneficiaría más inteligentemente a quienes las necesitan.


Nadine Rodríguez quería incluir a su pareja en el acuerdo para que, en caso de que algo le sucediera a ella, Muscat tuviera donde vivir; el Ministerio de vivienda asentó que sólo progenitores, esposos e hijos pueden ser incluidos en contratos de alquiler, por lo que Rodríguez acudió a los tribunales.


Rodríguez declaró haberse sentido discriminada por una ley que no permite el matrimonio homosexual y que, al mismo tiempo, deja sin posibilidades de conseguir vivienda gubernamental en alquiler conjunto a parejas gays.


Félix Álvarez quien preside el Grupo por la Igualdad de Derechos de Gibraltar (GGR), se mostró contento del resultado del fallo, declarando en un comunicado de prensa que es "el más importante adoptado por los tribunales del Peñón respecto a esta orientación sexual. Tras esta decisión, el GGR hace un llamamiento al Gobierno y al ministro principal, Peter Caruana, para que se reforme la política de vivienda respecto a las parejas homosexuales, y al comité de adjudicación para que revise el caso de la señora Rodríguez y permita que su compañera comparta el piso de forma legítima".

> Berria: Eliza > LOS PRELADOS VUELVEN A LLAMAR A SUS MASAS A MADRID EN DEFENSA DE LA FAMILIA

  • Los prelados vuelven a llamar a sus masas a Madrid en defensa de la familia
  • El País, 2008-12-07 # Juan G. Bedoya • Madrid
La jerarquía del catolicismo español despedirá el año con una concentración de obispos y fieles en Madrid. Será el día 28, en el mismo lugar que la del año pasado: la monumental plaza de Colón, en el corazón de la capital. Esta vez, el lema es La familia, gracia de Dios, aparentemente menos reivindicativo que el de 2007. Entonces se concentraron varios cientos de miles de personas Por la familia cristiana, con muy severos discursos y gritos contra el Gobierno socialista. El Papa apoya la convocatoria y hablará a los reunidos en directo desde El Vaticano, como ya hizo hace un año.

El cardenal Rouco vuelve a ser el portaestandarte de la convocatoria. Lo ha hecho esta semana por carta, después de asegurarse los permisos de la autoridad municipal. La misiva del arzobispo de Madrid va dirigida "a los párrocos, rectores de Iglesias, comunidades de vida consagrada, movimientos y asociaciones apostólicas, colegios e instituciones de enseñanza de la archidiócesis". Pero Rouco parece actuar también como presidente de la Conferencia Episcopal, cuando advierte a su grey de que en la jornada "participarán familias venidas de otras partes, acompañadas de sus respectivos obispos".

"Se unirán a nosotros en la misma comunión eucarística manifestando que formamos la única familia de los hijos de Dios. Acontecimientos como éstos exigen esforzarnos un poco más de lo habitual. La comunión exige salir de los propios intereses y comodidades para manifestar que somos un único pueblo de Dios. Que nadie se sienta indiferente ante esta llamada", escribe.

¿Preparan los obispos una jornada de protesta contra Rodríguez Zapatero, con la acritud de hace un año? No lo parece. El Arzobispado de Madrid sostiene que la concentración será una "solemne celebración eucarística para las familias de toda España". En diciembre de 2007 también dijo lo mismo, con iguales palabras, y, sin embargo, la festividad se convirtió en una manifestación política en toda regla. Algunos sectores reclaman algo parecido estos días, desde los principales medios de comunicación eclesiásticos y en algunos púlpitos.

"Las cosas que yo os he susurrado en secreto, gritadlas desde las azoteas". Esta frase que el apóstol Mateo pone en boca del fundador cristiano es el argumento de quienes piden al cardenal de Madrid que no ceda ni calle ante políticas que sectores importantes del catolicismo tachan de "inaceptables". Es el caso del líder de la poderosa Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y de la Fundación San Pablo-CEU, Alfredo Dagnino. "Nos sentimos injustamente tratados. Todo está permitido en el mundo de hoy, excepto proclamar a Dios", dijo hace dos semanas en la clausura del Congreso Católicos y Vida Pública. Se sentaba a su lado el cardenal Rouco. Dagnino se queja de que "en la España actual no se respeta como es debido a la familia y a sus valores; ni el único matrimonio verdadero, ni el inalienable derecho que los padres tienen a educar a sus hijos según sus propias convicciones religiosas y morales".

