2008/01/14

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  • Paolo Zanotti: "El protagonismo de los homosexuales en la sociedad es un arma ambigua"
  • Difícilmente hubiera podido Paolo Zanotti (Piamonte, 1971) escoger una maestra de ceremonias más controvertida que Zazie para abrir su ensayo "Gay. La identidad homosexual de Platón a Marlene Dietrich". En su profunda ingenuidad, el "¿Qué es un homosexual?" de la pequeña irreverente creada por Raymond Queneau, pone a prueba no solamente a un colectivo, sino también al conjunto de la sociedad de la que forma parte; así como al propio autor, que se compromete a ofrecer una respuesta a una pregunta esencial. Sin embargo, opta éste por un recorrido enciclopédico por el malditismo que históricamente ha difuminado el debate en torno a la homosexualidad, en lugar de plantear cuestiones aplicables a la realidad actual. Una apuesta por lo iconográfico y lo anecdótico que Zanotti justifica como una excelente introducción al tema para el público general.
  • Inquietud Europea, 2008-01-14 # Borja Mozo Martín

Inquietud Europea (INQUE): Considera que, a pesar de que el colectivo homosexual está perfectamente integrado en las sociedades modernas, siendo incluso protagonista en muchos ámbitos, todavía tenemos mucho de Zazie, el personaje de Raymond Queneau al que hace referencia en el primer capítulo del libro?
Paolo Zanotti: Al menos por la idea que uno se puede hacer de Italia, sí. En Italia, el protagonismo de los homosexuales en la sociedad es un arma ambigua. Se crea un cierto tipo de homosexual protagonista. En este momento tenemos en el parlamento a Vladimir Luxuria -un transexual-, que es una persona muy inteligente, pero es evidente que fue candidato de [el partido de la] Refundación Comunista porque era pintoresco. Por otro lado, los homosexuales todavía tendrán que hacer frente durante un tiempo al problema de Zazie porque se trata de una identidad bastante compleja. Hay que pensar, por ejemplo, que resulta más fácil si uno crece en una gran ciudad, y que el homosexual no nace en una familia homosexual que le transmita esa identidad, sino que debe construirla.


Inquietud Europea (INQUE): Afirma que, en ese sentido, los homosexuales ya no son tan misteriosos para la sociedad; sin embargo el libro está construido en forma de recorrido por el lado más iconográfico y mítico de la identidad homosexual.
Paolo Zanotti: El hecho de que ya no sea algo tan misterioso no quiere decir que se sepa mucho de ello. En cuanto al recorrido del libro, al empezar a trabajar en uno de los capítulos -en el que hablo de los vampiros-, descubrí que me sentía cómodo con ese sistema, que era una buena forma de organizarlo, de hacerlo variado y divertido. De todas formas, hay un cierto número de misterios que son parte integrante de la construcción de una cultura homosexual.


En concreto, centrándonos en el siglo diecinueve, ¿por qué había tantos escritores homosexuales que elegían escribir historias fantásticas? Hay dos explicaciones: una, la más evidente, es por razones de censura. Y la otra es porque, en el diecinueve, lo fantástico ofrece, como más adelante estudiaría el psicoanálisis, un lenguaje que va más allá de lo racional, una forma más profunda de hablar de uno mismo, de la mente…


Inquietud Europea (INQUE): ¿Por qué ese repaso cronológico en lugar de plantearse directamente las bases de la identidad homosexual y el conflicto que genera dentro de la sociedad?
Paolo Zanotti: La intención del editor era hacer algo contemporáneo, algo sobre la identidad homosexual hoy en día. Pero el libro es tan "enciclopédico", insiste tanto en explicar los términos tan detalladamente, porque me di cuenta de que iría dirigido al público italiano, donde están menos desarrolladas, desde el nivel universitario, las teorías gay y queer. Existe una literatura más de actualidad, más política, pero no hay un libro que cuente la historia para el gran público, un libro de referencia. Me parecía imposible escribir un libro que diera las cosas por sentadas, por eso quise hacer una pequeña enciclopedia divulgativa.


