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2008/12/23

> Berria: Nazismoa > RUDOLF BRAZDA, SUPERVIVIENTE DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACION NAZIS, CUENTA SU EXPERIENCIA

  • Superviviente homosexual de los campos de concentración nazis cuenta su experiencia
  • Dos Manzanas, 2008-12-23 # Flick
Rudolf Brazda, el último superviviente homosexual de los campos de concentración nazis del que se tiene noticia, ha concedido una entrevista a la revista francesa Têtu, que publica completa su última edición en papel. Brazda, de 95 años de edad, cuenta por primera vez detalles de su horrenda estancia en el campo de Buchenwald.

“La forma como los nazis nos trataban a los del triángulo rosa no se puede explicar” comenta Brazda. “No tenían la más mínima piedad”. En concreto, en el campo de Buchenwald, los homosexuales, considerados “anormales”, eran agrupados junto a las personas con deficiencias mentales y eran utilizados como cobayas humanas en experimentos médicos.

Los presos homosexuales en los campos de concentración tenían además que soportar el desprecio del resto de presos. Según Pierre Seel, que murió en 2005, “los homosexuales eramos los más débiles, ocupábamos el lugar más bajo”. Por si fuera poco, mientras el resto de supervivientes del holocausto nazi pudieron celebrar el fin de la guerra, en el caso de los homosexuales ni siquiera fue así. La mayoría se vieron obligados a guardar silencio sobre su experiencia dado que la homosexualidad continuaba penalizada en muchos países.

Brazda no había hecho pública su condición hasta el pasado mayo, cuando participó en los actos de inauguración del Monumento berlinés a las víctimas homosexuales del nazismo, atacado hace pocos días. Preguntado por Têtu sobre porque no había hablado hasta ahora, Brazda es claro: “nadie se ha preocupado antes por esta tragedia”.

2008/12/08

> Berria: Historia > OSCAR WILDE GANA EL JUICIO DESPUES DE MUERTO

  • Oscar Wilde gana el juicio después de muerto
  • El descubrimiento de las actas judiciales del caso que llevó a Wilde a la cárcel se ha convertido, más de un siglo después de su muerte, en su mejor obra póstuma
  • Público, 2008-12-08 # Carlos Pardo · Madrid

La anécdota no pasaría de turbulenta historia familiar, si no fuera porque uno de los implicados era el genial escritor Oscar Wilde (1854-1900). Lo que pudo ser un drama de honor durante el hipócrita reinado de la Inglaterra victoriana, se convirtió en algo de mayor importancia: un juicio al arte moderno con resonancias universales. Y por añadidura, aunque Wilde no pudiera verlo entonces, uno de los hitos de la lucha homosexual contra el moralismo homófobo.


La historia es sencilla. Marzo de 1895. El padre del joven Alfred Douglas, Bosie, no ve bien que su hijo se relacione con el esteta irlandés y menos aún conociendo los rumores que envuelven a la pareja, ingeniosa y de gran popularidad en todo Londres, dos dandys... Este padre, lord y marqués de Queensberry, hombre escéptico de un siglo materialista e inventor de las reglas del boxeo moderno, deja una nota en el club que Wilde frecuenta. "Para Oscar Wilde, ostentoso somdomita [SIC]".


El poeta no hubiera dado un paso más allá de romper la nota, añadiéndole alguna sarcástica respuesta a la falta de ortografía, si su querido Bosie no hubiera insistido en darle una buena tunda legal a su padre. Ya empezaba a estar harto del carca.


Así, el juicio que en principio se llevó adelante contra la calumnia del marqués, gracias a algunos ingredientes de la sociedad victoriana (y porque el ingenioso esteta se pasó de listo en su defensa de la "amoralidad" del arte) se convirtió en un juicio contra el propio Oscar Wilde, acusado del "peor de los pecados". Un juicio que condenó al más brillante de los escritores británicos de su época a dos años de trabajos forzados en la cárcel de Reading.


La voz de su nieto
Lo cuenta Merlin Holland, nieto y biógrafo de Wilde, en El marqués y el sodomita (que acaba de publicar Global Rhythm), un apasionante libro que recupera las actas judiciales de uno de los casos más célebres del siglo XIX.


¿Apasionantes unas actas judiciales? Si el protagonista es aquel que dijo que la naturaleza imita al arte, haremos bien en esperar de este libro todo el ingenio que Wilde desplegó en sus célebres epigramas y en obras de teatro como La importancia de llamarse Ernesto o Un marido ideal, y por supuesto, en su conversación.


Los cortantes diálogos entre el poeta irlandés y el abogado de lord Queensberry, Edward Carson (dignos del mejor Dostoievski), se suman a la galería de personajes secundarios -chantajistas, chaperos, aristócratas- con una sorprendente limpieza de estilo, que vuelven a El marqués y el sodomita en una involuntaria novela negra que se lee de un tirón.


Holland recupera los autos judiciales, además de recortes de prensa, notas y rumores, y hace con todo una obra póstuma del propio Wilde. En palabras de Holland, "el texto ha sido compuesto como si se tratara de una obra de teatro". Una obra que borra las fronteras habituales entre arte y vida. Y a pesar del tono cómico de las intervenciones del autor de Una mujer sin importancia, se trataría de una tragedia.


Cómo se pierde el juicio
La cosa pinta mal para Wilde desde el principio. Su abogado comienza el alegato contra la calumnia de Queensberry defendiendo a Wilde por la ambigüedad de una carta íntima enviada a Bosie ("Bello Jacinto", le llama, y otras lindezas simbolistas). Como se verá más adelante, los abogados de Queensberry no conocían la existencia de la carta y no perderán la ocasión de utilizarla para desacreditar al dramaturgo... por más que Wilde la defienda como "poesía en prosa simbolista de inspiración
helénica".


Pero sin duda, fueron las respuestas de Wilde durante el interrogatorio los pasos que lo llevaron derecho a la cárcel. A la pregunta de si había besado alguna vez al criado de Bosie, contesta: "Oh, de ninguna manera, era un muchacho muy poco agraciado".


Cuando le piden su opinión acerca de si un texto aparecido en la revista de Bosie, significativamente titulado El sacerdote y el acólito, le parecía inmoral: "Peor que eso, estaba mal escrito".


La obra contra la muerte
"Si atacaban su obra como artista, dada su vehemente defensa de Dorian Gray cuando se publicó por primera vez, era más que probable que permaneciera al pie del cañón y luchara", dice Holland. Y esta fue una de las habilidades de Carson, el incisivo abogado.


Logró convertir el caso Wilde en un juicio contra la literatura amoral, contra la emancipación de los valores estéticos sobre los valores de la sociedad burguesa. Wilde conocía muy bien las acusaciones que años antes llevaron al banquillo a Flaubert por Madame Bovary, las mismas que obligaron a Baudelaire a quitar alguno de los mejores poemas de Las flores del mal. El simbolismo, en su vertiente extrema y decadente, liberó el arte respecto a la sociedad, con una "intensificación de los nervios" y de la transgresión de límites (la homosexualidad era otro límite que sobrepasar), más allá de los honorables y prosaicos valores de la burguesía productiva.


Por desgracia, el interrogatorio de Carson no ha perdido actualidad. En él se anticipan las razones esgrimidas por los nazis contra lo que llamaron "arte degenerado" o los interrogatorios de los comités literarios de los países comunistas.


"Quien dice la verdad, tarde o temprano será descubierto", Carson le recuerda su famoso aforismo. "¿Cree que es un buen axioma educativo para los jóvenes?". Wilde responde: "Cualquier cosa que induzca a pensar a cualquier persona de cualquier edad, es buena para ella".


La tentación del fracaso
Aunque en De profundis, hermoso ajuste de cuentas tras la salida de la cárcel, Wilde afirmara que fue a juicio por ingenuidad, hoy nos gusta ver alguna razón oculta más wildeana. Recordemos su frase: "Todo en la vida es peligroso y, de no serlo, no merecería la pena vivir".


¿Fue el juicio el último acto de una vida revolucionaria capaz de hacerse literatura? ¿Una apuesta más por desarmar la hipocresía? ¿Fracasar a lo grande? En palabras de su nieto: "Cuando mandaron a mi abuelo a la cárcel por quebrantar la ley, también libraron a la sociedad de unrebelde".


En 1897 Wilde salió de Reading, donde había cumplido dos años de trabajos forzados, y emigró a París, donde murió arruinado, física y espiritualmente, en 1900. La ley que llevó a Wilde a la cárcel por homosexual no fue revocada hasta 1967.

2008/08/27

> Berria: Transfobia > MEXICO: LA DISCRIMINACION PERMITE QUE LA SOCIEDAD SEA INSENSIBLE A LA TRANSEXUALIDAD

  • Discriminación permite que sociedad sea insensible a transexualidad
  • Irina Echeverría, autora de libro sobre el tema
  • CIMAC, 2008-08-27 # Sandra Torres Pastrana · México DF

Vivimos en un país donde somos discriminadas y discriminados por todo, de manera muy natural, lo que hace que desde la familia hasta las autoridades sean insensibles al tema de la transexualidad, afirmó Irina Echeverría, durante la presentación de su libro “Carta a mi padre, testimonios de una persona transexual con discapacidad”, celebrada hace unos días en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).


El acto estuvo presidido por la diputada local Leticia Quezada, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, acompañada por la diputada federal Maricela Contreras, la feminista Marta Lamas; José Luis Gutiérrez, director general adjunto de Vinculación, Programas Educativos y Divulgación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), y Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, entre otros.


En su intervención la maestra Marta Lamas consideró que lo más hermoso incluido en el libro, publicado en la colección Testimonios de la discriminación, del Conapred, es el proceso de Irina como mujer transexual.


Lamas puntualizó que hoy en día la transexualidad se entiende a través de cinco ejes de pensamientos: la transformación del cuerpo por medio de la endocrinología y la cirugía reconstructiva, el pensamiento psicoanalítico sobre la bisexualidad humana y la diferencia sexual en el inconciente, el género y su critica al determinismo biológico con énfasis en el proceso reasignación.


Y es en la cultura y la historia donde se encuentran los factores determinantes en nuestra forma de ser y el discurso para decidir sobre nuestro cuerpo, acompañado de una reivindicación política de la diversidad humana.


Por su parte la diputada federal Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados indicó que el tema tratado en el libro tiene que ver con la democracia y con la garantía para que cada quién se apropie de su cuerpo, su autonomía y su respeto a decidir.


Asimismo consideró que el contenido del libro es el reflejó de la discriminación que se da en todas las instituciones en las que nos desarrollamos los seres humanos: la familia, la escuela, la comunidad, la sociedad. Para quitarle a este tema el estigma, dijo, es necesario un papel muy activo de los medios de comunicación y de las instituciones en relación al respeto de los derechos humanos.


Desde la Cámara de Diputados, indicó Contreras, se creó una Comisión especial que trata sobre el tema de los nuevos sujetos, un proyecto muy importante para nuestra sociedad que está cambiando todos los días y que nos toca a las y los legisladores contribuir en la transformación de la ideología, la cultura y de todo eso que nos han enseñado que son los roles asignados, tanto a mujeres como a hombres, que nos hacen tanto daño, que nos encajona y impide comprender una realidad diversa.


Para el Ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, el libro tiene un peso obligado ya que se pone en la mesa el tema de la discriminación de manera descarnada, la consecuencia de los autoritarismos y de distintos tipos de discriminación.


Finalmente la autora del libro Irina Echeverría pidió a las diputadas y diputados que no pierdan la oportunidad histórica, ya que el Distrito Federal vive una coyuntura de incertidumbre. Los invito, dijo, a realizar los pasos pertinentes para crear una ley que garantice los derechos de los transexuales y se busquen políticas de gobierno que no discriminen y les permitan tener el derecho al voto y contar con papeles que las visibilice como ciudadanas.


LA LEY
La ley a que se refirió Echeverría es una iniciativa presentada por diputados de Partido Socialdemócrata (PSD) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que permite a las personas transgénero y transexuales puedan contar con una nueva acta de nacimiento acorde a su identidad física, con lo cual las personas trans obtendrán reconocimiento en materia jurídica.


Ya fue aprobada al interior de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la ALDF, pero aún no ha sido votada por el pleno. El pasado 25 de agosto la Comisión aprobó por unanimidad las reformas a los Códigos Civil, al de procedimientos civiles y financieros del Distrito Federal, con el que se permite el cambio de identidad genérica.