También el cardenal Cañizares, primado de Toledo y principal azote del Gobierno en estos años, esgrime agravios recientes. "Tratan de erradicar nuestras raíces cristianas más propias", se queja. Pronto será llamado a Roma por el Papa para formar parte de la Curia (Gobierno vaticano). Quizás por eso ha suavizado sus mensajes. Pese a expresar una "preocupación muy común entre los obispos por la secularización imperante, en forma de un laicismo radical e ideológico, en el que Dios no cuenta, y en el que se pretende recluir la fe a la esfera de lo privado", el cardenal primado sostiene ahora: "Los obispos miramos con esperanza el momento en que vivimos, sin miedo, ni recelo. No hay una mirada de rechazo en nosotros; no vivimos ni actuamos a la contra de nada ni de nadie".

Aspecto relevante es que los conflictos de este año -ampliación de la ley que despenaliza el aborto, la anunciada reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, la puesta en práctica de la asignatura Educación para la Ciudadanía y la llamada ley de la Memoria Histórica- no son asuntos de choque especial. Lo reiteró el propio Rouco hace un mes, cuando negó que haya en su Iglesia una "postura de choque" frente al Gobierno, o que el PSOE busque "chocar intencionadamente" con ellos al promover esas leyes. "La palabra choque es muy dramática. Hay puntos de vista divergentes, pero la respuesta de la Iglesia es de diálogo", explicó.

> Iritzia: Mario Roehrich > EL VATICANO Y LA HOMOSEXUALIDAD

  • El Vaticano y la homosexualidad
  • El País, 2008-12-07 # Mario Roehrich • Barcelona
El Vaticano se opone a despenalizar la homosexualidad porque "creará nuevas discriminaciones". Cuando leo estas perlas informativas con las que nos deleita de vez en cuando la Santa Sede, vuelvo a mirar el calendario para asegurarme que estamos en el siglo XXI.

Es de agradecer el detalle de anunciar esta triste decisión el Día Mundial contra el Sida, dos años después de haber reconocido el Vaticano la eficacia del condón para frenar la transmisión del VIH. Un cambio de postura que llega con más de 20 años de retraso y 35 millones de muertos de sida a nuestras espaldas. Parece que a la Iglesia le cuesta aprender de sus trágicos errores. ¿A cuántos gays y lesbianas deberán condenar todavía en el mundo para que sus monseñores acepten entrar en el nuevo siglo.

> Iritzia: El País > OJO POR OJO EN IRAN

  • Ojo por ojo en Irán
  • El integrismo religioso alimenta una justicia vengativa incluso contra menores
  • El País, 2008-12-07 # Editorial
El integrismo religioso que sustenta y modela al régimen iraní no sólo inspira un sistema penal vulnerador de derechos de la persona, como el castigo incluso con pena de muerte de las relaciones homosexuales, sino que alimenta una justicia vengativa que no perdona siquiera a los menores. En la actualidad, 150 adolescentes iraníes esperan en las cárceles la hora de su ejecución por ahorcamiento. No sólo eso: en algunos casos, la pena de muerte, en sí misma repulsiva y más si se aplica a menores, responde exclusivamente al deseo de venganza de la familia de la víctima del que el Estado se convierte en receptor y brazo ejecutor.

El fracaso de los intentos reformistas ha venido a consolidar a los elementos más clericales y fanáticos del régimen de los ayatolás renuentes a cumplir la Convención de Derechos Civiles y Políticos y la Convención de Derechos del Niño, ratificadas por el Estado iraní. ¿Cómo se compagina comprometerse internacionalmente a respetar esas convenciones y, de otro lado, no hacer nada o incluso amparar prácticas derivadas de la sharía o ley islámica, que otorgan a la víctima o familiares el derecho de vengarse con un castigo equivalente al delito o daño recibido, incluido el ajusticiamiento de menores? Resulta hipócrita esperar a que el menor alcance la mayoría de edad para ejecutar la sentencia, como si ello le despojara de la crueldad propia de una justicia regida por el bárbaro ojo por ojo de la ley del talión. Como lo es defender que la homosexualidad no se castiga, sino sólo su práctica. Es el pretexto cínicamente invocado por las autoridades de Teherán ante la crítica y la presión de los organismos internacionales.

