- Harvey Milk, la esperanza de los parias gays
- Frecuencia Gay, 2008-11-04
Milk nació y creció en Nueva York, donde aceptó su homosexualidad siendo adolescente, pero mantuvo sus relaciones sexuales en secreto y con discreción hasta convertirse en adulto. Su experiencia en la contracultura de la década de 1960 le permitió abandonar muchos de sus puntos de vista conservadores sobre la libertad individual y la expresión de la sexualidad. Fue asesinado a los 38 años, sólo trabajó durante 11 meses en un cargo del Estado como concejal, período en el que luchó por las libertades de las personas homosexuales y por construir un legado capaz de conmover a todas y todos. Su vida se traslada al cine en una lanza a favor de los derechos LGTB que la férrea moral de Hollywood siempre ha mirado bajo el prisma de la lejanía o del tabú. Tuvo que venir Angy Lee con Brokeback Mountain para que se tratara el tema con mayor profundidad. Antes algunos directores han realizado guiños a esta temática como el Alejandro Magno de Oliver Stone o Philadelphia, dirigida por Jonathan Demme. Películas hay muchas pero ninguna alcanza los circuitos del estrellato de la meca del cine norteamericano.
En la película sobre la vida de Harvey Milk, Penn dibuja a un hombre inquieto, descarado, directo, animado y extravagante que fue conocido por sus convecinos como el “Alcalde de la calle Castro”, vecindario con una masiva inmigración de hombres y mujeres homosexuales en el que residió y trabajó el político. Harvey Milk era puro desborde, involucraba a todo el barrio en sus acciones y en sus campañas, tenía el apoyo de las viejitas que lo adoraban, sabía manipular a la prensa, hacía escándalos si era necesario, logró seducir a los duros y viriles sindicatos, repartía panfletos él mismo, se instalaba en las esquinas a darle la mano a la gente y conversar. Gracias a su creciente popularidad, dirigió el movimiento gay en feroces batallas contra las iniciativas políticas antigays. Milk fue elegido supervisor en 1977 después de que San Francisco reorganizara su procedimiento electoral para elegir representantes de barrios.
Las dos primeras ordenanzas firmadas por Milk fueron prohibir la discriminación basada en la orientación sexual y obligar a los ciudadanos a recoger los excrementos de sus perros o serían multados. Enseguida se enfrentó a la Iniciativa Briggs, un caso parecido al de la Propuesta 8 que se vota ahora en California. John Briggs, senador por el estado, proponía que se mantuviera la discriminación por orientación sexual en cuanto a los maestros. Y agitó el fantasma de la pedofilia. Milk salió a enfrentarlo públicamente junto a la activista lesbiana Sally Gearhart. A fines de noviembre de 1978, la Iniciativa Briggs perdió las elecciones, y fue todo júbilo. Milk pronunció, en el Castro, su discurso más famoso: “Todos los gays deben salir del armario, por difícil que sea. Cuando se den cuenta de que somos realmente sus hijos, que estamos en todas partes, todas las mentiras y los mitos se acabarán para siempre”. Esa misma semana, el conservador enemigo político de Harvey Milk, Dan White, renunció.
El 27 de noviembre de 1978, Milk y el alcalde George Moscone, fueron asesinados por Dan White, otro supervisor de la ciudad que había dimitido recientemente y quería su puesto de vuelta. Tanto la elección de Milk como los sucesos que siguieron a su asesinato, demostraron una liberalización de las actitudes ciudadanas y conflictos políticos entre el gobierno de la ciudad y una fuerza policial conservadora. Por lo menos, su vida ha sido un ejemplo.
Milk se ha convertido en un icono para la ciudad de San Francisco, un mártir por los derechos de los gays. Mientras que las clases políticas dirigentes de la ciudad insistían en que los gays debían colaborar con los políticos liberales y contenerse en la lucha por sus objetivos, Milk animaba abiertamente a los gays a emplear su creciente poder en la ciudad y a apoyarse entre sí. Su fin era dar esperanza a los parias gays en todo en país. En 2002 se le consideró el funcionario LGBT más famoso y cuya actitud abiertamente gay haya sido tan significativa de todos los electos en los Estados Unidos. ¿Qué diría Harvey si Obama se convierte en el nuevo Presidente norteamericano?. Con toda seguridad se hubiera sumado al “Podemos” del líder afroamericano en la defensa de las libertades civiles.
Por convencer, la figura de Milk encandila a todos hasta el propio y ultraconservador, Arnold Schwarzenegger, gobernador de California contrario a los matrimonios gays, que presentaba un proyecto de ley por el cual el aniversario del activista gay Harvey Milk sería un día conmemorativo.
Tendremos que esperar hasta el mes de febrero próximo para poder ver la peli en nuestro país pero estaremos muy atentos. Para ir abriendo boca os recomiendo que veáis el documental de Robe Epstein que en el año 1984 se llevó un Óscar, además de otros reconocimientos como el Sundance, sobre la vida de este activista titulado: The Times of Harvey Milk. Buen tipo, este Milk.