La iniciativa tuvo consenso tanto de las dos fracciones parlamentarias que impulsaron las reformas de ley y de las organizaciones de LGBTT con el objetivo de reconocer los derechos de las personas y contar con una identidad para no ser indocumentado en el Distrito Federal.


La propuesta, por aprobarse en el pleno en la próxima sesión extraordinaria de la ALDF, contempla la realización de un juicio especial ante el juez de lo familiar, el cual será solicitado de manera voluntaria.


Implica también la realización de una investigación exhaustiva para evitar la suplantación de personalidad y un juicio especial que tendrá una duración de 5 a 6 meses con notificación a la Secretaria de Gobernación, el Instituto Federal Electoral, la Procuraduría de Justicia y Relaciones Exteriores.

> Erreportajea: Oroitzapena > ALAN TURING (Y LA COMPUTADORA QUE PIENSA)

  • Alan Turing (y la computadora que piensa)
  • Página 12, 2008-08-27 # Adrián Paenza

Inglaterra tuvo (y tiene) matemáticos brillantes, pero sin duda Alan Turing (1912-1954) tiene reservado un lugar en el “paraíso”. Ya verá por qué. Turing fue un especialista en lógica y también en criptografía.


Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en el centro que los británicos habían montado con la finalidad de descifrar el código secreto de los nazis.


El aporte de Turing fue tan determinante que gracias a él los aliados pudieron quebrar los mensajes que recibían las naves alemanas, predecir los movimientos que habrían de hacer y las posiciones que ocuparían, hasta que finalmente lograban capturarlas.


Pero más allá de su participación decisiva durante la guerra, todavía el mundo vivía con un cruel atraso. Turing era homosexual y la homosexualidad era ilegal en buena parte del mundo, pero muy especialmente en Inglaterra. Cuando la policía le descubrió relaciones con otro(s) hombre(s), le dieron la alternativa entre mandarlo preso o someterlo a un tratamiento hormonal con el afán de disminuirle la libido. Turing optó por esto último, pero finalmente terminó suicidándose al comer una manzana envenenada con cianuro.


En realidad, aún hoy está en discusión si esto fue cierto, pero lo notable es que la homosexualidad (que los ingleses en aquel momento –y buena parte del mundo todavía– consideraban una enfermedad) impidió que Turing pudiera desarrollar su increíble capacidad creativa y lo “obligó” a truncar su vida.


Por supuesto –como casi siempre– el reconocimiento a su tarea fue post mortem, cuando ya no vivía para disfrutarlo, pero lo cierto es que hoy es considerado uno de los “padres” de la computación científica.


No pretendo hacer una biografía de Turing: no me alcanzaría el lugar ni tengo los conocimientos para hacerlo. De hecho, la vida de Turing está contada en varios libros de reciente publicación. Pero lo que sí pretendo es contar algunos episodios de relevancia de su historia como científico.


Turing fue el primero en hablar de lo que hoy se llama “Inteligencia Artificial” o más popularmente AI (por sus iniciales en inglés Artificial Intelligence). Se trata, en definitiva, de la rama de la computación que se dedica al diseño y construcción de “máquinas inteligentes” o de escribir programas que al correrlos en una computadora la transformen en un “ser inteligente”.


En el año 1950, en un artículo que apareció en la revista Mind (Mente), y que Turing tituló “Computing Machinery and Intelligence” (que me voy a permitir traducir libremente como “Computadoras Inteligentes”), el matemático inglés se hizo la siguiente pregunta:


“Si una computadora pudiera pensar, ¿cómo podríamos darnos cuenta?”.


La sugerencia de Turing fue que si uno le hiciera preguntas a esa computadora y sus respuestas no se pudieran distinguir de las de un ser humano, uno podría concluir que “la computadora estaba pensando”. Y hasta hoy, 58 años después, se considera ese test (Test de Turing) como el más apropiado para poder decidirlo.


En el año 1990, Hugh Loebner un filántropo excéntrico (¿será posible alguna vez escribir en una frase la palabra “filántropo” sin tener que agregar “excéntrico” para calificarlo?), quien siempre se jactó de su relación con las prostitutas de Nueva York, decidió ofrecer un premio de 100.000 (cien mil) dólares a quien pudiera construir una computadora (y un programa, claro está) cuyas respuestas fueran indistinguibles de las que pudiera dar un ser humano. El premio es ciertamente muy bajo para quien pueda alcanzar semejante proeza. Sin embargo, hay gente que se presenta todos los años.


Loebner no lo hizo solo sino que, para darle una pátina de mayor credibilidad, se asoció con el Centro de Estudios de Comportamiento de Cambridge, en Inglaterra. Todos los años, gracias al impulso que él le ha dado, se realiza la competencia en donde computadores de todo el mundo, o especialistas en ciencias de la computación, viajan hasta la Universidad de Reading a unos 40 kilómetros al oeste de Londres, para aspirar al premio.


La idea de cada diseñador o arquitecto es ver si son capaces de superar el “test” de Turing. Quien lo logre se llevará la medalla de oro y además los 100.000 dólares.


Pero como hasta acá ninguna ha podido responder como un humano, el premio principal ha quedado vacante. Sin embargo, cada año, aquella que se asemeje más a lo que contestaríamos usted o yo, se lleva un premio consuelo de 3000 dólares y una medalla de bronce. La próxima evaluación se va a hacer el 12 de octubre de 2008, ya están elegidos los seis finalistas, y quien supervisa la competencia es Kevin Warwick, uno de los especialistas más importantes del mundo.


Yo sé que mientras usted lee estos datos debe estar sonriente o escéptico. Y la/lo entiendo. De todas formas, lo/la invitaría a repensar su posición. Quizás hoy parezca una locura o un imposible, y más pertinente al terreno de la ciencia-ficción que de la realidad. Pero sólo acepto esta frase si la palabra “hoy” figura subrayada. No crea que falta tanto.

2008/08/26

> Berria: Hiesa > MEXICO: HISTORIAS CONTADAS PARA HACER VISIBLE EL VIH

  • Historias contadas para hacer visible el VIH
  • Visita a la primera clínica pública mexicana para personas con sida
  • El Litoral, 2008-08-26 # Mariana Rivera

Días antes de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, realizada del 3 al 8 de agosto en México, un grupo de periodistas fueron capacitados para su cobertura. La actividad también incluyó la visita de un centro modelo ambulatorio para la atención de pacientes con VIH del Distrito Federal, la primera experiencia en el país. En su mayoría son personas en situación de extrema pobreza, incluso muchas que viven en la calle.


"Me pueden llamar Charly" comenzó diciendo uno de los pacientes con VIH de la Clínica Especializada Condesa en la ciudad de México, de 42 años, quien está bajo tratamiento desde 2003.


El pedido de resguardo de su identidad -al igual que la de sus pares que quisieron dar su testimonio de vida- fue respetado por los periodistas que estábamos recorriendo el primer centro público de esa ciudad de 25 millones de habitantes, que se especializa en brindar tratamiento ambulatorio gratuito a las personas con VIH/Sida.


Y continuó: "Tener atención médica fue importante porque hace 5 años no había acceso a la medicación por el alto costo o por la homofobia a la gente homosexual, porque yo soy homosexual. Esto me hizo adquirir un compromiso con esta clínica y con mi persona para hacer un buen tratamiento, hasta que mi cuerpo aguante. Tenía un grupo de amigos y éramos unos 30 y están casi todos muertos por no tener un tratamiento".


La Clínica Condesa depende de la Secretaría de Salud del Distrito Federal de México y lleva como logo dos manos juntas -como ofreciendo ayuda- que están sosteniendo el lazo rojo que identifica al VIH/Sida. Su eslogan dice: "Tu salud nos mueve".


Un grupo de 60 periodistas y comunicadores de más de 40 países del mundo participamos del Taller "The Global Media Training Program on HIV/AIDS", organizado por la National Press Foundation, de Estados Unidos, en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida que se desarrolló en México, del 3 al 8 de agosto pasado.


Esta capacitación -que surge de una alianza de esta fundación con la Sociedad Internacional de Sida y es patrocinada por Bill & Melinda Gates Foundation y los laboratorios Merck y Abott; entre otras corporaciones y empresas- incluyó la visita de la Clínica Condesa y una charla con sus autoridades y el equipo de profesionales de la salud. Posteriormente, y previa consulta a los pacientes, pudimos dialogar con quienes voluntariamente se prestaron a dar sus testimonios, aunque prefirieron preservar sus identidades.


Charly volvió a tomar la palabra: "Me infecté por la vía sexual. La información en aquel entonces era muy poca y no había garantías de que alguien tuviera relaciones con otra persona y estuviera sana. Ni siquiera servía preguntarle porque era una forma de discrminarla más todavía".


Por último, opinó que "el tratamiento es bueno y gratuito y la atención en la clínica es excelente, desde la recepción, las trabajadoras sociales, los doctores, las enfermeras, los infectólogos, los dentistas, los patólogos. Los digo en este orden porque es así como vamos pasando por los distintos sectores cuando ingresamos. La gente que me conoce sabe que vengo aquí; eso no me importa a mí pero sí las consecuencias de esta discriminación hacia mi familia".


Charly tuvo que dejar de trabajar porque cada vez que tenía que pedir autorización para ir a retirar los medicamentos, una vez por mes, a la Clínica Condesa le significaba buscar alguna nueva excusa para justificar su salida.


Otras voces
El caso de María del Carmen es distinto al de Charly. Trabajaba en un consultorio odontológico y por falta de información en relación a las medidas de prevención para evitar el contacto con el VIH se pinchó con una aguja infectada que estaba manipulando.


"Sigo teniendo el problema del VIH pero le doy gracias a Dios porque me tocó un buen médico. Sí tuve este problema y gracias a Dios y a los medicamentos estoy saliendo, porque estoy engordando, como verán", dijo esta sencilla señora que enfrenta su realidad con una sonrisa pero que a diario padece discriminación por estar infectada incluso dentro de su propia familia, por parte de una de sus tres hijas.


María del Carmen explicó -con sus palabras- que "trabajaba en la clínica de un dentista y me piqué con una jeringa. No sabía pero cuando me enfermé me hicieron los análisis y salí con VIH. Lo había visto en la televisión pero nunca supuse que iba a salir con esta infección. Yo era ignorante sobre este tema y por eso la gente debe cuidarse".


Respecto a la actitud tomada por una de sus hijas, contó que "conoció la noticia y me hizo a un lado, a pesar de que sigue viviendo en mi casa: no me besa, no me abraza y ni siquiera come de la comida que le hago. Es mi pena y mi desconsuelo. Ella tiene hijos y no sabe si alguno de ellos también podrá estar enfermo". A pesar de esto, dijo haber encontrado "gente que me quiere y no me discrimina en la clínica, que nos dan confianza y amor". Por último, quiso "mandar un abrazo para todos los infectados del mundo y quiero que sepan que hay medicación; que tengan fe en Dios y en los médicos".


Javier fue otro de los pacientes con VIH que accedió a charlar con los periodistas. "Soy portador del VIH y vivo desde hace 11 años en una casa de recuperación por alcoholismo y drogas. Le doy gracias a Dios porque me tocaron buenos doctores. Me estoy recuperando y le digo a Dios que haga una vacuna para esta enfermedad, que es progresiva y mortal. En este siglo podrá salir, si Dios nos presta vida", se presentó.


Y explicó: "No supe en realidad cómo obtuve esta enfermedad porque durante muchos años me inyecté heroína tanto en Tijuana como después en la cárcel de la ciudad de México. También con gente de ese tiempo en distintas áreas de esta ciudad. No supe si fue a través de una inyección o de un acto sexual". De todas maneras, aseguró que continúa manteniendo relaciones sexuales pero con protección, usando preservativos.


"Le pido a la gente que sea conciente de las cosas si no sabe sobre este mal de la humanidad que es esta enfermedad. Le doy gracias a mi ser superior que me mantiene vivo. Mi familia me quiere y no me ha rechazado pero quiero que haya una vacuna para que el mundo se cure de esta enfermedad porque sí nos discrminan", aseguró con los ojos llenos de lágrimas. Y se excusó: "Disculpen que me exprese así pero es mi sentir. Le quiero decir a todo el mundo que Dios está aquí y está viendo por nosotros".


