- Muere a los 37 años el teórico y activista Paco Vidarte
- Dos Manzanas, 2008-01-29
El teórico y activista Paco Vidarte, de 37 años y autor de libros como ‘Ética marica‘, ha fallecido esta mañana en Madrid como consecuencia de un linfoma asociado a su infección de VIH, según han informado fuentes cercanas. El propio Vidarte explicó abiertamente en su blog que había sido diagnosticado de un linfoma y que se encontraba en tratamiento con quimioterapia para intentar superar la enfermedad.
Vidarte era doctor en Filosofía (premio extraordinario de licenciatura), tenía un master en Teoría Psicoanalítica por la Universidad Complutense y era profesor titular de la Facultad de Filosofía de la UNED. Además de ‘Ética marica’, era autor o coautor de libros como ‘Derritages’, ‘Filosofías del siglo XX’, ‘Marginales. Leyendo a Derrida’, ‘Homografías’ o ‘Teoría Queer: políticas bolleras, maricas, trans, mestizas’, entre otros.
En su página web podéis encontrar un completo repaso por su obra y su trabajo, incluyendo una recopilación de textos de teoría queer, algunos de ellos con descarga directa en PDF o un link a la web del curso de Teoría Queer que se impartió en la UNED de 2003 a 2005.
Desde DM damos el pésame sus familiares y amigos. Como improvisado homenaje, os proponemos recuperar una cita de Vidarte en ‘Ética marica’, enviada por uno de sus amigos, Javier Sáez, en una carta a DM:
“Si nos parece evidente e indiscutible que a todo hetero se le debe exigir que no sea homófobo, ¿acaso a nosotras nos basta con ser lesbianas para que ya nadie tenga derecho a exigirnos nada?, ¿basta con ser trans para tener el cielo de la militancia ganado?, ¿basta con ser marica para que nadie pueda exigirnos ya ningún tipo de compromiso ni de solidaridad? ¿Constituye una justificación suficiente el hecho de ser gay para no tener que asumir más responsabilidades con la sociedad ni con otro tipo de injusticias que nada tienen que ver con la homofobia? Soy marica, luego estoy salvada. Soy marica, pero me caso. Soy marica, luego exenta de ser solidaria. Soy marica, luego justificada para no preocuparme más que de mi culo. No basta con ser marica para que tu existencia esté justificada. No basta con ser marica para que se te considere un tío legal. No basta con ser pobre, negro, bollera, parado, trans, proleta, sin techo para poder pasar del resto de la gente porque bastante tenemos con ser negros, pobres, maricas como para preocuparnos por los demás, aparte de que no se metan con nosotros. No basta con que te pisen el cuello por maricón o por negro para que tú encuentres justificado pisar por tu parte otros cuellos más débiles que el tuyo, o igualmente vulnerables, sólo que por otros motivos. No basta con ser trans o bollera para poder comportarte sin complejos como una auténtica hija de perra y pisar a otras trans, a otras bolleras, a otros emigrantes porque en algún aspecto de la vida te encuentras por encima de ellos. Que te pisen el cuello por maricón no es justificación para que, como maricón, le pises el cuello a la ecuatoriana que limpia tu casa.
Si algo así como una Ética LGTBQ es pensable y deseable, ha de partir del hecho de que la lucha contra la homofobia no puede darse aisladamente haciendo abstracción del resto de injusticias sociales y de discriminaciones, sino que la lucha contra la homofobia sólo es posible y realmente eficaz dentro de una constelación de luchas conjuntas solidarias en contra de cualquier forma de opresión, marginación, persecución y discriminación. Repito. No por caridad. No porque se nos exija ser más buena gente que nadie. No porque tengamos que ser Supermaricas. Sino porque la homofobia, como forma sistémica de opresión, forma un entramado muy tupido con el resto de formas de opresión, está imbricado con ellas, articulado con ellas de tal modo que, si tiras de un extremo, el nudo se aprieta por el otro, y si aflojas un cabo, tensas otro. Si una mujer es maltratada, ello repercute en la homofobia de la sociedad. Si una marica es apedreada, ello repercute en el racismo de la sociedad. Si un obrero es explotado por su patrón, ello repercute en la misoginia de la sociedad. Si un negro es agredido por unos nazis, ello repercute en la transfobia de la sociedad. Si un niño es bautizado, ello repercute en la lesbofobia de la sociedad“.
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