- Alertan en Navarra sobre el riesgo que supone que los jóvenes bajen la guardia ante el Sida
- Soitu, 2008-12-01 # EFE · Pamplona
Las prácticas heterosexuales de riesgo siguen siendo la principal vía de transmisión del VIH, según el Instituto de Salud Pública, que advierte de un descenso de las medidas de protección en los contactos sexuales especialmente entre los jóvenes, lo que podría acarrear un repunte de los contagios.
Estos datos han sido facilitados hoy por el Ejecutivo foral, con motivo de la celebración del Día Mundial del Sida, una jornada en la que ha querido alertar sobre la constatación de que la población navarra, en especial el sector joven, "está bajando la guardia en lo que se refiere a la protección en los contactos sexuales".
Si no se corrige esta tendencia se podría asistir a un "nuevo repunte de los contagios por VIH en los próximos datos", ha augurado.
En lo que va de año en el Hospital de Navarra, centro de referencia en el tratamiento de esta enfermedad, se han diagnosticado 22 nuevos casos de Sida y 27 de infección por VIH, cifras similares a las de los últimos años.
Por sexos se observa un incremento en el número de mujeres afectadas, ya que, según el informe de Salud Pública, de los 166 casos diagnosticados por el VIH entre 2003 y 2007, el 35 por ciento fueron mujeres, mientras que diez años antes ese porcentaje era del 27 por ciento.
Entre los hombres predominó la transmisión heterosexual (46 por ciento), seguida por la homosexual (24 por ciento) y en tercer lugar el uso compartido de material para la inyección de drogas (21 por ciento). Entre las mujeres el predominio de la transmisión heterosexual fue mucho más marcado (78 por ciento) y la transmisión asociada al consumo de drogas inyectadas supuso el 12 por ciento.
En cuanto al origen de las personas infectadas se observa un marcado descenso de diagnósticos entre la población navarra. El 45 por ciento de los diagnósticos de VIH en el citado periodo se realizaron en personas originarias de otros países.
Respecto a diagnósticos y muertes por Sida, se observa un pronunciado descenso que se inició a partir de 1996 con la introducción de la terapia antirretroviral combinada. Así frente a las 67 personas que murieron ese año debido al Sida, en 2007, el año con menor mortalidad, fallecieron siete, y en los años anteriores la cifra osciló entre 16 y 11.
A pesar de esta tendencia favorable todavía se siguen produciendo infecciones, por lo que el Instituto de Salud Pública insiste en la necesidad de mantener "todas las precauciones para evitar la transmisión", unas medidas que son precisas incluso entre personas ya infectadas para evitar un empeoramiento de la situación.
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