Las más vulnerables
Rebeca también tuvo la palabra: "Llevo cinco años con este problema del VIH y estoy agradecida a la institución porque están muy capacitados. Hay medicamentos y mucha humanidad en la gente que nos atiende. Espero que llegue la vacuna".


Consultada en relación a la forma en que contrajo el virus, Rebeca dijo con sinceridad: "Soy alcohólica y he tenido dos parejas. Cuando tomaba, hace 6 años, tomé un taxi para ir a mi casa. Lo único que me acuerdo es que amanecí en un hotel. Me imagino que me contagié de esa persona porque los hombres con los que conviví son muy sanos y están bien. Creo que así fue porque no hay otra explicación".


Y agregó: "En mi familia todos saben de mi enfermedad pero no mis vecinos. Me comprenden y tengo mucho amor y apoyo de ellos. Después de lo que me pasó me abstuve completamente del sexo; me sirvió una vez para aprender la lección".


Por último, Adriana contó su historia de vida: "Me infecté en 2004 por mi esposo, quien consumía drogas; creo que ésa fue la manera. Fue mi única pareja y sigue en las drogas. Sé que está enfermo pero no se atiende. Llegué a la clínica muy mal. Estuve deambulando en diferentes hospitales durante dos o tres meses y mi enfermedad aumentaba. Luego llegué a esta clínica y gracias al tratamiento y a las atenciones médicas que recibí estoy viva. Mi esposo me abandonó y ahora tengo una nueva pareja, que está sana y sabe de mi enfermedad. Usamos condón todas las veces que tenemos relaciones sexuales".


Como efectos no deseados de la medicación que toma varias veces al día -al igual que los demás pacientes-, Adriana reconoció que "los medicamentos te pican los dientes y si son fuertes te dan sueño. Pero los médicos controlan esto".


Por último, Adriana comentó que "me preocupa que la gente me vea llegar a la clínica pero, por otra parte, les estoy mostrando que la enfermedad es controlable", al tiempo que opinó que "lo importante no sería la vacuna para esta enfermedad sino la responsabilidad de cada uno de su propia vida. No voy a poner mi vida en las manos de nadie".


Prevenir para no lamentar
Gracias al tratamiento que reciben en la Clínica Condesa, los pacientes con los que charlamos tienen controlada su enfermedad, ya que no se detectan los linfocitos CD4 (células de la inmunidad) en su sangre.


Todos dijeron poder llevar "una vida bastante digna" a partir de tener acceso al tratamiento con medicamentos antirretrovirales gratuitos, pero advirtieron que son discriminados por la sociedad en donde viven a través de diferentes formas como miradas, rechazo manifiesto o visibles actitudes de discriminación.


Por estos motivos, insistieron en reclamar "educar a los políticos y a la población (sobre esta enfermedad) para que se acabe con la discriminación y promover el uso del preservativo (para evitar el contagio del virus). Hay mucha gente, sobre todo hombres, que no quieren usar el condón y después sólo viene el llanto y el lamento".


Casi todos reciben una modesta ayuda económica y de alimentos del gobierno de la ciudad, ya que actualmente no tienen empleo o no les alcanza el dinero con la actividad que realizan, pero aclararon que este programa no continúa hoy en día para nuevos pacientes con VIH.


También participaron de la presentación de la Clínica Especializada Condesa el Dr. José Cuauhtémoc Vizcarra Diego, coordinador del Programa de VIH del Distrito Federal de México; el Dr. Francisco Osuna Sánchez, director de atención médica de la Secretaría de Salud Pública de México DF; el Dr. Arturo Gaytán Becerril, secretario de salud; Silvia Panebianco, secretaria técnica de la Academia Nacional de Derechos Humanos; el Dr. Eduardo Casillas, médico infectólogo; Mary Medina, jefa de Enfermería; y Norma Becerra, a cargo de la sección de Trabajo Social de la Clínica.


Combatir la discriminación
La Clínica Condesa atiende gratuitamente sólo a personas con VIH/Sida que viven en México DF, aunque si llegan de otras ciudades también se les brinda la asistencia. Su directora, Dra. Andrea González, explicó que "el primer centro fue abierto en 1988 y estaba destinado a atender a personas de zonas marginadas, pero posteriormente, en 1998, se convirtió en la primera unidad de atención de personas con VIH en la ciudad".


También dijo que estuvo cerrada durante seis meses para hacerle remodelaciones, de manera de sumar cuatro nuevas especialidades pero esencialmente refundar el Programa de VIH en la ciudad. Cuenta con más de 20 consultorios de especialidades médicas, entre ellas Odontología, ya que los pacientes con VIH no eran atendidos por los odontólogos del sistema público de salud de esa ciudad.


Cuenta con fondos del gobierno de la Ciudad de México y de la Nación, pero ésta también provee los medicamentos. Más de 8.270 pacientes reciben atención ambulatoria y casi 4.000 están bajo tratamiento con antirretrovirales.


Su política de trabajo está basada en la no discriminación de los pacientes; la privacidad y confidencialidad; el acceso y la atención médica integral; el acceso a información veraz y oportuna; y el apoyo social y de seguridad en el trabajo.


En este sentido, su directora opinó que "lo más importante son los usuarios y por eso el personal está sensibilizado y comprometido con la atención de las personas con VIH. Tenemos una política de respeto a los derechos humanos y a combatir la discriminación, como uno de los derechos fundamentales. Pero nos queda mucho por hacer, ya que nuestra ciudad es la que tiene más infectados de VIH".


Entre el staff de profesionales hay dos pediatras pero advirtieron que "no tenemos casos de niños que nacieron con VIH porque está sirviendo la detección temprana de esta enfermedad en la madre embarazada", para que se puedan tomar las medidas necesarias para no transmitir el virus al bebé durante el alumbramiento, el parto o el amamantamiento. El infectólogo aseguró que "no perdemos oportunidad de pedir los tests del VIH a las personas porque sabemos que hay muchos que no saben su status. En el país tenemos unas 33.000 infectadas de VIH".


Los responsables también explicaron que hasta el momento sólo trabaja un nutricionista en la clínica porque "el paciente no está acostumbrado a un régimen alimentario especial que pueda acompañar al tratamiento que cada uno recibe". Sin embargo, aseguraron que apuntan a trabajar fuertemente en este sentido.


El sector de farmacia está bien organizado para satisfacer la alta demanda. Cada paciente retira sus medicamentos -tanto para VIH, antirretrovirales, como para tratar las otras enfermedades oportunistas que aparecen- con la prescripción médica el día del mes que le corresponde. Si los pacientes requieren ser internados por alguna urgencia son llevados a los hospitales públicos que integran la red de establecimientos de salud la ciudad, en el segundo o tercer nivel de atención, según la patología.


A tener en cuenta
La Ciudad de México aprobó recientemente una legislación que admite la denominada sociedad de convivencia, es decir, integrada por parejas del mismo sexo, y hace un año fue legalizado el aborto antes de las 12 semanas de gestación. También reestructuró su Programa de Prevención del VIH, cuyo objetivo es ofrecer acceso universal a la prevención y atención integral de esta enfermedad.


Representante local

La Lic. Mariana Rivera, redactora de El Litoral, obtuvo una beca para participar del Taller The Global Media Training Program on HIV/AIDS, ofrecido por la National Press Foundation, y para cubrir la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, que fuera organizada por la Sociedad Internacional de Sida (IAS, por su siglas en inglés).


El taller estuvo orientado a entregar información actualizada a los comunicadores acerca del VIH, los hallazgos de las nuevas investigaciones, los últimos datos de la epidemia y el impacto en las poblaciones. Pero también ofreció asesoramiento sobre la cobertura periodística de la Conferencia y presentaciones de expertos en cada una de las áreas prioritarias para la respuesta a la epidemia. Entre los oradores se contaron el Dr. Luis Soto Ramírez, vicepresidente de la Conferencia Internacional sobre el Sida 2008; Vivian López, directora regional sobre VIH/Sida de Unicef para América Latina y el Caribe; o la Dra. Mabel Blanco, de la Coalición Internacional por la Salud de las Mujeres.

2008/08/23

> Artikuluak: Carla Guimaraes > EL DIA EN QUE CONOCI A GRACE KELLY

  • El día en que conocí a Grace Kelly
  • El País, 2008-08-23 # Carla Guimarães · Escritora

Grace llegó a España soñando que un día se convertiría en una princesa de verdad, pero cada hora perdida en el cuartucho donde se prostituía en la Gran Vía era como un balde de fría realidad.


Grace nació hombre, en un barrio muy pobre de Alagoas, en Brasil. Y desde muy pequeña supo que era una mujer. Un descubrimiento que le causó una serie de problemas. Yo imagino que la palabra transexual no estaba en ningún diccionario de su vecindad en Alagoas y, quizás por esto, su transformación fue lenta, dura y muy difícil. Cuando Viviana apareció en su vida diciendo que era la propietaria de una discoteca en Madrid donde travestis y transexuales hacían espectáculos artísticos, Grace no dudó ni un minuto y aceptó la invitación para trabajar en Europa. "Todo va a salir bien, vas a ver, ahora todo va a salir bien", se repitió Grace, una y otra vez, para poder vencer el miedo a volar las 10 horas que le separaban de su sueño.


Al llegar a España, descubrió que los espectáculos eran privados, con clientes de todas las calañas y que tenía una deuda de 7.000 euros con su jefa por el billete aéreo y la estancia. Además, si se negaba a trabajar, se llevaría una paliza del marido de Viviana.


Al contrario de lo que yo imaginaba, Grace no era un travesti barbudo, sino toda una mujer. Nada en ella me hizo pensar que algún día esta persona fue un hombre. La conocí en la sede de un programa de atención a transexuales de Madrid. Colaboré muchos años con una ONG dedicada a la inmigración y me llamaron para ser intérprete de Grace, que hablada muy mal español. Además, estaba muy asustada. Escuchar una voz tranquila que te habla en tu idioma, en esos momentos, ayuda mucho. Es como viajar a casa en dos segundos. Este día descubrí cómo Grace Kelly fue a parar en el programa de atención a transexuales.


Acompañada por su jefa, Grace se pasó a recoger condones gratuitos en una entidad benéfica. Los trabajadores sociales que atendieron a Grace notaron algo raro en su relación con Viviana y le entregaron, disimuladamente, la dirección y teléfono del programa. Este mismo día, al regresar a la casa, Grace recibió una paliza por haber hablado con extraños y, dos horas más tarde, aún herida, metió en su bolso sus bienes más queridos, incluyendo dos DVD piratas de Harry Potter y una chapita del Real Madrid, y, aprovechando un descuido de la jefa, huyó de la casa.


Dos horas más tarde, yo traducía la historia de Grace, que hablaba entre lágrimas y sollozos. Grace tenía mucho miedo de denunciar a su jefa, que le había amenazado con matar a su familia en Brasil si ella hablaba. Viviana también la amenazó con hechizos de la santería. Los funcionarios del programa le explicaron que la única manera de librarse de Viviana y conseguir papeles en España era denunciarla. A partir de ahí, podrían hacerle una tarjeta sanitaria, e incluso solicitar todas las cirugías para el cambio de sexo. Grace podría tener asistencia psicológica, sería un testigo protegido de la policía y se cambiaría a una residencia donde muchas otras mujeres, protegidas por diferentes motivos, conviven hasta encontrar un trabajo y poder mantenerse solas. La policía brasileña también sería contactada para proteger a su familia en Alagoas. Eso sí, con respeto a la santería, el Estado español no podría hacer nada y yo, secretamente, le pasé un collar de Iansã (la diosa guerrera), como alternativa de protección espiritual.


Grace, a pesar de no tener casi nada de dinero en su billetera, tenía un messenger e incluso un facebook repleto de fotografías donde posaba vestida como la verdadera Grace Kelly, su ídolo y la razón por la cual ella creía fervorosamente en los cuentos de hadas. Una mujer común que se convierte en actriz famosa y que, un día, se convierte en princesa... Era todo lo que nuestra Grace deseaba.


