- Un grupo de policías releva a la mafia de Coslada y extorsiona para evitar denuncias
- ABC, 2008-06-09 # Cruz Morcillo · Madrid
A Ginés Jiménez, el «sheriff» de Coslada, y a los miembros de «El Bloque» les han nacido los herederos casi al mismo tiempo que las imputaciones. La Policía Nacional ha recibido en las últimas dos semanas denuncias de varios establecimientos de Coslada -entre cinco y ocho, según las fuentes consultadas por ABC-, por las extorsiones y amenazas que están recibiendo de un grupo de policías locales. «Como abráis la boca, os las vais a ver con nosotros», son algunas de las lindezas que han tenido que oír los propietarios de esos establecimientos, en la ingenua creencia de que el tiempo de los agentes mafiosos ya había acabado.
Ese grupo de policías, «residual y minoritario», pero que puede «envalentonarse» si no se le pone coto, tiene de momento un objetivo inminente: que sus nombres no salgan a relucir en la investigación policial y que no se les involucre en las prácticas de corrupción de sus compañeros encarcelados o imputados. Los establecimientos en los que se han presentado ya habían sufrido a Ginés y su grupo de afines y sus propietarios son testigos en el caso, de ahí el temor de los policías que no han sido arrestados -algunos sí investigados- a que alguien se vaya de la lengua y dé cuenta de sus andanzas previas, que no han cesado.
Amedrentar a los testigos
Ése es el primer objetivo: amendrentar a los testigos, según fuentes próximas a las investigación. Pero aunque la maniobra parezca tan burda, dado lo reciente del descabezamiento del grupo y que las pesquisas no están cerradas, el siguiente paso del grupo sería «tomar el relevo» del ex jefe cuanto antes.
«Se han «criado» profesionalmente al calor de Ginés y Carlos (el ex número dos de la Policía de Coslada), así que ponen en práctica lo que les han enseñado. Está claro que no es la primera vez que van a esos sitios y, de hecho, los dueños les conocen, porque ya lo habían hecho antes. Son del mismo entorno, aunque es sorprendente que tengan tan pocos miramientos», explica una de las fuentes consultadas. La Policía cree que, pese al golpe dado a una trama que se ha mantenido durante años, algunos agentes locales aún se sienten impunes, de lo contrario no se entiende su comportamiento.
Las fuentes explican, a tenor de las denuncias recibidas tanto en la comisaría de Coslada como en la Jefatura Superior de Madrid, que las amenazas en estos últimos casos no son tan «gruesas» como las de los capos y adláteres de «El Bloque». «Van más encaminadas a que la gente calle», concretan los investigadores. Sin embargo, el peligro que representan es evidente. «Si no cortamos la situación, podemos tener otro «Bloque» montado en un par de temporadas», señalan las fuentes. Por ahora, estaban tanteando, actuando como «ojeadores» a ver por dónde respiraban las eventuales víctimas.
Miembros «circundantes»
El grupo actual es minoritario. Algunos de los agentes fueron investigados durante la operación, pero no se reunieron suficientes pruebas contra ellos. Más de uno ya estuvo a punto de ser imputado, de ahí que los temores no sean infundados. «Son del entorno, no próximos, pero sí circundantes», describe en una pirueta dialéctica uno de los agentes que les ha seguido los pasos desde el principio de la investigación.
Ninguno de los «herederos de Ginés» se ha visto involucrado, de momento, en los turbios asuntos de prostitución y abusos por los que se ha encarcelado a otros policías municipales. Entre los locales que han pedido ayuda a la Policía Nacional recientemente hay varios de restauración y ocio, aunque los agentes prefieren no dar más detalles, dado que aún están en plena investigación policial.
Con el sumario revelando detalles escabrosos un día sí y otro también, los pasos van encaminados a la prevención. El mensaje es claro: cualquier propietario de un local que se vea extorsionado o presionado no debe callar; de lo contrario, la bola de la corrupción y la impunidad volverá a crecer.
Precisamente ayer se cumplía un mes del estallido del caso «Coslada». En aquellas fechas se detuvo a un total de 15 policías locales de Coslada, de los que 13, incluidos Ginés y Carlos (su segundo), permanecen en prisión. También están en la cárcel dos hermanos rumanos y un tercer compatriota que encabezaban las labores de extorsión a prostitutas en un polígono de Vicálvaro.
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