- Un grupo de jóvenes evita que un hombre ahogue a su esposa
- La víctima, arrastrada a la fuerza hasta una playa de Chipiona, pudo pedir ayuda a gritos mientras forcejeaba con su marido
- El Diario Montañés, 2008-08-12 # Silvia Tubio
Unas personas anónimas, que estaban agotando la noche chipionera en los bares de copas que se encuentran frente a la playa de Regla, en Chipiona, se convirtieron en el ángel de la guarda de una vecina de Talavera de la Reina (Toledo), que fue agredida por su marido en la orilla, donde trató de ahogarla tras una fuerte pelea. La intervención de estos jóvenes impidió que unas lesiones leves fueran a mayores y, además, retuvieron al agresor hasta que la Guardia Civil llegó para hacerse cargo de él.
El episodio violento se produjo pasada las cinco de la mañana del pasado domingo. Javier D. G., de 43 años y vecino de la citada localidad toledana, estaba manteniendo una fuerte discusión con su mujer, a la que insultó y mediante empujones la llevó hasta la playa, según pudo relatar la propia víctima.
Cuando ambos estaban ya en la orilla, el detenido la agarró con fuerza por el cuello y le introdujo la cabeza en el agua. Durante el forcejeo entre víctima y agresor, la mujer pudo pedir ayuda a gritos y sus llamadas de auxilio fueron oídas por un grupo de jóvenes que estaba de marcha a escasa distancia de donde se producía la presunta agresión.
Su intervención no sólo puso fin al ataque que estaba sufriendo la víctima, los jóvenes también redujeron a Javier D. G., quien había intentado escapar de la zona cuando vio llegar a los chicos. El hombre fue retenido mientras asistían a la mujer y alertaban a la Guardia Civil, que envió a una de sus patrullas. Javier D. G. fue llevado al cuartel donde permaneció en los calabozos hasta que en el día de ayer fue trasladado a los juzgados de Sanlúcar, donde quedó a disposición judicial. Tras declarar ante el juez, éste acordó su puesta en libertad con cargos y dictó una orden de alejamiento que le impide acercarse a su víctima.
La mujer fue trasladada al centro de salud de Chipiona, donde ingresó aquejada de una crisis de ansiedad y varias contusiones. Su pronóstico no era preocupante, pero los facultativos decidieron derivarla hasta el hospital Virgen del Camino de la localidad, donde le iban a realizar pruebas complementarias que descartaran daños interiores que pudieran haber sido producidos por los golpes, confirmaron fuentes del SAS. Al cierre de esta edición permanecía ingresada.
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