Me he tomado la libertad de cambiar algunos datos en este artículo para proteger a su protagonista. Aunque lo que más me impactó de su historia no ha sido nada de lo que he narrado anteriormente, sino la propia Grace, que contaba su desdicha afligida, es cierto, pero con mucha dignidad. Grace tenía una fe inexplicable en el futuro, algo típicamente brasileño. "Todo va a salir bien, vas a ver, todo tiene que salir bien", ella se lo repitió una y otra vez para vencer el miedo y hacer la denuncia. Espero que, esta vez, Grace tenga razón. Por esto decidí escribir este texto. Para mí, su historia es tan increíble como la de la propia Grace Kelly.

2008/08/21

> Erreportajea: Hiesa > SURAFRICA: LA JARDINERA Y EL NIÑO ACTIVISTA


  • La jardinera y el niño activista
  • A la lucha en Suráfrica contra la atroz plaga del sida y las supersticiones en torno a ella están entregados Nonkosi y su ayudante Warrington, un seropositivo de 11 años
  • El País, 2008-08-21 # John Carlin

Nonkosi Ndalasi, que hoy tiene 66 años, comenzó su carrera como enfermera en 1963, el periodo más funesto y desesperado de la era del apartheid para los surafricanos negros como ella, con Nelson Mandela en la cárcel y el resto de los dirigentes del Congreso Nacional Africano a punto de ser detenidos. Aparte de las indignidades diarias que le dispensaba el sistema -le negaba el voto, una educación decente, la libertad de circulación, el acceso a los parques, las playas, los autobuses y los aseos públicos reservados a los blancos-, recuerda el terror de ver vehículos blindados de la policía entrando en su barrio, cerca de la ciudad de Port Elizabeth, en el sureste de Suráfrica, y cuando los soldados irrumpían en su casa y se llevaban los cuchillos y los tenedores por la sospecha de que pudieran utilizarlos como armas "terroristas".


Luego llegó la liberación, cuando Mandela fue elegido presidente en 1994, pero la alegría de aquel momento duró poco, porque casi inmediatamente empezó a extenderse la epidemia del sida, que convirtió Suráfrica en el país con el mayor número de personas vivas con VIH -cinco millones o más en la actualidad, una generación perdida, como en tiempo de guerra- del mundo. Enfermera pediátrica hasta su jubilación, en 2001, en sus últimos años de trabajo vivió obsesionada y en vela noche tras noche. Por lo menos una vez a la semana iban a verla niños que habían sufrido abusos sexuales. En muchos casos habían contraído el VIH, en una época en la que no existía ningún tratamiento en Suráfrica y el virus equivalía a una sentencia de muerte. "En algunos casos tenía que ver con la superstición que difundían los curanderos tradicionales de que la cura para el sida consistía en mantener relaciones sexuales con un menor", cuenta, recordando la época más deprimente de su vida.


Pero no se dio por vencida, y ahora, cuando lleva cinco años jubilada, se dedica plenamente a la causa de la próxima generación, cuya esperanza se encarna en un niño menudo y flaco con el que no tiene ningún lazo de sangre pero al que adora como si fuera su nieto favorito.


"La primera vez que vi a Warrington, pensé: 'Este niño es muy, muy especial", cuenta, mientras le abraza -tiene 11 años, menudo, delgado, con la nariz llena de mocos, exquisitamente dulce y con engañoso aire de inocencia- contra su vientre. "Es seropositivo desde que nació, y su madre murió cuando tenía seis años. Pero está lleno de amor -le horroriza que insulten o hieran a otros niños- y es muy valiente. Le llamo 'el activista', porque no sólo habla sin tapujos de su enfermedad, pese a que la gente es cruel y a veces se ríe de él, sino que insiste en ir por todas partes predicando el mensaje de la prevención contra el sida y el tratamiento antisida".


Es el único varón entre 30 niños reunidos en un campo de fútbol en el que nos encontramos que ha tenido el valor de reconocer sin tapujo su condición de seropositivo. Warrington, que vive con unos padres de acogida terriblemente pobres pero terriblemente bondadosos, habla de forma habitual en programas de radio sobre el VIH, habla en escuelas e iglesias; en una ocasión, incluso le llevaron en avión a Ciudad del Cabo para aparecer en un programa de televisión. "El ruido del avión", dice, "me daba mucho miedo. Pero me encantó estar entre las nubes".


En las nubes es donde habría estado, en el mejor de los casos, si el presidente Thabo Mbeki se hubiera salido con la suya; si no le hubieran convencido, por fin, en 2004, de que debía ceder a la razón y abandonar su oposición a los fármacos antirretrovirales (ARV) que han surtido tanto efecto que, en Occidente, el VIH es hoy un virus controlable. Mbeki insistió durante años en decir que eran tóxicos e ineficaces, porque se negaba, con una irresponsabilidad catastrófica, a creer las pruebas científicas que relacionaban el VIH con el sida.


El carácter supersticioso de Mbeki y su obstinada falta de liderazgo, unidos a las creencias populares de que ser seropositivo es estar embrujado y, por tanto, socialmente estigmatizado, han hecho que la tarea de implantar los ARV haya sido mucho más difícil de lo que podía haber sido. Y ahí es donde intervienen Nonkosi y Warrington y donde el campo de fútbol en el que nos encontramos tiene una utilidad muy valiosa.


"El mensaje que transmito es que, ante todo, la gente debe superar su miedo y dejarse hacer la prueba del VIH", explica Nonkosi, una mujer que oscila en un abrir y cerrar de ojos entre la seriedad más grave y la risa desternillante. "En segundo lugar, deben ser sinceros sobre su condición si son positivos, para poder obtener tratamiento y para que sus familiares y amigos les apoyen. Tercero, tienen que seguir un régimen de tratamiento, que es muy riguroso y debe ser observado durante el resto de su vida. Esta última parte es en lo que consiste principalmente mi trabajo: seguir la pista de los que no cumplen, viajar a todas partes para encontrar a niños que, por lo que me informan los hospitales, no están siguiendo las reglas de los ARV".


Warrington el activista explica el mensaje de Nonkosi en sus aventuras como predicador. "Explico a la gente que los ARV ayudan y que es un error creer que te hacen enfermar. No me canso. Siempre me divierto. Pero advierto a todos que, cuando empiezan, tienen que seguir o, si no, volverán a estar enfermos y pondrán sus vidas en peligro. Si sigues el régimen te curarás, como me he curado yo. En la clínica veo a otros niños que toman los ARV, y están gordos y tienen unas caras preciosas".


Las caras preciosas abundan en el campo de fútbol, donde los niños se apiñan en torno a Nonkosi como pollitos alrededor de una gallina clueca. El fútbol, la gran religión mundial, cuenta con fieles tan devotos aquí, en un distrito negro y pobre a las afueras de Port Elizabeth, como en Río de Janeiro, Liverpool o Madrid. Por ese motivo, con la ayuda de una organización benéfica con sede en Londres, llamada One to One Children's Fund, pusieron en marcha hace dos años en esta zona un programa para animar a los niños a jugar, con el incentivo añadido de un cursillo de aprendizaje y una competición en la liga local y con la idea de, una vez atraídos, instruirles en la estrategia y la táctica necesarias para defenderse del VIH-sida. Nonkosi explica que, entre los numerosos e imaginativos métodos para la educación sobre el sida que ha ideado el programa, que obtuvo un premio mundial de Nike, está el de utilizar balones como forma didáctica digerible de conseguir que los niños vean cómo infecta el virus el cuerpo y como lo combaten los ARV. Warrington, que fue al que se le ocurrió el nombre del equipo, One to One United, apunta que en estas sesiones se da gran importancia a algo que le ha enseñado Nonkosi: "La necesidad de comer de forma saludable, sobre todo verduras como espinacas, remolacha y col, cuando estás tomando ARV".


Después del partido, Nonkosi, que cobra su sueldo de One to One, se marcha conduciendo su pequeña furgoneta, también proporcionada por la organización, a una zona residencial próxima. En la parte trasera, en un espacio en el que cabrían incómodamente tres adultos menudos, van 17 niños a los que repartimos por sus casas. Delante de algunas de ellas, Nonkosi muestra con orgullo las pequeñas huertas que cultivan los residentes por indicación suya y para las que ella proporciona las semillas.


Nos alejamos -Nonkosi camina con rigidez y le cuesta subir las escaleras, pero maneja su furgoneta como un piloto de fórmula 1- y pasamos a ver a una vieja amiga suya, una enfermera jubilada cuya vida reproduce los altibajos de la de Nonkosi. Se llama Nompumelelo y forma parte del grupo de discretos héroes y heroínas que luchan como hormigas soldado para vencer el último y mayor azote de África. Nompumelelo, que trabaja como voluntaria y tiene una situación acomodada para lo habitual en la zona, lleva a cabo la tarea más dura de todas. Se encarga de hacer los análisis de sangre para detectar el VIH, un trabajo en el que la parte de consejera, el enfoque psicológico, es más importante que el hecho de pinchar un dedo y hacer un diagnóstico casi instantáneo. "Lo bueno ahora es que si, antes de los ARV, un resultado positivo significaba la muerte, ahora, con el seguimiento y con apoyo en casa, significa la vida", dice. Pero la experiencia no deja nunca de ser angustiosa para ella y para sus pacientes. "Dejo que sean ellos los que lean el resultado en la tarjeta y vean las frases que dan el diagnóstico sobre su sangre, y que sean ellos los que digan, si es el caso, 'soy positivo'. Lloro por dentro, pero debo mantener siempre una actitud fría y profesional y siempre, siempre, resistir el impulso de abrazarlos".


La buena noticia es que la tendencia entre los jóvenes es prometedora. "Fui hace poco a Queenstown a hacer 36 pruebas y sólo dieron positivas dos, ambas de gente mayor", cuenta.


Hasta qué punto se ha perdido la generación perdida de Suráfrica, sexualmente activa, de entre 20 y 45 años, queda patente en el siguiente encuentro que tenemos Nonkosi y yo, con una enfermera a cargo del ala pediátrica de un hospital. "Una de las cosas más difíciles que tenemos que hacer, y para la que necesitamos prepararnos", dice Buyiswa Rabbie, "es cuando los jóvenes adolescentes empiezan a mostrar síntomas y resulta que son portadores del virus desde que nacieron. Lloran sin parar porque no pueden comprender cómo sus madres, que les querían, les han legado esa maldición". Vestida con un uniforme casi militar, como corresponde a su categoría de mando en el hospital, Buyiswa es una mujer guapa, con un buen nivel de educación, que tiene un número asombroso de familiares cercanos, también con gran nivel de educación, que se han visto diezmados por el sida. "Tengo dos sobrinos que murieron de él y una sobrina que es seropositiva; tengo un hermano que era licenciado universitario y se suicidó cuando descubrió que era positivo; tengo otro hermano que es seropositivo, y su hijo también; mi hijo y su mujer son seropositivos".


Los ARV, dice, han tenido un efecto milagroso y han reducido de forma espectacular el número de muertes. Confía en que su hijo y su nuera, que están tomando los fármacos, vivan hasta una edad avanzada, y se siente animada por el hecho de que el hijo de ellos, gracias al consumo de los fármacos durante el embarazo que durante tanto tiempo prohibió el presidente Mbeki, nació sin el virus. "Y, sin embargo", dice Buyiswa, "la maldición que aún padecemos es que la gente sigue sin decirlo, sigue teniendo vergüenza, y, si no se dice, no hay tratamiento, porque eso no es algo que se pueda ocultar".


El intento de eliminar el estigma ha movido a Nonkosi a escribir una obra de teatro dirigida a niños en edad escolar que confía en poder representar pronto y cuyo mensaje central, que grita al final todo el elenco de la obra, es "¡vamos a echar al sida de África! ¡Vamos a luchar contra el estigma! ¡El sida no discrimina, discrimina la gente!". Su gran aliado en la causa, su paladín, es su pequeño amigo activista, Warrington. "Soy vieja y a veces me canso, pero veo su sonrisa y él me anima a seguir", dice, "le miro y quiero creer que el futuro es luminoso". Y lleno de niños gordos con caras preciosas.

2008/08/18

> Berria: Eskubideak > "PARECE MENTIRA, LUEGO DE TANTA LUCHA Y DECEPCIONES"

  • Alfredo Pascale vivió 47 años en pareja con José Castro, que murió en 1996
  • "Parece mentira, luego de tanta lucha y decepciones"
  • Clarín, 2008-08-18 # Liliana Moreno

¿Cuarenta y siete años de convivencia y sin derecho a nada? ¿Sólo por el hecho de ser gay? Alfredo Pascale tiene 81 años y aunque siempre vivió su homosexualidad en silencio nunca dudó de su reclamo. Y en 1997, un año después de la muerte de su pareja, se presentó con un abogado ante la ANSeS para defender su derecho a la pensión por viudez. Este año su pedido llegó a la Corte Suprema -está en estudio-, y es un caso emblemático de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).