Desgraciadamente, esa crítica y esa presión encuentran puntos débiles en las propias sociedades democráticas de Occidente de donde parten. También en estas sociedades existen sectores sociales que, en nombre o representación de las víctimas del delito, propugnan una especie de justicia privada de la que el Estado sea mero avalista y ejecutor. Y resulta verdaderamente escandaloso que el Vaticano se oponga a la propuesta de despenalización universal de la homosexualidad que Sarkozy se apresta a presentar en la ONU, haciendo causa común en este punto con Estados islámicos, incluido Irán, que castigan su práctica con la pena de muerte. Aunque no tengan las mismas consecuencias, los integrismos comparten intransigencia.

> Iritzia: El Espectador > CONTRA LA HOMOFOBIA

  • Contra la homofobia
  • El Espectador, 2008-12-07 # Editorial
Despenalizar la homosexualidad es por estos días tema de inusitada importancia en la Asamblea General de la ONU, según se desprende de su encomiable deseo de impulsar una declaración conjunta que, aunque no obliga jurídicamente, envía un mensaje político contundente.

La iniciativa fue ideada por Francia, actual presidente de la Unión Europea, y se espera que países de otras latitudes se unan para superar la barrera de las 54 naciones que en propuesta anterior de la ONU, redactada por Noruega el año pasado, exigieron de la Comisión de Derechos Humanos mayor atención a las discriminaciones por orientación sexual.

El objetivo último del texto puesto a consideración es el de “lanzar un movimiento global contra una práctica intolerable”, toda vez que en países como Arabia Saudí, Irán, Emiratos Árabes, Sudán, Mauritania, Estados del Norte de Nigeria y Yemen, los actos homosexuales se castigan con detención, arresto y en muchos casos la propia muerte.

Bajo el ya usual argumento de la defensa de la familia como institución de la que depende la sociedad entera, el Vaticano se opone a la declaración por considerar que puede derivar en abierta aceptación de las uniones entre personas del mismo sexo. Pese a que la Santa Sede no gusta de ver que los países islamistas más radicales con frecuencia se escudan en sus posiciones para legitimar su homofobia, su rechazo de la declaración sigue siendo la piedra en el zapato.

La homosexualidad, a diferencia de países que, como España, Bélgica, Holanda, Canadá y Suráfrica, aceptan el matrimonio entre parejas del mismo sexo, sigue siendo una práctica mal vista e indeseable. No hace mucho que en Colombia, antes de que el histórico jueves 29 de enero de 1981 se reformara el Código Penal, el homosexualismo se pagaba con cárcel y se consideraba enfermedad.

Hoy existen instituciones menos homofóbicas que otras. Lo hecho por la Corte Constitucional hasta el momento en materia de reglamentación de los derechos de esta población contrasta con la retardataria visión que sobre el asunto ha defendido el Congreso. Sin ir muy lejos, el senador de Colombia Viva en Comunidad Cristiana, Víctor Velásquez, protagonizó un encarnizado debate en la W con motivo de la versión colombiana de la serie de televisión Aquí no hay quien viva. Según el congresista, la serie fomenta el homosexualismo y “desfigura el concepto familiar, enseña la promiscuidad y hasta habla de relaciones incestuosas”. Todo en razón a que una pareja de homosexuales aparece en la pantalla chica.

“Estamos perdiendo los valores y principios para pasar de ser libres a libertinos”, sostiene el congresista de uno de los movimientos políticos más cuestionados y menos representativos de todos. Al respecto, quizás sea útil recordar que Velásquez reemplazó con escasos 9.283 votos a Jorge Enrique Gómez después de que éste renunciara a su investidura para defenderse de las acusaciones que se le hacen por estafa y fraude procesal. En su momento Gómez relevó a Vicente Blel, detenido por concierto para delinquir. Y antes, Blel sustituyó a Dieb Maloof, condenado a cuatro años y nueve meses por el mismo motivo.

El camino por recorrer, si de lo que se trata es de erradicar la homofobia, es bastante largo. Pese a que el Congreso negó, el pasado 8 de octubre, la aceptación de los derechos patrimoniales de las parejas del mismo sexo, el deseo de Francia y quienes adhieran a la declaración habrá de ser un gesto relevante que ojalá nuestros propios legisladores asimilen. Si no lo hacen, por lo menos es de esperarse que en el debate frente al lugar que ocupa la familia heterosexual en la sociedad, como corresponde a todo Estado laico, no sólo participe la iglesia.