- La chica apaleada en Ermua y una agresora iban al mismo colegio
- 20 Minutos, 2008-02-21 # Unai Etxebarria
Son «conflictivas», según Educación. La atacante sufre desajuste familiar y no toma su medicación. Los 6 agresores son menores.
La chica de 15 años de Ermua víctima de una paliza a manos de seis menores estudiaba en el mismo centro escolar que una de las agresoras. Ambas eran chicas «conflictivas». La autora de la agresión tiene 16 años y sufre desajustes familiares. Está sujeta a medicación, aunque no la toma. Después del suceso, amenazó con suicidarse, tras recibir amenazas.
Son los datos que hizo públicos el Departamento de Educación ayer, en el mismo día en que se dio a conocer el suceso que ha creado gran conmoción social.
El pasado 10 de febrero (domingo), una adolescente de 15 años sufrió una brutal paliza en las canchas de un colegio, fuera del horario escolar. Seis menores le quemaron el pelo, le orinaron, le apalearon con una barra de hierro y pasaron con una moto sobre su rodilla.
Quedó grave y fue operada al día siguiente de su ojo izquierdo. Un chico que acudió en su auxilio fue linchado. La víctima recibió ayer el alta del Hospital Donostia, aunque a buen seguro será intervenida nuevamente.
Según explicaba ayer una vecina de Ermua, la paliza se debió a que la víctima «quitó el novio» a otra chica.
Agredida y agresora estudiaban en el Centro de Iniciación Profesional (CIP) de Mallabia. La autora de la agresión ha sido expulsada de este centro. Ayer volvió a vivir con su madre, ya que hasta entonces residía en un piso de acogida.
El pasado curso, la agresora registró «problemas de comportamiento y falta de integración» en la ikastola Anaitasuna.
Por eso, este curso iba a clases complementarias en el CIP, aunque seguía matriculada en la ikastola. Por su parte, la víctima es hiperactiva y su relación con los compañeros es «conflictiva», explicó ayer Educación.
Cuatro de los seis agresores son desconocidos por la víctima. La Ertzaintza busca a los autores. Un familiar dice que la chica está «muy afectada» y los padres, «destrozados».
«La gente se reía de los golpes»
«Por allí pasaba gente que incluso se reía con los golpes. A nadie se le pide que se meta en una pelea, pero ¿y llamar al 112?», se pregunta indignado un familiar de la víctima. El escarnio de la paliza ha conmocionado a la población. El alcalde de Ermua pidió ayer «prudencia» y recordó que se trata de un «hecho aislado» que podía haber ocurrido en cualquier otro lugar. Pidió que se esclarezcan los hechos. Además, se han abierto diligencias judiciales. El juez ha decretado secreto del sumario.
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