"Me parece mentira, luego de tanta lucha y tantas decepciones", dijo al enterarse del inminente anuncio. Sin embargo, aunque en estos años recibió dos "no" de la ANSeS y otros dos de la Justicia, confiaba en que la Corte fallaría a favor. También lo creía la CHA.


Alfredo conoció a José Castro en 1949 cuando cumplió el servicio militar. "Lo hice y salí con honores. Esto es importante, porque se cree que somos débiles, que no podemos". El tenía 22 y José 24.


Alfredo no dice ni gays ni homosexuales. Dice "gente como nosotros", "somos", "podemos". Cuenta cómo vivió su vida con José. A lo sumo con medias palabras y sobreentendidos. Una relación de 47 años, rodeados de sus familias, que aceptaban o miraban para otro lado. No lo sabe. "Muchas veces pensé en blanquearlo para aliviarnos. Pero seguí la corriente".


Desde chico trabajó en una "empresa de indumentaria". Cuando lo despidieron estudió peluquería y atendió en su casa de Liniers. José hacía "arquitectura de interiores en una firma muy importante. Lo que ganábamos lo gastábamos. Trabajábamos para ayudar a la familia y vivir bien. Salíamos de vacaciones, teníamos una casita en el Tigre, pero lo único que necesitábamos era el cariño de todos".


En 1980 Alfredo sufrió un infarto y se jubiló. En el 96 José murió de una hemorragia cerebral. Un año después, Alfredo entraba al ANSeS para reclamar su derecho a una pensión. Iba con un abogado y una parva de papeles. Entre ellos, el testamento recíproco que firmaron cuando se acercaban a los 50 años.


Cuando recibió el primer "no" el abogado le aconsejó iniciar un juicio, pero Alfredo no tenía plata para afrontarlo. En 2002 volvió a la ANSeS con una gestora. Después del segundo rechazo ella le aconsejó ir a la CHA. Ahí se conectó con Pedro Paradiso Sottile, coordinador del Area Jurídica. "Cuando lo conocí -dice Paradiso- me sorprendió su voluntad, su convencimiento de que peleaba por un derecho, sobre todo para alguien de su generación".


La CHA llevó la demanda a la Clínica Jurídica de la Universidad de Palermo -trabajan casos de interés público-, con la que tiene convenio. Su director, Gustavo Maurino, inició el juicio. El Juzgado Federal de la Seguridad Social N° 5 falló en contra. También la Sala N° 3 de la Cámara Federal de Apelaciones. Mediante un recurso extraordinario este año llegaron a la Corte donde, según la CHA, otro caso esperaba justicia. "El núcleo de la cuestión -sostuvo Maurino en su apelación- es determinar si el sistema jurídico argentino permite que un ciudadano quede excluido de la tutela de la seguridad social por el solo hecho de ser homosexual".

2008/08/17

> Erreportajea: Testigantza > DIVORCIADA A LOS 12 AÑOS

  • Divorciada a los 12 años
  • El País, 2008-08-17 # Kawkab al Thaibani / Traducción de Virginia Solans

La cultura de Yemen y sus padres la empujaron al matrimonio. Fue violada y maltratada. Pero ella se rebeló contra su destino y lo denunció. Ésta es la historia de una niña valiente. Y divorciada a los 12 años.


Era de noche. Las mujeres cantaban una canción de boda de la tradición yemení. No se trataba de una melodía alegre, sino más bien de un lamento por tener que dejar el hogar familiar. El sonido de la música se mezclaba con el zaghareed, el típico grito árabe con el que las mujeres yemeníes expresan su alegría.


Nejoud al Ahdal tenía una mezcla de sentimientos. Recién casada, esperaba a su marido para viajar desde Saná, donde se había celebrado la ceremonia, hasta el pueblo donde vivirían. Llevaba un vestido largo de color marrón y sandalias negras. Una gruesa capa de maquillaje cubría su cara. Vestía también la abaya negra, la túnica que las mujeres yemeníes se ponen para cubrir su cuerpo. La de Nejoud escondía una figura infantil que aún no se había desarrollado. ¿Qué edad tendrá? No se puede saber con exactitud: no tiene certificado de nacimiento. Ella y su familia dicen que probablemente nació hace 12 años. La niña de cara ovalada y piel oscura tuvo que abandonar de repente su infancia para ir con su marido. Le acababa de conocer.


En la casa de su padre, Nejoud recuerda cómo empezó toda la historia que le hizo madurar de pronto; cómo su padre y su madre le dijeron que iba a contraer matrimonio con Fayiz Ali Nasser, de 28 años. Le avisaron de que no tenía que casarse hasta que no estuviera completamente preparada. A ella le pareció bien. No sabía lo que significaba el matrimonio ni qué conllevaba. Recordaba el miedo constante que tuvieron ella y toda su familia años antes cuando unos parientes secuestraron a sus hermanas. Pensó que casándose podía evitar pasar por la misma situación. Pero una semana después, su familia le habló de su futuro marido y le dijo que la boda era inminente. Su primera reacción fue negarse. Enseguida recapacitó. Se dijo a sí misma que podría disfrutar de la celebración y de los regalos. Es costumbre en Yemen que una boda se prolongue durante varios días con una gran fiesta en la que la novia se engalana con vestidos típicos muy elaborados.


No fue el caso. La ceremonia de boda de Nejoud fue muy breve: asistieron solamente sus familiares más cercanos y tuvo lugar en una diminuta habitación decorada con unos pocos muebles mugrientos.


Cuando llegó el momento de la despedida subió con su marido y otros pasajeros a un coche alquilado que les llevaría a Haja, donde vivirían y donde supuestamente pasarían la luna de miel. ?Todo el tiempo me miraba de forma lasciva?, comenta indignada ahora.


Como la mayoría de las casas del pueblo, la de su marido no tenía ni agua corriente, ni electricidad. Sólo la luz tenue de una linterna. La niña no tenía hambre y no comió nada de lo que cocinó la familia de su marido. Le asustaba estar tan lejos de sus padres. Durante siete horas permaneció en silencio. No había nada que decir. Todo era nuevo para ella.


Poco sospechaba lo que sucedería más tarde, cuando se encontrara a solas con su marido. Él la llevó a una habitación pequeña y sucia en la que unas cuantas alfombras roídas ocupaban el lugar de los colchones. Nasser cerró la puerta. Nejoud sintió pánico. "Creía que el matrimonio era una ceremonia divertida, pero no imaginaba que fuera así". Hoy, el tono de su voz refleja la conmoción que sintió por lo que ocurrió luego. Nasser la forzó a tener relaciones sexuales, algo que ella desconocía por completo. Ni su madre, ni ninguna otra persona le habían preparado para esa experiencia. "Era odioso, me pegaba y le suplicaba que no lo hiciera, pero él me contestaba con arrogancia: "Eres mi mujer". Aquella noche grité y supliqué que alguien de su familia me ayudara. Nadie lo hizo", recuerda.


Durante casi dos meses, Nejoud fue violada cada día. "Me daba miedo que llegara la noche; sentía pavor", recuerda. "Pensé que si tenía que vivir con él acabaría suicidándome". Como otras muchas niñas, no tenía fuerza para defenderse de la brutalidad de su marido. Cuando rechazaba mantener relaciones sexuales, él la maltrataba mientras ella le suplicaba que no lo hiciera. "En una ocasión me mostré rebelde y le dije que no me tocara. Me dio una bofetada en la cara y comenzó a golpearme por todo el cuerpo".


Esta niña es sólo una de las muchas de Yemen que se ven obligadas a casarse a edad temprana. Según un estudio del Centro Internacional de Investigación de la Mujer (CIIM), casi la mitad de las niñas yemeníes menores de 18 años contraen matrimonio. El país ocupa el decimotercer lugar en una lista de 20 países con mayor número de matrimonios infantiles, denuncia el CIIM. La media de edad es de 16 años.


El principal obstáculo para acabar con esta clase de matrimonios es la ley. Antes de 1994, la legislación exigía que las niñas tuvieran 15 años para casarse. Pero ese año, la ley cambió para abolir la edad mínima. Una enmienda de 1999 trató de establecer que una niña, independientemente de su edad, no podía casarse antes de su primera menstruación. La enmienda fracasó al no fijar una edad mínima para contraer matrimonio. En la actualidad se ha presentado una nueva propuesta de ley para establecer la edad de 18 años como mínima para casarse. El Parlamento no la ha aprobado.


Quizá Nejoud no era consciente de que en algunas zonas conservadoras del país se considera humillante ayudar a una recién casada, ya que el marido tiene derecho a mantener relaciones sexuales la primera noche. Incluso si alguien se entrometiera, podría sufrir el ostracismo social. En algunos pueblos, incluso, las mujeres tienen que mostrar una sábana manchada de sangre como prueba de honor. Nejoud no sabía que pertenecía a una cultura en la que la mujer tiene que obedecer a su marido. Aquella noche "o mejor dicho, la sábana blanca debidamente manchada" demostró que Nejoud era virgen y que su marido había conseguido dominarla. Después de que Nasser cometiera la violación se dispararon fuegos artificiales para celebrar la virginidad de la joven novia.


La niña se sentía intimidada no sólo por su ofensivo marido. También por su suegra. En ocasiones animaba a su hijo a pegarle y violarla. Algunas veces, cuando se resistía corriendo por toda la casa de una habitación a otra, su marido iba detrás de ella mientras su madre les observaba maldiciendo y gritando que tenía que obedecer. A diferencia de todos, el marido de Nejoud era un hombre autoritario que quería controlar su vida y la de sus hermanas. Maltrataba a su hermana, a quien ella describe como una persona agradable.


Este tipo de prácticas tan arraigadas en el país árabe acarrean numerosos problemas: lesiones, delgadez, traumas psicológicos y mortalidad de la madre. También aumenta la vulnerabilidad de una niña frente al abuso doméstico. Según el mismo estudio, ellas se ven obligadas a abandonar el colegio, con las consecuencias dramáticas que eso supone para el desarrollo de un país.


Volvamos a la historia de Nejoud. Tiempo después, el matrimonio se trasladó a vivir a la casa de los padres de ella. Nejoud le pidió permiso a su marido para dormir con su madre. Él no lo consintió y le pegó una paliza como respuesta. Sus padres, mientras, escuchaban impasibles. "Mi padre me decía que no estaba bien que no quisiera estar con mi marido".


La familia de Nejoud es muy pobre. En las tres pequeñas habitaciones de su casa, cubiertas con alfombras cochambrosas, más que viejas, conviven más de quince personas. Nejoud duerme en una habitación sin ventanas con sus ocho hermanos en la que la luz entra a través de dos agujeros. No tienen agua corriente. Han de ir a buscarla en bolsas a un lugar cercano a la mezquita. El problema es que uno de sus hermanos es inválido y los demás son aún muy pequeños.


Esta chica de ojos profundos lamenta la suerte de su familia y de su mala experiencia. "Me quejaba a mi familia paterna, a mis tías maternas, a mis tíos, a mi padre y a mi madre. Hablaba con todos, pero ninguno me escuchaba. Todos me decían que era mi marido aunque fuera grosero". Intentó refugiarse en la casa de su tío, pero éste llamó a sus padres para que fueran a buscarla. "No podía ayudarla. Estaba casada", se justifica Shiw-i al Tabi-i.


Nadie. No encontraba ninguna persona que quisiera escuchar su profundo pesar, así que la niña recurrió a su hermana pequeña de nueve años, Haifa, que estaba preocupada porque había oído que el cuñado de Nejoud quería casarse con ella. Se consolaban mutuamente. "Haifa, este hombre es odioso. Quiero divorciarme", le decía. Y Haifa temía seguir el mismo camino.


Como musulmana, Nejoud rezaba a Dios noche y día para conseguir su liberación. Al final habló con su primo y con la segunda mujer de su padre, que le sugerieron que acudiera al juzgado a solicitar el divorcio. A pesar de que no confiaba en ellos, Nejoud tomó en cuenta su consejo.


Le dio vueltas a la cabeza. No conseguía desprenderse de esa idea. Durante una semana estuvo planeando cómo ir al tribunal, pero necesitaba reunir 200 reales yemeníes (aproximadamente un euro). "Pensé que el mejor momento sería cuando mi madre y mi padre vinieran a visitarme. Ese día tomé el autobús que va a la zona de Tahir. Era el único trayecto que conocía. Recuerdo que estaba muy nerviosa. Llegué al juzgado a las once de la mañana. Había mucha gente entrando y saliendo. Pero me sentía con fuerzas, así que entré y pregunté dónde podía encontrar al presidente del tribunal. Una mujer me vio y debió de pensar que necesitaba ayuda. Me acerqué a ella y le pregunté si estaba sola". Esa señora, Fathia al Aghbari, lo recuerda así: "Me quedé impresionada cuando me dijo que había venido a pedir el divorcio".


La niña no olvida ese día. "El presidente del tribunal le pidió a uno de los jueces que me acompañara cuando comenté que tenía miedo de volver con mi marido". Cuando la juez la llevó a su casa para darle protección, Nejoud se quedó impresionada. "Era completamente blanca. Era la primera vez que veía una casa así". Los tres días que permaneció allí le parecieron los más bonitos de su vida. "Me hicieron muchos regalos", evoca.


El juez Mohamed al Qadhi ordenó el arresto del padre y del marido, aunque este tipo de actuación no es legal en Yemen. Ambos fueron encarcelados el sábado 12 de abril. A pesar de todo, Nejoud sentía lástima por su padre, que no se encontraba bien de salud. "Es un pobre hombre y ya le he perdonado", afirma con una madurez inusual para su edad.


La sentencia dictada por el tribunal puso fin al matrimonio por medio de una disposición o tipo de divorcio islámico, que se utiliza generalmente en Yemen para los casos en los que la familia ha de pagar cierta cantidad de dinero como compensación. A diferencia de otros casos, el marido dispone de un periodo de cuatro meses para solicitar regresar con la mujer. En el transcurso de una sesión privada celebrada después del juicio, el marido manifestó su voluntad de volver y esperar a la niña durante cuatro años. Por este motivo, el juez dictaminó la mencionada disposición. Como el marido de Nejoud no pagó el dinero, una de las personas que asistieron al juicio se ofreció de forma voluntaria a pagar la cantidad de 158 euros impuesta por el juez.


Después del proceso llegó la satisfacción. "Me sentí enormemente feliz cuando me concedieron el divorcio. Nos miramos a los ojos y aprecié el odio en su mirada. Estaba ofendido por sentirse el centro de atención de los medios de comunicación", explica Nejoud riendo e imitando el gesto enfadado de su ex marido."La experiencia no me afectará. Todo lo que deseo es que mi familia me permita estudiar".


Ése es su sueño. La expresión de su cara cambia cuando habla del divorcio. Sus ojos transmiten sufrimiento. Nejoud ya no quiere hablar más ante la prensa, porque le recuerda todo lo que padeció. Aunque también cree que necesita su ayuda. "Si tengo que soportar el acoso de los medios para solucionar mi problema, lo haré", se muestra tajante.


A pesar de su experiencia terrible y traumática, las fotos que aparecen publicadas siempre muestran a una chica sonriente. No ha querido ir al psicólogo. "No estoy enferma", argumenta. Ahora que lo ha vivido desde dentro, se pregunta por qué hay tantas mujeres que permanecen al lado de sus maridos. "Nunca me volveré a casar", jura.


En Yemen, una mujer soltera es un paria social. Son numerosos los factores que contribuyen a que las niñas se casen pronto: pobreza, analfabetismo y una cultura que da prioridad al matrimonio sobre la educación y su desarrollo como miembros productivos de la sociedad. El padre de Nejoud reconoce que actuó mal al casar a su hija, pero confiesa que se sintió obligado por la amenaza constante del secuestro, como había sucedido con sus dos primeras hijas. Durante el juicio, el padre tuvo un comportamiento un tanto extraño que dio lugar a creer que se trataba de un enfermo mental. El doctor Husnia al Qadhi no pensó que él o que el marido fueran culpables. "Son víctimas de una cultura que permite este tipo de matrimonios, y que además los apoya". El padre es consciente de la mala elección que había hecho en su vida: "Dejé mi trabajo en los servicios sanitarios porque padecía un trastorno psicológico". Tiene casi cuarenta años y dos mujeres. "Hace siete años era rico, por eso me casé con otra mujer". Tiene tantos hijos que no recuerda cuántos. Ahmed al Ahdal declaró que obligó a Nejoud a casarse para no hacerse cargo de sus gastos.


Pero eso fue antes de que varios miembros de su familia se quedaran con sus propiedades y le obligaran a marcharse del pueblo. La madre de Nejoud, Shui'iah al Tabi'i, con las manos estropeadas de tanto trabajo en el campo, animó a su hija a casarse porque pensó que era la mejor opción.


El diputado Shawqi al Qadhi maldice la naturaleza retorcida de los hombres. "Existe un gran número de varones con un deseo inusual por las niñas", reconoce. Pero, por encima de todos estos factores, quizá esté el miedo de la sociedad a la independencia de la mujer. No pueden aceptar la idea de que una muchacha sea autosuficiente porque entonces querrá tomar sus propias decisiones y no podrá ser dominada. "Es destacable el hecho de que la mayoría de las mujeres yemeníes con cargos de responsabilidad son solteras o divorciadas". Así pues, los hombres se casan con niñas para moldearlas.


La sociedad otorga una importancia extraordinaria a la sexualidad de las mujeres. En la cultura de Yemen hay un gran temor a que éstas mantengan relaciones sexuales antes del matrimonio y echen así a perder su reputación y la de su familia. Muchos padres afirman que es mejor casar a sus hijas muy jóvenes antes que ver dañado su honor. Incluso las niñas dan al matrimonio una enorme importancia.


La misma semana que se celebró el juicio de Nejoud, la Comisión de Sanidad presentó al Parlamento la Ley de Seguridad Maternal, que incluía una propuesta (que finalmente no fue aprobada) para establecer los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio. Para Najeeb Ghanem, miembro de la Comisión de Sanidad, "el tema del matrimonio de menores es un asunto muy complejo; incluso si hubiese una ley, no se solucionaría".


Este tipo de cosas ocurren porque las bodas infantiles forman parte del engranaje cultural yemení. La comisión a la que pertenece Ghanem presentó un informe al respecto. El Parlamento les pidió que rebajaran la edad de matrimonio porque temían que la sociedad no aceptara los 18 años como edad mínima. Ghanem manifiesta que conoce numerosas historias tristes como resultado de los matrimonios de menores. Un ejemplo: el nacimiento de niños prematuros con alto riesgo de padecer un retraso mental. Es una de las mayores consecuencias. "Lo peor es dañar la vida de un ser humano", tercia Ghanem.


Él y otros diputados intentan no enfrentarse al comité de la sharia, encargado de velar por el cuerpo de derecho islámico. Se rumorea que la sharia se escuda en la creencia de que Mahoma se casó con Aisha, una niña que tenía tan sólo seis años. Según Shawqi al Qadhi, diputado, erudito y miembro de la Comisión de Libertad y Derechos Humanos, el matrimonio del profeta nunca se confirmó: "Hay una disputa histórica sobre este detalle. Tenemos el derecho a discrepar".


Los defensores del matrimonio de menores se justifican con frecuencia: las niñas consienten. Pero, en realidad, lo que pasa es que ellas no conocen sus derechos y a menudo son obligadas.


La pequeña Nejoud, hoy es otra. Después de conseguir el divorcio vivió durante una temporada con su tío Al Tabi'i. Poco después volvió con su padre y comenzó a estudiar. “Sentía vergüenza ante mis compañeros, y sobre todo ante mis amigos. Todo el tiempo me preguntaban si de verdad me había casado”. Intentaba que los cotilleos no le afectaran.


Su felicidad y determinación no duraron mucho. El dueño de la casa les desahució y les amenazó con tirar todos sus muebles. Nejoud y su familia pasaron una noche en la calle hasta que un vecino les alojó temporalmente en una casa vacía en Dares, un barrio a las afueras de Saná. Nejoud no pudo volver al colegio el 26 de septiembre. "Me puse a llorar. Me gustan mucho las clases, y creo que la educación es buena para aprender y construir un futuro". Ahora pasa seis horas diarias estudiando. Su hermano Mohamed al Ahdal le enseña y le ayuda a aprobar los exámenes. Ella espera poder pasar su expediente al colegio que está cerca de su nueva casa.


Después de haber centrado la atención de la prensa, Nejoud se encuentra sola. Pero es fuerte. Tiene la firme decisión de estudiar una carrera y ejercer una profesión: "Me gustaría ser periodista para ayudar a la gente".

2008/08/15

> Berria: Argitalpenak > VIETNAM: "BONG", DIARIO DE UN HOMOSEXUAL QUE BUSCA ROMPER TABUES

  • Diario de un homosexual busca romper tabúes en Vietnam
  • Cadena Global, 2008-08-15

El título del diario íntimo de Nguyen Van Dung ya habla de por sí: "Bong", una palabra de argot utilizada en Vietnam para designar a los homosexuales.


Su nombre quiere decir coraje, justamente el que necesitó el autor para explicar su vida en "el tercer mundo", una referencia en Vietnam no para los países en desarrollo si no para la comunidad gay y lesbiana.


Con 41 años, Nguyen Van Dung decidió desvelar todos sus secretos en un libro escrito con dos periodistas, después de 300 horas de entrevistas.


El diario, cuyo tono es excepcionalmente crítico para el país comunista, suscitó una gran controversia, entre sus detractores y sus defensores. El autor, sin embargo, no cree que vaya a tener éxito.


En una sociedad patriarcal impregnada de costumbres confucianas, donde la homosexualidad es todavía un profundo tabú, los textos sobre sexo se hacen raros, pero todavía son más escasos los que hacen referencia a las relaciones entre los hombres.


Para Dung, es hora de cambiar las cosas.


"No quiero convertirme en famoso", explica a la AFP. "Ser famoso quiere decir ser tristemente famoso, y el precio que se paga es muy caro. Pero para alcanzar mi objetivo, he tenido que sacrificar mi vida privada. No ha sido fácil".


Sus memorias fueron impresas a 2.000 ejemplares. Pero sólo el hecho de que se hayan publicado ya supone para mucho vietnamitas un signo de apertura, en una sociedad que está cambiando rápidamente.


Muchos homosexuales vietnamitas, explica Dung en su libro, viven con una profunda vergüenza, la de no responder a las expectativas de su sociedad, como casarse, formar una familia, crear un hogar y tener hijos.


"Si has nacido homosexual, poco importa que seas hombre o mujer, has nacido en mal momento, en el mal día, en el mal mes, en el mal año, bajo una muy mala estrella", escribe.


De joven, Dung, con voz grave y un tatuaje en el brazo, era el rey de las chicas, cuentan sus amigos. Fue hace tres años cuando decidió revelar su homosexualidad.


"No podía seguir pretendiendo que quería a una mujer sólo para mantener la felicidad familiar", señala. "Eso habría sido una tortura. No puedo vivir así. No puedo ser otra persona, en lugar de mí mismo. No puedo herir a una mujer sólo para encubrirme".


Pero desvelar su homosexualidad en Vietnam no es fácil, continúa Dung, utilizando términos a veces violentos. "Tienes que ser muy valiente para robar un hijo querido a sus padres y devolverles una criatura deformada", confiesa.


"Antes pensaba que estaba enfermo", continúa. "Sólo ahora me doy cuenta de que los gays son gente normal en términos de salud e inteligencia. Somos sólo diferentes en términos de orientación sexual", concluye Dung.


En 2005, Dung comenzó a trabajar para una ONG financiada con fondos extranjeros, antes de crear su propia organización, "Green Pine" ("Pino Verde"), ese árbol capaz de sobrevivir en las peores condiciones.

2008/08/11

> Berria: Testigantza > "SOY UNA MUJER, PERO DEL TODO"

  • "Soy una mujer, pero no del todo"
  • La reconstrucción del clítoris es el último avance para superar el trauma de la ablación
  • El País, 2008-08-11 # Jesús García · Barcelona

Aissatou Gaye no se siente cómoda cuando habla de sexo con amigas. Sus complejos tienen fundamento: nunca ha vivido los placeres carnales que explican las demás. Su abuela tiene la culpa. Al poco de nacer, llevó a Aissatou y a otras niñas de la familia a ver a una mujer que les extirpó los genitales. Aissatou no recuerda aquel episodio. Pero a sus 38 años, esta mujer enérgica y vital aún sufre las consecuencias de aquella ablación colectiva acaecida en un remoto pueblo de Senegal. "Supe que tenía un problema la noche de bodas", dice Aissatou, una enfermera que llegó a España hace cinco años. "No siento nada con el sexo, y me culpo de ello. Noto que me falta algo; que soy una mujer, pero no del todo. Y llenaré ese vacío como sea".


Aissatou, casada y con tres hijos varones, está segura de que recobrará lo que le falta. Es una de las diez mujeres que pronto pasarán por el quirófano para someterse a una operación de reconstrucción del clítoris. Ha encontrado un sitio en España donde es posible: el Instituto Dexeus de Barcelona. Hace tres meses, el doctor Pere Barri sintió "un tremendo orgullo" tras intervenir a sus dos primeras pacientes, dos mujeres africanas víctimas de la ablación. El resultado ha sido óptimo: "Han recuperado la sensibilidad". La clínica realizará, en el futuro, dos o tres operaciones al mes. La intención es que la técnica se traslade a otros centros españoles para que las mujeres que en su día fueron mutiladas dejen atrás los fantasmas. "Operar es prevenir: decimos a las mujeres que hay remedio", dice Barri.


La ablación, una práctica ancestral con vigencia (aunque de forma clandestina) en 26 países de África, se ha hecho presente en España a través de la llegada de familias subsaharianas. Sobre todo, de Senegal, Gambia o Mali. En los años noventa, se efectuaron mutilaciones en territorio español. Ahora ya no ocurre eso; a la policía, al menos, no le consta ningún caso reciente.


El Código Penal castiga la ablación con penas de 6 a 12 años de cárcel. Las familias favorables a esta práctica aprovechan los viajes a su país para zafarse de la ley. Es ahí donde se focaliza la actividad de policía, jueces, asociaciones, asistentes sociales y médicos, que han redoblado esfuerzos. Tienen un valioso instrumento legal: desde 2005, la justicia puede perseguir las mutilaciones cometidas en el extranjero.


En Cataluña, la Generalitat ha aprobado un protocolo para prevenir, detectar y abortar casos de riesgo. Este año, los Mossos d'Esquadra han evitado 18 posibles mutilaciones. El Cuerpo Nacional de Policía no dispone de datos, puesto que no segrega la ablación del resto de delitos de lesiones.


Más allá de la acción policial, la clave es la prevención, coinciden los expertos. "Hay padres que lo hacen por el bien de sus hijas, porque no conocen las consecuencias", dice la presidenta de la Asociación de Mujeres AntiMutilación, Mama Samateh. Otras veces, los padres, integrados en la sociedad, rechazan la tradición. "Pero topan con la familia, que allí tiene mucha importancia", apostilla Yolanda Gracia, de la unidad de proximidad de los mossos. El riesgo, pues, persiste.


Más que amenazar con el peso de la ley (que también) se trata de convencer, con argumentos, de que la ablación es nociva. Quienes trabajan a pie de calle saben bien donde mirar. "Tenemos indicios para detectar el riesgo si la madre está mutilada o si la etnia familar suele practicar la ablación. Un dato definitivo son las visitas al pediatra por parte de las niñas", señala Gracia. Si a eso se suma un viaje inminente a África, el riesgo es evidente.


Rosa Negre, otra agente de la unidad de proximidad de la policía catalana, acumula una larga experiencia en Girona. "Hace años, para la comunidad africana era un tema tabú". Negre ha aprendido mucho, y tiene numerosas anécdotas. Una vez, descubrió que no podía hablar sólo con las madres cuando un padre le dijo: "Haz lo que quieras. Puedo dar la orden sentado desde este sofá". En otra ocasión, una mujer se puso a llorar: "Me dijo que si no mutilaba a sus hijas, ningún hombre las querría. Por eso hay que hacer mucha pedagogía".


Las personas que luchan contra la ablación tienen claro que hay que implicar, en especial, a las mujeres africanas. Como Aissatou, que tomó conciencia del problema cuando una sobrina murió dos días después de que le practicaran la ablación. Su hermana no quería hacerlo, pero la poderosa y extensa familia impuso su criterio. "Sufrí mucho", dice Aissatou, que hizo campaña en Senegal -"me miraban mal", recuerda- y que ahora trabaja para Médicos del Mundo.


Las adolescentes de origen africano copan la preocupación de las entidades. La prevención no llegó a tiempo para muchas de ellas, que ahora descubren que son diferentes y no tienen a nadie con quien hablar. Aissatou comentó su problema con los hermanos. Pero nunca ha hablado de ello con su abuela. Y menos lo hará ahora, que está enferma. "Lo que quiero es ponerme ya en manos del doctor Barri y recuperar el tiempo perdido".


"Nos quitaron a las niñas sin motivo"
Mohammed Fofana y Anna Saydibach, un matrimonio gambiano que vive en Premià (Barcelona) consideran que han sido víctimas de una cadena de errores. En diciembre, un juez de Mataró les retiró la custodia de sus dos hijas, de 6 y 13 años, ante la sospecha de que las llevarían a su país para practicarles la ablación. Al parecer, una de las niñas habló en el colegio sobre un posible viaje familiar. El comentario llegó a oídos de la profesora, que activó la maquinaria burocrática.


"Nos quitaron a las niñas sin motivo en las vacaciones de Navidad. Ha sido duro", dice el padre, angustiado porque, por primera vez, su hija mayor ha suspendido. En enero, el mismo juzgado les devolvió a las chicas, pero mantuvo medidas cautelares: la guardia y custodia seguía en manos de la Generalitat, y los padres se quedaban sin pasaporte y sin poder viajar fuera de España. La última resolución judicial, de junio, rectifica esas decisiones y archiva el caso, aunque alerta de que "no han desaparecido los indicios" que llevaron a investigar el caso.


Tal afirmación ha enojado a la familia. Mohammed y Anna están dolidos y quieren que, como mínimo, alguien les pida perdón. Han enviado una queja al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) con las "injusticias" que, en su opinión, se han cometido. La educadora social alertó del "alto riesgo" de ablación después de que la madre no se presentara a una entrevista. Pero ésta no pudo hacerlo porque la carta llegó tarde y la dirección estaba equivocada. Los padres, además, no habían comprado billete de avión alguno -no tenían vacaciones ni dinero para ello- y la menor de las hijas no tenía los papeles en regla para viajar. Y más aún: la madre es miembro de la Asociación Mujeres AntiMutilación.

2008/08/10

> Erreportajea: Diskriminazioak > EL SALVADOR: VETADA PARA DONAR SANGRE

  • Vetada para donar sangre
  • Una joven que vive una vida sexualmente activa con su pareja de muchos años intentó donar sangre en el banco de sangre de la Cruz Roja. Ella no pudo donar, la razón: su pareja era otra mujer. Con prueba de VIH en mano, la respuesta siguió siendo negativa. La joven, cuyo nombre verdadero se ha mantenido en la confidencialidad, se acercó a Diario El Mundo a contar su historia. Lo que abrió una investigación al respecto.
  • El Mundo [El Salvador], 2008-08-10 # Teresa Andrade

Vanessa reposa en una silla del banco de sangre de la Cruz Roja. Mueve su pierna con nerviosismo, la espera es corta pero la idea de una aguja introduciéndose en sus venas no le agrada mucho, le teme a las agujas. Sin embargo, a su lado está su motivación para esa donación altruista: Angélica, su amiga, su confidente, su amante, su pareja.


Se conocieron en el colegio, cuando apenas la pubertad llegó a moverles el mundo y todo en lo que creían. Con el tiempo, encontraron muchas diferencias entre ellas y el resto de sus compañeras, su preferencia sexual era diferente. Mientras las demás adolescentes añoraban un novio y seguían a los muchachos de los colegios cercanos, ellas disfrutaban más la compañía entre niñas. Inevitablemente, se enamoraron.


Muchos años habían transcurrido y ese día, habían asistido al banco de sangre de la Cruz Roja porque la abuelita de Angélica yacía en un hospital nacional, esperando una operación en su estómago, que le salvaría la vida. Angélica no alcanzaba el peso necesario para donar y sus parientes cercanos estaban en Estados Unidos. La abuelita estaba a cargo de ella, de inmediato pensó en Vanessa y en un primo. “Menos mal que solo dos necesitábamos”, dice Vanessa.


El procedimiento en el banco de sangre es sencillo: “das el Dui, esperas un ratito y luego te llaman a una entrevista personal sobre tu vida y tus conductas sexuales. Si pasas, te toman el peso, la presión y te miden la hemoglobina. Después pasas a la sala donde te sacan la sangre, media hora después estás lista”, explica Vanessa, quien antes de esa ocasión había donado unas dos veces. Ya tenía experiencia en el asunto, sin embargo el miedo y el nerviosismo no los había podido controlar nunca.


Hicieron pasar a Vanessa a una sala, una especie de consultorio donde la entrevista se lleva a cabo. Para los especialistas del banco de sangre, este es el primer filtro para obtener sangre segura.


Al poco tiempo, se abre la puerta, el rostro de Vanessa se ve descontrolado, azota la puerta y sin decir nada sale del banco de sangre. Unas lágrimas se dibujan en sus ojos. Angélica sale tras ella. “No me dejaron donar, por ser lesbiana. Nunca más podré hacerlo, me registraron como persona riesgosa”, le dijo entre sollozos. Ella la abrazó.


La entrevista
“¿Ha tenido relaciones sexuales con personas de su mismo sexo?”, rezaba la pregunta que le hizo la doctora en el banco de sangre. Vanessa sintió un consquilleo en su estómago, sabía que la entrevista era la parte más importante de todo el proceso y no debía mentir. “Sí”, contestó tajante. “Bueno, debido a esa relación sexual riesgosa, usted no podrá donar nunca más ni aquí, ni en ningún otro banco de sangre”, enfatizó la doctora.


Vanessa salió de inmediato de aquel lugar. “Para mí fue discriminación, ni me preguntaron si me protegía o no, o si tenía pareja estable. Ella no me dejó decir nada”, cuenta la joven consternada.


En pasadas ocasiones, cuando Vanessa se acercó, como donante voluntario altruista al banco de sangre de la Cruz Roja, esa pregunta no existía en el formulario. “Sentí feo porque a mí siempre me ha gustado donar, de hecho fue lo primero que hice al cumplir los 18 años. Y ahora, simplemente ya no puedo”, lamenta la joven.


El sistema del banco de sangre se basa en tres criterios: los aptos para donar, los no aptos y los temporales. Todos se determinan a partir de la entrevista. “Lo que se busca son personas saludables”, expresa Frida Candray encargada del banco de sangre de la Cruz Roja. Los no aptos son las personas que poseen piercing, tatuajes, homosexuales o alguna enfermedad, explicó la especialista.


“Yo he conocido muchos que donan siendo homosexuales, con piercing o con tatuajes, lo que pasa es que no lo dicen en la entrevista”, comenta Vanessa. Y es que según explicó Candray la entrevista tiene que ser lo más sincera posible para lograr mejores resultados de la sangre.


A pesar del revés que sufrió Vanessa, no pudo quedarse de brazos cruzados. Se hizo una prueba de VIH e intentaría donar con prueba en mano. “No me pueden decir que no”, pensó.


Sangre rechazada
Esta vez se encontraba sola, atendió el llamado que hizo la Cruz Roja antes de las vacaciones de agosto. Leyó en el periódico sobre el desabastecimiento de sangre en los bancos. “La necesitan, llevo mi prueba negativa, no me pueden decir que no”, pensó la donante.


Nuevamente la llamaron a la entrevista. La doctora en turno introdujo los datos en una computadora, número de Dui y nombre bastaron: “Rechazada”, mostraba la computadora en letras rojas. La doctora no entendió, desplegó la ventana y la respuesta era sencilla “mantiene relaciones sexuales con mujeres, eso me dijo”, explica Vanessa.


A pesar de leerlo en la computadora, la doctora repreguntó: “¿Ha tenido relaciones sexuales con mujeres?” y Vanessa contestó tajante: “Sí, soy lesbiana”.


