- Imputados por homicidio los dos menores del crimen de Ripollet
- La policía sospecha que sólo uno atacó a la niña tras un desengaño amoroso
- El País, 2008-11-04 # Jesús García . Barcelona
Los vecinos aún no se explican el porqué del brutal crimen. Ayer, día festivo en Ripollet, unas mil personas se concentraron en el descampado donde la menor fue asesinada. Armado con una navaja, uno de los jóvenes rajó el cuello de María Dolores y le propinó golpes en la cara con un palo que halló en la zona, mal iluminada y situada a escasos 30 metros de la comisaría. Entre los manifestantes había amigos y compañeros de clase de la víctima, informa Ivanna Vallespín. Los jóvenes exhibieron fotografías de los presuntos verdugos y exigieron justicia.
Sergio y María Dolores eran compañeros de clase en el instituto Can Mas. Cursaban segundo de ESO. Se conocían desde hacía tres años y vivían en el mismo barrio. A menudo chateaban por ordenador e intercambiaban mensajes de móvil. El viernes, cerca de la medianoche, Sergio llamó al interfono de la casa de la niña, que ya estaba durmiendo. En pijama y zapatillas, María Dolores dijo a su familia que volvería en cinco minutos. Pero no regresó. Ambos, junto a Luis, caminaron hasta el descampado.
Los Mossos sospechan que el asesinato no fue premeditado, sino fruto de un "arrebato" del muchacho, que estaba "colado" por la niña y no había logrado el propósito de salir con ella. Al día siguiente, Sergio y Luis disputaron un partido de fútbol (juegan en un equipo de la localidad) y, por la tarde, acudieron a comisaría acompañados por unos amigos. Confesaron. Después, ante la fiscalía, Luis dijo que él "sólo miraba" e inculpó al otro niño. Sergio asumió su responsabilidad de forma "fría" y "consciente".
Tras un examen preliminar, el forense practicó ayer la autopsia al cadáver de María Dolores. Ningún indicio revela que la niña fuera víctima de algún tipo de abuso sexual, confirmaron fuentes policiales y judiciales. La niña sí recibió diversas puñaladas en el cuerpo.
La policía analiza los ordenadores para recuperar las conversaciones vía messenger entre Sergio y María Dolores. La fiscalía también investiga el suceso para determinar si hubo ensañamiento y, en su caso, cambiar la imputación de homicidio a asesinato. Por homicidio, los menores se enfrentan a una pena máxima de ocho años de internamiento.
Un miembro del consejo escolar del IES Can Mas explicó que no se había registrado ningún incidente con los menores arrestados. El Ayuntamiento de Ripollet decretó dos días de luto oficial y ofrecerá ayuda psicológica a la familia de la víctima.
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