- Preciado: ´Hay que abolir la mención al `sexo´ en el carnet de identidad´
- Faro de Vigo, 2008-02-09 # Rafa López · Vigo
La filósofa Beatriz Preciado defendió ayer en el Club FARO una nueva concepción de la sexualidad, entendida como el efecto de un conjunto de procesos de construcción cultural. Para la pensadora, profesora de Historia y Teoría del Cuerpo y de Teorías Contemporáneas de Género en la Universidad de San Denís (París), nociones como hombre y mujer, homosexual y heterosexual, "son obsoletas", por lo que "hay que abolir la mención `sexo´ en el carnet de identidad".
Preciado (Burgos, 1970) se apoyó en los planteamientos de Michel Foucault para afirmar que homosexualidad y heterosexualidad son nociones del siglo XIX. "Antes del siglo XIX no hay identidades sexuales, hay prácticas sexuales como la sodomía y la felación". La conferenciante, que vive a caballo entre Barcelona y París, argumentó que las identidades sexuales aparecen en el discurso médico y jurídico decimonónico "buscando establecer una continuidad estricta entre sexo y reproducción, para asentar el capitalismo en la familia heterosexual como núcleo de reproducción de capital social".
Autora del "Manifiesto contra-sexual", un libro considerado el "libro rojo" de la llamada "teoría queer", Beatriz Preciado experimentó en su propio cuerpo los efectos de la testosterona, considerada por los científicos la "hormona masculina", y que se administró durante ocho meses en dosis de 50 miligramos mediante un gel. Los resultados de su experiencia, así como sus conclusiones filosóficas, los ha recogido en su última obra, "Testo yonqui". Se trata de un experimento como "autocobaya" al estilo de los que llevaron a cabo Sigmund Freud con la cocaína y Walter Benjamin con el hachís.
"Yonqui" de testosterona
Para que a una mujer le sea prescrita la testosterona debe acudir a un psiquiatra y ser declarada "disfórica" de género, así como seguir un protocolo de cambio de sexo, sometiéndose a un proceso quirúrgico. "Prefería definirme como `yonqui´, como usuaria habitual de una sustancia prohibida, a ser calificada de disfórica", comentó. Además, el término "yonqui" del título lo tomó de la obra de William Burroughs.
"Testo yonqui" es también un "libro de duelo" por Guillaume Dustan, editor francés de su primera obra, y que al igual que autores como Hervé Guibert y Denis Cooper, utilizó la escritura para experimentar con su sexualidad. Esos capítulos del libro de Beatriz Preciado constituyen un "diario" de la vida sexual de la autora. "Hay muchas páginas que calificarán de absolutamente pornográficas", advirtió.
Beatriz Preciado se define como "transgénero", algo que va más allá de la masculinidad y de la feminidad. "Nunca me he considerado como un hombre o como una mujer, me he sentido disidente -explicó-. La idea de cambiar de sexo no me seducía, no me siento cómoda en ninguno de esos dos términos, los considero ficciones políticas".
Teoría "queer"
Alumna de Jacques Derrida, Beatriz Preciado está considerada como una de las principales activistas de la teoría "queer" en Europa. Este movimiento apareció en Estados Unidos a principios de los años noventa como reacción a las políticas de identidad gays y lesbianas que abogaban por la integración de las diferencias en la cultura heterosexual dominante.
Para Preciado, "toda identidad tiene efectos normativos, y por tanto, opresivos. Hay que ser crítico con cualquier identificación identitaria". Los partidarios de la teoría "queer" toman una injuria (la palabra significa "marica", "tortillera" o "raro", en inglés) "para oponerse a políticas gay que se hacían cada vez más naturalizantes, normalizantes". Matizó que no es contraria a la aprobación del matrimonio y de la adopción homosexual, pero sí del matrimonio como institución "burguesa, machista y normativa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario