- La aplicación de la Ley de Memoria sigue acabando con los vestigios de la dictadura
- Ayuntamiento e Iglesia, de acuerdo en retirar una placa franquista de la parroquia de Torrecilla (La Rioja)
- La aplicación de la Ley de Memoria Histórica, en vigor desde el pasado mes de diciembre, va haciéndose cada vez más patente y son muchas las localidades que poco a poco están retirando de sus calles y edificios los últimos vestigios del franquismo. Es el caso del municipio riojano de Torrecilla en Cameros, donde el Ayuntamiento consiguió sin ninguna dificultad la retirada de una placa conmemorativa hacia los caídos del bando franquista que estaba colocada en la fachada de la iglesia del municipio.
- El Plural, 2008-02-11 # V.V.
En Torrecilla en Cameros (La Rioja) ha bastado un mes para poner en marcha la Ley de Memoria Histórica con todas sus consecuencias: el pasado 31 de enero se retiró el último escollo franquista que quedaba en el municipio, una placa homenaje a los caídos falangistas colocada en la fachada de la iglesia parroquial. En esta ocasión, el alcalde socialista, Sergio Martínez, no ha encontrado ningún tipo de oposición, ni de otros grupos políticos ni de la propia jerarquía eclesial.
"No era procedente"
En declaraciones a El Plural, Martínez explicó que esta iniciativa ya había sido presentada en el ayuntamiento durante la primera legislatura de José María Aznar, aunque en aquella ocasión fue rechazada. “Ahora, desde la alcaldía y con la Ley de Memoria Histórica en vigor, estaba claro que había quitar esa placa, no era procedente que siguiera allí”, apuntó.
Facilidades desde la diócesis
Martínez aseguró que no ha tenido ningún tipo de oposición, ni siquiera por parte de la Iglesia riojana. “Se le pidió permiso a la parroquia, puesto que la placa estaba en su fachada, y ellos informaron a la diócesis, que no puso ninguna traba. Al contrario: al menos en La Rioja, la diócesis dio indicaciones a todas sus parroquias de que facilitasen la retirada de símbolos franquistas. Por su parte todo han sido facilidades”, expuso.
"Ni elemento ornamental ni arquitectónico"
El sacerdote de la localidad, Alejandro Pérez, también se mostró satisfecho con la retirada de la placa. “La placa la puso en su día el municipio, y era el municipio quien tenía que retirarla”, argumentó. Según explicó a El Plural, con la Ley de Memoria en vigor, no era posible mantener la placa, puesto que “no era ni un elemento ornamental, ni arquitectónico, ni de valor histórico o patrimonial”, y no formaba parte del templo.
En el cementerio
Según afirmaron, la placa será colocada ahora en el cementerio municipal. Martínez añadió a El Plural que está previsto elaborar otra placa que homenajee a los represaliados del bando republicano durante la guerra civil, aunque esta medida no tiene prevista aún una fecha inmediata.
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