- Tailandia: baños para transexuales
- BBC News, 2008-07-30 # Jonathan Head
Con un espacioso terreno rodeado de árboles y sus aulas un tanto desgastadas, no hay nada inusual acerca de la escuela secundaria de Kampang.
Está situada en la empobrecida Tailandia nororiental y la mayoría de sus alumnos son hijos de agricultores.
Cada mañana, a las 8:00, se reúnen fuera del edificio para entonar el himno nacional y observar el izamiento de la bandera.
Luego de esta ceremonia tienen la oportunidad de ir a los sanitarios antes de encaminarse a la primera clase del día.
Kampang se siente orgullosa de sus baños que, inmaculados y rodeados de florecientes plantas tropicales, se han adjudicado premios nacionales por su limpieza.
Pero hay algo más acerca de estos baños. Entre los de las señoritas y los muchachos hay una puerta intermedia con un signo que muestra una figura mitad mujer y mitad hombre en rojo y azul.
Es el baño para los transexuales. Desde afuera se puede ver frente a los espejos algunos chicos decididamente afeminados arreglándose el pelo y aplicándose crema en sus rostros.
"Incómodas"
El director de la escuela, Sitisak Sumontha, estima que entre un 10% y 20% de los muchachos en cada curso se considera a sí mismo transexual, o sea que se sienten identificados como mujeres.
"Cada vez que iban a los baños de los varones eran objeto de burlas, por lo que comenzaron a usar los baños de las chicas", explica.
"Pero esto hizo hizo sentir incómoda a las muchachas y a estos chicos infelices, algo que comenzó a afectar su rendimiento escolar", añade.
La escuela entonces propuso construir un baño exclusivo para los chicos transexuales, una idea que fue muy bien recibida por todos.
"No es un juego"
Triwate Phamanee es un adolescente de 13 años de cuerpo apenas desarrollado quien está seguro de que algún día se someterá a una operación de cambio de género.
"No somos muchachos", me dice. "Por lo tanto no queremos usar el baño de los varones. Queremos que sepan que nosotros somos transexuales".
Vichai Saengsakul, de 15 años, coincide con él.
"La gente necesita saber que la condición de transexual no es un juego. Es la forma en que nosotros vivimos. Y es por esto que estamos agradecido con lo que la escuela hizo por nosotros", dice.
Trato normal
Los chicos transexuales de Kampang tienden a mantenerse siempre en grupo, practicando lo que de algún modo parecen ser exagerados amaneramientos femeninos y por lo general parodiandose entre ellos.
Todavía deben usar uniformes masculinos y aunque el maquillaje no está permitido, algunos logran pasar disimulados con un pequeño toque de lapiz labial y máscara facial.
Por supuesto, a esta edad, cualquier idea de intervención quirúrgica para cambiar el sexo está totalmente descartada: el más joven transgenérico autodeclarado tiene 12 años.
Por lo demás, parecen recibir un trato perfectamente normal por parte de los otros alumnos y los maestros.
Le pregunto al director si estos chicos no son demasiado jóvenes como para tomar decisiones acerca de su género.
Me responde que en sus 35 años de trabajo en el sistema educativo tailandés, encontró a muchísimos chicos de este tipo y nunca cambiaron. Muchos se operan cuando llegan a adultos y otros permanecen como gays, me dice.
Especialidad
Tailandia se hizo famosa por su tolerancia a los hombres transgenéricos los que se pueden ver normalmente en la vida cotidiana del país.
Las operaciones de cambio de sexo se han convertido en una especialidad de la industria tailandesa de la salud y son relativamente baratas. Pacientes de todo el mundo llegan aquí para someterse a este tipo de intervenciones.
Por esto, la iniciativa de la escuela de Kampang, en lugar de generar controversia lo que ha hecho es abrir la discusión en otros establecimientos educativos sobre la necesidad de tener este mismo tipo de instalaciones sanitarias.
El hecho de que entre un 10% y 20% de los alumnos de una escuela secundaria de provincia se autoproclamen transexuales parece una tasa muy elevada.
Sitisak me asegura que, en su experiencia, esto no es inusual, algo que devuelve a mi cabeza una pregunta que siempre me rondó desde la primera vez que llegué a Tailandia, hace siete años: ¿Por qué tantos hombres tailandeses quieren convertirse en mujeres?
"Dulce y suave"
Le llevo esta pregunta a Suttirat Simsiriwong, quien se convirtió en activista por los derechos de los transgenéricos luego de que el año pasado le prohibieran ingresar a la discoteca de un hotel internacional en Bangkok.
Elegante, elocuente y por sobre todo muy femenina, hace muy difícil pensar que no nació como una mujer.
"Quizás la cantidad de gays, de gente con cuestiones de identidad sexual, sea la misma que en cualquier otro país", me dice Suttirat y agrega:
"Pero debido a que la sociedad y la cultura tailandesa tiende a ser muy dulce, muy suave y los hombres pueden llegar a ser realmente femeninos, si tenemos tendencia a ser gay, entonces muchos prefererimos ser transgenéricos".
Entonces, le pregunto, ¿construir baños especiales en las escuelas permitirá que haya una mayor aceptación hacia los transexuales?
"A esta edad es bueno que tengan un lugar específico para ellos", me responde.
"Pero una vez que se gradúen ya sea de la escuela o la universidad, sabrán cómo obtener tratamiento médico. No necesitarán ir a un baño para transgenéricos porque querrán ser aceptados como mujeres, por lo que irán al baño de damas".
La tolerancia -reflexiona Suttirat- no es lo mismo que la aceptación.
A pesar de este elevado perfil en la sociedad, los transexuales de Tailandia se quejan de que todavía son estereotipados.
Sostienen que les resulta fácil encontrar trabajo en la industria del entretenimiento, de la belleza, los medios de comunicación o como prostitutas. Pero sin embargo les resulta mucho más difícil convertirse en abogadas o inversionistas.
Pero su mayor protesta es que no pueden cambiar su estatus legal. El año pasado los legisladores rechazaron una propuesta de introducir en la nueva constitución la autorizarlos a cambiar de género en sus documentos de identidad.