2008/07/12

> Berria: Indarkeria > EL ASESINO CONFESO DE NAGORE RECONOCE QUE ESTABA "COMPLETAMENTE BORRACHO"

  • El asesino confeso de Nagore reconoce que estaba "completamente borracho"
  • Alega que fue "un accidente" y que no recuerda los hechos. Llamó a un amigo para decirle que tenía una "chica muerta" en su casa y que no se iba a entregar a la Policía
  • Noticias de Gipuzkoa, 2008-07-12 # Jorge Napal · Donostia

"Lo hice, aunque fue un accidente. No era mi intención". El pamplonés de 27 años imputado por el homicidio de Nagore Laffage, reconoció la noche del viernes la autoría del crimen ante la jueza de instrucción número 2 de Aoiz. "Él estaba muy borracho. No es que no supiera exactamente lo que hacía, pero lo que determinó el desenlace fue un absoluto exceso", detalló a este periódico el abogado defensor del presunto asesino, Eduardo Ruiz de Erenchun. La juez de Instrucción número 2 de Aoiz decretó de madrugada el ingreso en prisión y sin fianza de José Diego Yllanes Vizcay, que se encuentra en la cárcel provincial de Pamplona.


La magistrada se inhibió del caso poco después de levantar el secreto de sumario. Puesto que ha quedado demostrado que el crimen se cometió en la capital navarra, será el Juzgado de instrucción número uno de Pamplona el que se encargue del caso a partir de ahora.


El imputado, que "lleva cuatro días sin parar de llorar y absolutamente hundido", reconoció ser el autor de la muerte de la joven, a la que, según aseguró, no conocía con anterioridad. "Ha pedido mil veces perdón porque es consciente del daño causado", aseguró su abogado. Hay muchos momentos de esa madrugada que "no recuerda y no es capaz de explicar", aunque "ha reconocido que es el autor de la muerte de Nagore".


La juez se ha basado en las manifestaciones de dos testigos para corroborar la autoría del crimen. "Llamó a un amigo al que dijo que había realizado algo muy malo", detalla el escrito. Estaba borracho y, aunque "conscientemente" no había ingerido ningún estupefaciente, según relató, todo apunta a que se encontraba bajo los efectos de alguna sustancia.


Su abogado reconoció que no es consumidor habitual de drogas pero sí admitió a este periódico, sin ánimo de entrar en más detalles, que "hace años tuvo un problema similar, cuando una persona le metió algo en la bebida".


El caso es que la mañana del lunes 7, el encausado le contó a su amigo que se encontraba en el interior de su vivienda del barrio San Juan "una chica muerta" con la que había estado. No tenía ninguna intención de entregarse a la policía, ya que no quería "arruinar la vida de su familia", según confesó. Su amigo le sugirió que se entregara, pero él se negó.


Según informaron ayer a este periódico fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, ese testigo es quien se puso en contacto con las autoridades. Cuando agentes de la Policía Foral se personaron en la vivienda familiar, "los padres colaboraron en todo momento para localizar a su hijo".


Según consta en la resolución judicial, la tesis de que el imputado y la víctima estuvieron juntos la mañana del 7 de julio viene corroborada por la declaración de un testigo protegido, que afirma que coincidió con ambos sobre las 7.45 horas en el portal del domicilio de YllanesVizcay, en el barrio San Juan.


Para este testigo, por la forma en la que la víctima se dirigió al imputado, "no mantenían ningún tipo de relación, ni de amistad ni de pareja", aunque no se descarta que se conocieran por motivos laborales, puesto que él trabajaba como psiquiatra en la Clínica Universitaria de Navarra y ella era alumna en el mismo centro.


No es violencia de género
De momento, tal y como tipifica la ley, puesto que nada hace presumir que ambos mantuvieran una relación sentimental, este suceso no está catalogado como un delito de violencia de género.


De hecho, el caso se ha inhibido al juzgado de instrucción número uno de Pamplona, que es el que se encontraba de guardia de madrugada tras la toma de declaración, y no al juzgado sobre violencia de la mujer de la capital navarra.


Sobre el lugar del crimen no hay dudas. La juez apunta que está corroborado, tanto por la declaración del encausado como por la pruebas aportadas por la Policía Foral, que el estrangulamiento de la joven tuvo lugar en el domicilio de él, ubicado en el barrio de San Juan. Posteriormente, el criminal trasladó el cuerpo a la proximidades de Orondritz, en el valle navarro de Erro.


La despojó de las joyas que llevaba puestas, así como de la tarjeta de crédito. Todo ello, junto con un dedo que le amputó, lo ocultó en un lugar distante unos 80 metros del punto en el que apareció el cadáver, éste con ropa típica de Sanfermines y envuelto en unos plásticos. Efectivos de la policía se volcaron en las investigaciones y en torno a las 1.00 horas de la madrugada del martes detuvieron al homicida.


Los padres de José Diego Yllanes Vizcay, que colaboraron con la policía en la búsqueda de su hijo, han pedido perdón, a través de su abogado, a los allegados de la víctima al ser "conscientes" de que "ha sido una absoluta tragedia". Están "absolutamente consternados" porque saben que "no hay palabras para describir este hecho". El letrado expresó que, a partir de ahora, se centrará en "hacer la línea de defensa menos dañina, que es importante para con la víctima. Esperamos lograrlo", expresó.


Los resultados finales de la autopsia todavía están pendientes, así como las pruebas psiquiátricas a las que se deberá someter al imputado ordenadas por la juez. El proceso judicial será lento. La instrucción de un juicio por homicidio como éste, que será juzgado con jurado popular, suelen tardar en torno a un año. A partir de ahora comienza la investigación judicial.

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