- La pareja gay traerá sus hijos a España para forzar su reconocimiento legal
- La pareja con los niños de madre de alquiler se arriesga a que decreten su repatriación
- Levante, 2008-12-02 # José Parrilla · Valencia
Si no cambian las cosas en los próximos días, el matrimonio gay que ha tenido mellizos en Estados Unidos por el método del vientre de alquiler traerá los niños a Valencia como ciudadanos extranjeros aún a riesgo de que pasados tres meses queden en situación de irregularidad y puedan ser repatriados por las autoridades españolas. La idea es, una vez en España, iniciar un procedimiento judicial en nuestro país para evitar esa posibilidad y conseguir darlos de alta como hijos suyos.
Después de evaluar todas las vías para tener un hijo este matrimonio valenciano viajó a San Diego (California) y recurrió a lo que técnicamente se llama gestación por subrogación (madre de alquiler). Al octavo mes de embarazo de la mujer pasaron un "juicio de familia" tras el cual el juez les asignó la paternidad de los niños que habrían de nacer, como así quedó reflejado en el Registro Civil norteamericano en el momento de nacer, hace ya cerca de un mes.
El problema vino a la hora de trasladar a esos niños a España. La legislación de nuestro país no acepta la gestación por subrogación y no reconoce la paternidad del matrimonio valenciano, de manera que no los inscribe en nuestro Registro Civil ni les da la nacionalidad española, lo que, a los efectos, significa que no les dan visado de entrada en nuestro país.
Ante esta situación, la pareja ha presentado un recurso ante la Dirección General de los Registros y del Notariado basado en el hecho de que el registro español debe limitarse a aceptar, como así lo establece la legislación internacional, lo que hayan dado por bueno registros de otros paises.
La mejor alternativa
Pero no las tienen todas consigo y por si este recurso fracasa ya tienen preparado una alternativa, que es que los niños viajen a España como ciudadanos norteamericanos. Según el senador socialista Andrés Perelló, quieren hacerlo, además, antes de las Navidades, ya que quieren pasarlas con la familia y también se les acaba a ellos su tiempo legal de permanencia en California.
Para Estados Unidos no hay problema porque tienen pasaporte y padres reconocidos que viajan con ellos; y para España tampoco porque son ciudadanos americanos que viajan acompañados de personas legalmente reconocidas en sus pasaportes. El problema es que como no están inscritos en nuestro Registro Civil ni tienen la nacionalidad española no tienen visado para quedarse en España y a los tres meses, cuando caduque la exención de visado que tiene todo extranjero, pasarán a ser inmigrantes irregulares susceptibles de ser detenidos y repatriados.
El matrimonio está dispuesto a correr este riesgo e iniciar un procedimiento judicial desde España que, primero, paralice esa posibilidad de repatriación, y, segundo, permita inscribir a los pequeños como hijos suyos, que es el objetivo final.
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