Inquietud Europea (INQUE): ¿Se sigue relacionando la homosexualidad con el fracaso social?
Paolo Zanotti: En Italia, en ciertos ambientes, seguramente se la sigue teniendo como una especie aparte. Por ejemplo, en la región del norte de Italia donde yo crecí se están empezando a comprender ciertas cosas, pero hay otras de las que directamente no se habla. Ahora que ya no se habla de un modelo de sociedad alternativa asociado al discurso feminista u homosexual y se apunta más hacia la asimilación, una de las cosas que me parecen más interesantes – y ridículas – es la retórica que usan la Iglesia y ciertos sectores de la sociedad italiana, insistiendo en que la homosexualidad es un empeño por enfrentarse al otro. Cuando la gran diferencia entre las parejas homosexuales y las heterosexuales es que las primeras son socialmente más variadas: tal clase se mezcla con tal otra, alguien de tal ciudad con alguien de otra, alguien de cierto ambiente con alguien de otro…


Inquietud Europea (INQUE): Aunque únicamente hace referencia al comportamiento de algunos homosexuales, ¿cree que en realidad el concepto camp lo que hace es perjudicar al colectivo en su totalidad, asociándolo a lo intrascendente, lo vacío, lo kitsch?
Paolo Zanotti: Si, son cuestiones muy ambiguas. El camp depende de cómo se habla de ello, porque hay que tener en cuenta que ha jugado un papel importante en la historia de la homosexualidad. Aunque el ensayo de Susan Sontag puso de moda el concepto, fue en realidad una de las primeras cosas de las que se hablaba en relación con la cultura homosexual. Tiene su origen en un periodo en que un cierto tipo de comportamiento y un modo de hablar alusivo, cifrado y algo exhibicionista tenía funciones agregadas para el grupo como mecanismo de autodefensa. Y eso puede conducir al riesgo de que se piense que, si bien hay heterosexuales de formas infinitas, homosexuales sólo los hay de una sola. Lo único cierto, como dice un escritor homosexual italiano, es que en el fondo la estética homosexual ha vencido, ¡porque la televisión italiana es camp!


Inquietud Europea (INQUE): ¿La homosexualidad como espectáculo?
Paolo Zanotti: Citaba antes el caso de Vladimir Luxuria, pero hay más. El único momento en que creo que la política italiana ha logrado salir de ahí es en el caso de Nichi Vendola, el presidente de la región de Puglia, que declaró públicamente su homosexualidad y se presentó a las elecciones. Aunque él ha contado durante la campaña que estaba en mitad de un recorrido existencial que le hizo abrazar posteriormente el catolicismo, se presentaba como un homosexual por Refundazione Comunista. En Italia eso era inimaginable, y menos en el sur, que es una zona muy fascista. El problema es que no se sabe dónde ha acabado este hombre.


Inquietud Europea (INQUE): Evita ciertos temas, como por ejemplo la relación de la homosexualidad con política y religión.
Paolo Zanotti: Quería darle al libro una orientación basada en la historia de la familia y los sistemas sociales. Aunque, en Italia, el modo en que la religión habla de la homosexualidad es un discurso político, es verdad que hablar de ello sería alejarse de la finalidad del libro. La homosexualidad ha sido siempre legislativamente muy ambigua: las primeras leyes estatales eran competencia únicamente de la iglesia. Si te fijas, especialmente en el caso de la Italia del XIX, se enfrentan ciertas tradiciones sociales con las políticas.


Y esto se hace evidente en la unificación italiana, cuando teníamos por un lado la tradición importada de Napoleón, de no criminalizar la homosexualidad, y por otro la Italia austriaca donde sí era un crimen; y luego, por otra parte, estaba el sur de Italia… ¿Qué hicieron? Lo primero, instaurarlo como crimen en toda Italia. ¡Pero eso sería una catástrofe, habría tantos condenados…! Así que se divide en dos Italia: al sur es libre y al norte punible. Pero no se podía seguir así. Finalmente se opta por la tradición italiana de ¡no hablar de ello!


Bajo el fascismo había una enorme confusión porque no existía una ley que castigara la homosexualidad, al menos una ley escrita. Es cierto que después de haber escrito el libro sí hay un capítulo que pensé podría haber añadido: uno dedicado a los escándalos homosexuales, que realmente eran escándalos políticos, sobre todo entre 1870 y 1950, que es cuando se empiezan a involucrar los medios de masas.


Inquietud Europea (INQUE): Califica a la bisexualidad de "autoengaño", de alarde en público "para hacerse los interesantes", incluso de mentira.
Paolo Zanotti: Esto es sólo para decir que, en cierto sentido, en los últimos treinta años las identidades se han vuelto más rígidas, y esto hace más difícil hablar de bisexualidad. Todavía hoy resulta imposible para un "bisexual" inscribirse en dicha categoría socialmente hablando. El problema es que la bisexualidad siempre ha sido bastante controvertida.


