- Denuncian que obreros del segundo cinturón de Donostia trabajan como "esclavos"
- Son inmigrantes que soportan jornadas laborales de 12 horas, de lunes a sábado.LAB dice que cobran un sueldo inferior al que les corresponde y desempeñan su actividad bajo una "importante presión"
- Noticias de Gipuzkoa, 2008-05-19 # Aitor Anuncibay · Donostia
Trabajadores extranjeros llegados de otras zonas del Estado para llevar a cabo las obras del segundo cinturón de Donostia, entre Usurbil y Errenteria, sufren una situación laboral "cercana a la esclavitud" debido al excesivo número de horas que se ven obligados a cumplir en la construcción de esta carretera, con unos salarios inferiores a lo que les debería de corresponder.
El sindicato LAB ha denunciado que "a excepción de los encargados", la mayoría de trabajadores son inmigrantes, a quienes se les aplican convenios como el portugués, cuando deberían regirse por el guipuzcoano, dado que desempeñan sus labores en este territorio.
Por ello, esta central sindical ha interpuesto una denuncia en la Inspección de Trabajo por este motivo y ha informado al Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa sobre las condiciones de estas personas, venidas de Portugal, Rumanía, Moldavia, Marruecos y Argelia, entre otros países.
"Además de la gravedad que ya se supone a unos salarios mucho más bajos, hay otros factores que agudizan una situación penosa: una gran cantidad de horas extraordinarias, con jornadas diarias de 10 a 12 horas de lunes a sábado y bajo una importante presión para terminar los trabajos rápido", denuncia el responsable del área de Construcción de LAB, Mikel Del Valle.
Según los datos recabados por este sindicato tras la denuncia de un trabajador moldavo, los obreros con categoría de oficial de primera cobran por hora 8,75 euros las primeras nueve y, a partir de la décima, 10,50. Estas condiciones se mantienen "siempre y cuando vayan a trabajar todos los días", porque si faltan un día se les baja a 8,50.
Sin embargo, Del Valle argumenta que, si se les aplicase el convenio guipuzcoano, deberían percibir 11,76 euros la hora y por el plus extrasalarial 12 euros, mientras que a partir de la octava hora su remuneración debe subir hasta los 25 euros.
"Estos obreros saben muy bien que, ante cualquier reclamación o interpelación, junto con la finalización del contrato, además de la pérdida del trabajo tienen el peligro de perder el techo bajo el que duermen y, en más de un caso, tener que volver a su país de origen", resalta Del Valle.
LAB apunta a la responsabilidad directa de las constructoras involucradas en este proyecto agrupadas en una Unión Temporal de Empresas (UTE) cuyo objetivo al presentarse al concurso de adjudicación convocado por la Diputación es realizar "una buena gestión de la subcontratación" de los trabajos a otras empresas, buscando "lo más barato que encuentran para "llenar sus bolsillos".
LAB recuerda que la construcción del segundo cinturón de Donostia se encuentra dentro del Plan de Gestión 2007-2011 de la Diputación de Gipuzkoa, a través de Bidegi, por lo que la Diputación tiene "responsabilidad directa en todo lo que se refiere a la obra".
Fuentes del Ejecutivo foral, sin embargo, resaltaron que la precaria circunstancia que viven estos inmigrantes "no es cuestión de la Diputación" ya que "no trabajan" para ella.
Tráfico de trabajadores
Las empresas adjudicatarias para construir esta carretera son Altuna y Uria, Galdiano, Moyua y Amenabar, que constituyeron la UTE Bigarrena. A su vez, esta agrupación subcontrató unidades de obra a la UTE Gubi, formada por Galdiano y Altuna y Uria, y Menditxo, constituida por Moyua y Amenabar. Del Valle calcula que Menditxo realizó, por lo menos, otra subcontratación a una empresa de Portugal.
"Creemos que hay una especie de tráfico de trabajadores que entran por Barcelona, los remiten a Portugal, donde los contratan y los traen aquí", protesta Del Valle.
LAB sostiene que la legislación extiende "la responsabilidad solidaria" a todos los empresarios involucrados en la cadena.