- Cuba abre el armario
- La Vanguardia, 2008-05-19 # Fernando García · Corresponsal la Habana
El día contra la Homofobia se celebró en Cuba con un despliegue insólito. Se abrió así oficialmente el armario de los cambios que promueve Mariela Castro, la hija del presidente. Un transexual y dos gais nos contaron su visión y sus experiencias.
La bandera del arco iris ondeó el sábado por primera vez en la historia de Cuba. La enseña que simboliza el orgullo gay se desplegó en el centro de La Habana durante la jornada contra la homofobia, que reunió a cientos de personas. Todo un hito en un país que no por revolucionario deja de ser machista, y donde los gays fueron víctimas de persecución y castigo durante los años 60 y 70. Aunque no todo está superado, ahora es la hija del presidente del país, la directora del Centro de Educación Sexual, Mariela Castro, la que lidera la lucha por el reconocimiento legal y social de derechos a los homosexuales, las parejas gays y los transexuales. Una lucha que sólo se entiende escuchando a sus protagonistas directos. Hemos hablado con tres: un homosexual cubano, otro español residente en Cuba desde hace 15 años y una transexual de 35 que lleva 30 conquistando su identidad femenina.
"Los chicos me hacían horrores"
Ella se llama Bety porque así decidió llamarse cuando pudo. De sus atributos varoniles no queda ni rastro gracias a la operación que pudo hacerse en algún lugar que prefiere no decir. Sí le queda el recuerdo de una infancia de pesadilla. Un pasado que sólo su fuerza interior y la ayuda que presta y recibe del Cenesex le han permitido superar. "Mi infancia fue dura, como la de todas las transexuales. Siempre quise vestir de niña, pero no podía. Me metieron en el psicólogo a los 5 años. Por "amaneramiento", dijeron. En el colegio, los muchachos me hacían horrores".
Bety emprendió su propia revolución a los 12 años, cuando decidió salir a la calle con uno de los vestidos de sus hermanas que solía ponerse en casa. A los 18 recibió la citación para el servicio militar. Se presentó días después de la fecha señalada. "¿En qué puedo ayudarle, señorita", le preguntó el capitán. Ella le explicó y le mostró una carta del Cenesex que verificaba su condición transexual. "Estaba asombrado pero no puso problemas. Cuando me iba, me di la vuelta y ahí estaba medio comité militar, mirándome y señalando".
Bety se deshace en elogios a Mariela Castro. Asegura que "la represión de la policía contra los gays ha mermado", y precisa que muchas veces lo que se persigue es el escándalo y la circulación de drogas en fiestas frecuentadas por homosexuales. No obstante, Bety nos acompañó a la zona gay del malecón y allí asistimos a la detención de dos travestis. "El cambio es lento, pero avanzamos", comentó Bety.
"Lo que se sabe no se pregunta"
Cuba acaba de abrir la puerta para que los homosexuales puedan salir del armario. Domingo Vega Alfonso, de 51 años, master en educación física y profesor de masaje, lo hace en esta entrevista aunque en general no suele decirlo. "Si no me muestro, no tengo problema. A los que no actuamos como lo que llaman una loca no suelen molestarnos", señala. No es que la gente que le conozca ignore su orientación, pero "lo que se sabe no se pregunta".
Domingo afrontó su tendencia sexual cuando apenas tenía veinte años y era el líder de la Juventud Comunista en su escuela preuniversitaria. "Lo pasé mal. Tuve muchas novias. Hasta que un día no encontré y me fui con un chico. Al principio me sentí mal…". Ahora no es como entonces: "La gente de más de 50 años sigue siendo homófoba, en general. Pero cada vez hay más cubanos que nos aceptan. Lo que hace la hija de Raúl es muy valiente", dice Domingo.
"Faltan derechos"
Pero aún hay que ver los resultados de los cambios prometidos, opina otro gay, un diseñador español que reside desde hace 15 años en la isla. "Hoy no se persigue a los homosexuales en Cuba. Pero faltan derechos". Por un lado, "todo es más fácil y laxo porque el sexo está más presente en la vida". Por otro, los avances no acaban de llegar. Veremos".
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