En Italia hay un ex periodista televisivo que se llama Alessandro Cecchi Paone que se autoproclama el último gay de Italia. Empezó diciendo que era bisexual, que "en estos momentos estoy con una mujer, pero no puedo excluir nada en el futuro". Durante un año ha hablado de ese modo y dos años después se ha convertido en uno de los grandes portavoces de los gays italianos. Ha escrito un libro con las cartas que ha recibido y ha empezado a trabajar para la primera televisión gay de Italia [Gay TV]. Y desde el punto de vista de los bisexuales, ha hecho mucho daño, porque ha utilizado esa estrategia inicial de ambigüedad para ocultar.


Creo que este caso forma parte de un movimiento general, relacionado con las políticas de occidente, que buscan siempre reforzar la identidad. Aunque los radicales cristianos de Europa tengan ese discurso tan radical, es cierto que todo tiende a hacerse más rígido.


Inquietud Europea (INQUE): ¿Sirve el libro para demostrar que la homosexualidad no es una manifestación puntual de ciertos escritores a lo largo de la historia, sino que existe una línea continua en torno a este tema?
Paolo Zanotti: Efectivamente, la literatura está tan presente en el libro porque es lo que hago para sobrevivir. Pero además creo que el elemento literario convierte al libro en algo más legible, más dinámico. Yo no soy un crítico literario, aquí simplemente utilizo la literatura y las vidas de los escritores para hacer visibles ciertas cosas. Las historias, al fin y al cabo, siempre tienen algo de la sociedad que las produce. Y la homosexualidad es algo que ha cumplido una función positiva y a la vez negativa.


El mito del homosexual-artista-maldito en cierto modo contribuía a encasillar a determinados personajes. Digamos que se les "permitía" ser homosexuales porque eran artistas malditos, o viceversa. Pero también hay aspectos positivos, porque un escritor homosexual siempre ha tendido a protestar contra ciertos cánones sociales, como una voz crítica dentro de la sociedad. Por otra parte, el homosexual de a pie estaba obligado a ser un genio maldito o nada.


En los años sesenta o setenta del siglo XX, la homosexualidad se convirtió en un modo de vida alternativo, y desde entonces los homosexuales se han aburguesado. A pesar del discurso queer sobre la identidad móvil, reinventarse… el problema es que es muy difícil vivir fuera del sistema de géneros de la sociedad en que se vive, a no ser que se sea una persona privilegiada o muy fuerte. Pero no mucha gente tiene esa posibilidad.


Inquietud Europea (INQUE: ¿Por qué aborda el lesbianismo tan tarde en el libro y lo hace en un único capítulo?

Paolo Zanotti: Quería hacer un capítulo aparte porque efectivamente me daba problemas. La mayor parte de los libros que tratan sobre la historia de la homosexualidad acaban por hablar únicamente de los hombres sin ni siquiera abordar el problema de las mujeres. Aunque el lesbianismo surge oficialmente de un movimiento de revuelta de las mujeres en el siglo XIX, es muy distinto de la homosexualidad masculina; porque dicho momento coincide con el momento en que las mujeres reclaman un papel en la sociedad.


Una de las dificultades de hacer una historia del lesbianismo es encontrar fuentes. Como decía Virginia Wolf: ¿Dónde están las mujeres en la historia de los genios de la humanidad? No me puedo imaginar a una mujer haciendo teatro en la época de Shakespeare, aunque estuviera tan bien dotada como él. Y una mujer no tenía la oportunidad, aun siendo lesbiana, de vivir su lesbianismo. Los hombres, aunque estuvieran perjurados, sí podían llevar esa doble vida aparte. Pero a pesar de las diversas prohibiciones que imponía la sociedad a las mujeres, resulta paradójico que la homosexualidad femenina esté más presente en la literatura en los siglos XVIII y XIX. ¡Eso es porque era literatura para hombres!


Inquietud Europea (INQUE): ¿Todavía existe mucha confusión entre los términos "lesbianismo" y "feminismo"?
Paolo Zanotti: Se ha llegado a identificar el lesbianismo como el enfoque práctico de la teoría feminista, y eso es un gran error. Ahora que las cosas son distintas, las lesbianas siguen siendo un movimiento un poco oscuro. En Italia es bastante difícil encontrar asociaciones culturales que se denominen lésbicas, son menos visibles.

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