2008/04/15

> Berria: Lesbofobia > CASTILLA-LA MANCHA: EL OBISPADO DE CIUDAD REAL AFIRMA QUE LA EXPULSION DE REY DEBE RESOLVERSE EN LA IGLESIA

  • El Obispado afirma que la expulsión de Rey debe resolverse en la Iglesia
  • La Diócesis asegura que «no es legítimo» interpretar «desde conceptos civiles ajenos a la fe católica» los estatutos de la Cofradía Virgen de la Encarnación, de la que excluyó a la lesbiana
  • La Tribuna de Ciudad Real, 2008-04-15 # P.V. · Ciudad Real

El Obispado del Ciudad Real aseguró ayer que el «conflicto» por la expulsión de la lesbiana María Rey de la Hermandad Virgen de la Encarnación de Abenójar tras su boda con otra mujer debe «resolverse en el ámbito del mismo Derecho Canónico». En un comunicado enviado a los medios, la Diócesis señala que «no es legítimo interpretar» los estatutos de esta cofradía «desde conceptos ajenos a la fe católica», ya que «están expresados en el lenguaje propio del Derecho Canónico».


En el texto explican que las hermandades «se rigen por un estatuto marco» dado por el obispo. «Al depender las cofradías de la Iglesia, los hermanos tienen que ser católicos bautizados, en plena comunión con la Iglesia, que aceptan libremente los compromisos derivados de su fe, y que se recogen en sus correspondientes estatutos», añaden.


«En el caso de la no aceptación pública y explícita, con palabras o con hechos, de los estatutos, el conflicto debe resolverse» dentro de las leyes de la Iglesia «en sus distintas instancias: hermandad, parroquia, Diócesis o, en su caso, los tribunales generales de la Iglesia Romana», aseguran en el comunicado.


El Obispado informa de que los estatutos de la Virgen de la Encarnación fueron aprobados el 20 de abril de 1985 y en el mismo texto agradece al sacerdote de Abenójar, a la comisión gestora y al resto de hermanos, «así como al pueblo en general, la normalidad con la que ha sabido preparar y realizar los actos en honor de su patrona, a pesar de las dificultades», en referencia al fin de semana pasado, cuando cerca de 200 personas vistieron camisetas en contra de la discriminación en la romería de la Virgen.


En el mismo comunicado, la Diócesis ciudadrealeña anima a «todos los fieles católicos a mantener su fidelidad a la Iglesia defendiéndola de los injustos ataques que periódicamente se siguen sucediendo» y piden: «A los hombres y mujeres de buena voluntad que no comparten nuestra fe ni costumbres, que se unan al esfuerzo para que podamos respetarnos y convivir en paz».


La Diócesis, a través de esta nota de prensa, se pronunció por primera vez sobre este asunto que fue adelantado en la edición del pasado 5 de abril de La Tribuna de Ciudad Real. El conflicto se generó en agosto de 2007, cuando el Obispado obligó a la junta directiva de la hermandad a cesar a María Rey como vicesecretaria de la misma y a expulsarla de la cofradía, a la que pertenecía desde que nació, por su «conducta manifiestamente escandalosa», según un escrito del vicario general, al casarse con la mujer con la que convivía desde hace más de quince años. Parte de la junta directiva dimitió al estar en contra de esta petición y la Diócesis nombró una comisión gestora, a la que Rey pidió la impugnación de su expulsión. Al no obtener ninguna respuesta, esta vecina de Abenójar presentó el pasado lunes una denuncia contra el obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, por un presunto delito de «coacciones».


Tras conocer el comunicado enviado por el Obispado, María Rey aseguró que su postura no iba a cambiar y recordó que «el Derecho Canónico también está sometido a la Constitución».

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