Por segunda ocasión la respuesta fue la misma: “Nunca más”.


Vanessa sintió esa punzada en el estómago de nuevo, sacó su prueba de VIH que rezaba “No reactivo”. La mostró a la doctora y sin más le dijo: “Sí está bien, pero eso no me dice nada, no se puede, la computadora la rechaza y no puedo aceptarla”.


En un intento desesperado le explicó que llevaba muchos años de relación con su pareja, sin embargo la doctora le refutó “eso no hace constar que su pareja le es fiel. Los homosexuales son infieles por naturaleza, no puedo y no puedo. Todo está en la normativa que nos rige a nosotros”, fueron sus últimas palabras.


¿Y la normativa?
Vanessa dentro de su indignación llamó a SIDA TEL para mayor información sobre la normativa y contactó con Diario El Mundo para dar luz a este caso. En dicho call center de ayuda sobre el VIH, Vanessa expuso su caso, le ofrecieron una disculpa y le aseguraron que tal normativa no existe. Al contactar a ese mismo número aseguraron que “no existe una normativa que diga que un voluntario no done sangre, por eso se hacen las pruebas. No tiene nada que ver la preferencia sexual con la disposición de donar sangre”.


Por otra parte, aseguraron que en la ley de VIH tampoco se habla al respecto; sin embargo, dota de poder a los doctores del banco de sangre para hacer sus propias investigaciones y descartar a un donante o no.


“Todavía hay tabúes y rechazo a los homosexuales, ahora ya sabemos que no solo ellos pueden tener el virus. Es una evidente discriminación la que se está haciendo”, aseguró la operadora de turno, quien es especialista en la temática de VIH.


Si bien es cierto, unos lo consideran discriminación, el banco de sangre tiene su explicación al respecto.

  • “Todo es por la seguridad de la sangre”
  • Dentro de las normativas que ha estipulado la Comisión Red Nacional de Bancos de Sangre de El Salvador se encuentra la estipulación de no aceptar los 450 mililitros de sangre de una persona homosexual. Vanessa una joven que vivió en carne propia ser catalogada como “no apta” por sus preferencias sexuales desató esta investigación, donde la seguridad de la sangre es la que está en juego
  • El Mundo [El Salvador], 2008-08-11 # Teresa Andrade

Quiero que quede claro a la comunidad gay que departe de los bancos de sangre no hay un rechazo, discriminación o marginación hacia ellos, sino que es por la seguridad de la sangre. Pretendemos dar una mejor garantía de la calidad de la sangre que vamos a mandar”, expresa Frida Candray, laboratorista clínica y encargada del Banco de Sangre de la Cruz Roja.


La especialista refiere su declaración por el caso de Vanessa, quien no pudo donar sangre por ser homosexual. Si bien es cierto, la joven Vannesa mostró una prueba de VIH y aseguró encontrarse con una pareja estable por años, según Candray esto no es garantía para dejarla donar. “Nosotros nos estamos rigiendo por normas y éstas no las podemos obviar, aunque ella muestre su prueba negativa”, indica.


Según el “Manual de la Selección de Donantes de Sangre bajo los Estándares de Trabajo en Banco de Sangre”, en su última versión del año 2002, expresa como uno de los Criterios Médicos de Selección de Sangre que “Los homosexuales y/o bisexuales con más de una pareja no son aceptados para donar sangre en forma permanente”.


Es así como esa normativa vetó a Vanessa en dos ocasiones para hacer una donación de sangre y lo que llevó a los médicos del banco de sangre de la Cruz Roja a rechazar su sangre.


La razón

Al otro lado del mundo, en el banco de sangre de la Cruz Roja Española, un homosexual puede donar, tal y como un heterosexual en El Salvador puede hacerlo. Lo que veta a una persona de la donación son sus conductas sexuales de riesgo, entendiéndose éstas como relaciones sexuales promiscuas o sin protección, sin importar la preferencia sexual del donante.


En El Salvador, un donante que manifieste en la entrevista ser homosexual, lesbiana, bisexual o haber tenido algún tipo de relación ocasional con una persona de su mismo sexo, está excluida permanentemente del sistema de banco de sangre y no puede donar bajo ninguna circunstancia.


“Acá, en nuestro país, son diferidos permanentemente porque por lo general ellos tienen varias parejas sexuales, o incluso los bisexuales tienen un hombre y una mujer. Se les respeta, pero por lo general tienen muchas parejas sexuales, cambian constantemente de pareja o comparten parejas”, explica Candray.


Por su parte, la doctora en medicina, Karla Cruz opina que esta creencia parte de los tabúes y las creencias culturales propias de El Salvador. “Comúnmente se cree que los homosexuales son infieles, pero en nuestros países se ve la homosexualidad como algo sucio, algo que no es normal e incluso está fuera de la religión, es por ello que culturalmente se ve a los homosexuales como personas de riesgo”, expone la doctora.


Y no solo es opinión de Cruz que sea solo un tabú. Según las estadísticas del Programa Nacional de ITS/ VIH- Sida del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el 80% de personas infectadas con VIH son heterosexuales. “Lo cual bota el mito de que son los homosexuales los de mayor riesgo”, expresó del doctor Guillermo Galván, director de dicho programa, en el marco del día Nacional de Prueba de VIH.


Sin embargo, Candray opina que estas estadísticas no son muy fidedignas. “En nuestro país, hay mucha gente que no ha ‘salido del clóset’ (declararse homosexual), unos por miedo al rechazo y otros no lo expresan a la hora de llevar las estadísticas. Creen que serán doblemente juzgados, por tener el virus y por ser homosexual. Así es que eso de las estadísticas, está por verse”, afirma.


La prueba no lo es todo

Vannesa, ante la discriminación de la que se sintió víctima y en un intento desesperado, mostró su prueba de VIH que rezaba “No reactivo a la fecha”. Sin embargo, no la dejaron donar. “¿Por qué? ¿Por qué en España sí y aquí no?”, se pregunta la joven constantemente.


La respuesta es sencilla, sin embargo trae miles de complejidades para el sistema de salud nacional. “En España se puede por la calidad de pruebas que hacen allá. Nuestro país no está capacitado para hacer todas las pruebas, pero ante la duda mejor tratamos de purificar la sangre en el periodo primario de la selección, porque no tenemos una gama tan amplia de pruebas para el tamizaje”, explica Candray.


Es por ello que el único filtro del que se confían los especialistas es la entrevista médica que se les hace antes del procedimiento, por lo que la sinceridad del donante es la clave del proceso. Si bien es cierto el banco de sangre, posterior a la donación, realiza los exámenes de Sida, Chagas, Hepatitis B, Hepatitis C, Sífilis y Rastreo de anticuerpos, de la entrevista de selección de los donantes depende el 90% de seguridad de la sangre.


A pesar de que en los bancos de sangre salvadoreños no se realizan todo tipo de pruebas que aseguren la calidad de la sangre, el método de la entrevista de selección como primer filtro ha dado resultado. Según las estadísticas de la Cruz Roja, hasta el momento, no se reportan casos de infectados de VIH por vía transfusión sanguínea.


“Aunque esta señorita haya mostrado su prueba de VIH no la podíamos aceptar, sería muy grave si después alguien sale infectado por una transfusión, hasta podrían cerrar bancos de sangre”, expresa Candray.


La especialista asegura que “es por ello, que al banco de sangre lo que le interesa es tener gente saludable, tener estilos de vida saludable no drogas, no más de una pareja sexual, no homosexuales, no tatuajes, no piercing”, expone.


Además, asegura que el período de ventana de esta enfermedad se ha alargado tanto, debido a la mutación del virus, que podría pasar de seis meses hasta 10 años, sin ser detectada en una prueba. “Por eso no la dejamos donar, aunque trajera la prueba”, confiesa la especialista.


“¿Se hará lo mismo con heterosexuales que no se protegen o que tienen múltiples parejas?, se pregunta Vannesa.


  • “Más allá de la discriminación, la educación”
  • Actualmente, todas las personas, ya sean heterosexuales u homosexuales, están en riesgo de contraer VIH. Los Bancos de Sangre salvadoreños, sin embargo, y a pesar de que se les tilde de discriminación, han logrado mantener a cero el porcentaje de infecciones vía transfusión sanguínea.
  • El Mundo [El Salvador], 2008-08-12 # Teresa Andrade

Una vez fui a donar, había tenido relaciones sexuales con dos mujeres distintas en una semana. No me dejaron donar, pero me dijeron que volviera en seis meses”, confiesa Daniel, un joven de 27 años, que presume ser un gran conquistador y llevar una larga lista de sus aventuras. “Después de esa vez, doné, yo trato de usar siempre protección, pero esa vez no se pudo”, argumenta el joven.


Según la norma que rige a los bancos de sangre salvadoreños, una persona con los argumentos de Daniel debe ser excluido por alto riesgo. “Excluir por alto riesgo la promiscuidad sexual, aún cuando ea heterosexual, predispone ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), entre ellas el VIH. Este es el patrón más importante de transmisión en nuestro país”, reza la normativa.


Aunque Daniel fue diferido temporalmente, los estatutos del banco de sangre son explícitos ante este caso. Sin embargo, el doctor Guillermo Galván, director del Programa Nacional de ITS/ VIH- SIDA, asegura que los criterios médicos que el evaluador efectúa en la entrevista, son profesionales ya que los realiza un médico capacitado y no se puede saber con exactitud cuáles criterios se dispusieron para rechazar la donación de Vanessa, una joven homosexual, y aceptar la de Daniel, un heterosexual promiscuo.


Además, Galván aclara que ha habido un error en la explicación que da banco de sangre sobre el tiempo de ventana de la enfermedad y el tiempo de aparición de los síntomas. El especialista enfatiza que toda persona infectada de VIH a los seis meses aparecerán los anticuerpos altos en la prueba de VIH, por lo que aparecerá positivo. Por otro lado, el período en que el VIH presenta sintomas, y se convierte en SIDA puede ser de 6 meses, a 10 años. Es por ello que a Daniel le dieron seis meses, sin embargo esta consideración no se hizo con Vanessa.


Las cifras

Si bien es cierto, las estadísticas aseguran que el 80 por ciento de personas infectadas son heterosexuales, esto no deja libres a los homosexuales y a otros grupos de riesgo que según Galván está comprobado científicamente que estos tienen mayor incidencia de casos que los heterosexuales.


De tal manera, explica el especialista, la prevalencia del virus del país es de 0.76 por ciento y el grupo de los HSH (Hombres que tienen sexo con hombres) es de 17 por ciento y a su vez el de las TS (Trabajadoras del Sexo) es de 3.5 por ciento. “Este porcentaje tan alto en la prevalencia comprueba que estos grupos siguen teniendo mayor porcentaje de contagio”, asegura el doctor.


Además, reflexiona en que no se tienen estudios sobre el grupo de lesbianas, por lo que se incluyen en los HSH y se catalogan como de alto riesgo. “Sería bueno tener une estudio sobre este grupo que tiene conductas muy diferentes a los hombres homosexuales. Trataremos de acercarnos a los grupos de lesbianas que existen en el país”, dijo Galván.


Más allá la descriminación
“Me dan ganas de ir a hacer una manifestación afuera del banco de sangre”, externa Fátima Polanco, directora de la organización la Casa de Safo, que reúne a personas de la comunidad gay, especialmente de lesbianas. La activista considera que lo que se le realizó a Vannesa en banco de sangre fue una clara discriminación, pero más allá de ello considera que se deben de cambiar los estereotipos de heteronormalidad que existen en el país.


Además considera que no dejar a Vanessa por su preferencia sexual, o a cualquier homosexual, no debe ser tan drástico el cierre de oportunidades de donación. “Todos estamos en riesgo y las lesbianas nos protegemos, incluso las estadísticas mencionan que de todos los grupos humanos, las lesbianas somos las más fieles”, argumenta la joven.


Galván coincide con Polanco, “En 15 años, no se han dado casos de VIH por transfusión de sangre, eso quiere decir que los criterios de banco de sangre están funcionando. Creo que la lucha actualmente debe ser, inculcar que todos sean fieles, que todos se protejan, darles educación sexual a todos, con medidas de protección para todos, tanto heterosexuales como homosexuales. Solo así podremos hacer un cambio”, finaliza.