- Los ultras de Austria resurgen con los jóvenes
- La extrema derecha se dispara en las urnas al reducirse a 16 años la edad para votar
- El Diario Vasco, 2008-09-30
Los adolescentes austriacos tendieron el domingo la alfombra roja a la extrema derecha y castigaron a la coalición entre socialdemócratas y conservadores que ha gobernado el país centroeuropeo desde el 11 de enero de 2007. Los mensajes de orientación xenófoba, unidos al apogeo de la eurofobia y la preocupación por la carestía de vida lanzados por los partidos populares han calado hondo entre estos electores primerizos. Por primera vez en Europa, los jóvenes desde 16 años pudieron votar en unas legislativas -alrededor de 184.000 nuevos votantes- y su apoyo resultó decisivo.
Esta medida de reducir la edad del electorado fue aprobada en mayo del año pasado por el Partido Socialdemócrata (SPÖ) y el Partido Popular (ÖVP), ajenos de que esa decisión les iba a proporcionar un fuerte retroceso en las urnas. Pese a que ambos partidos se mantienen como el primero y el segundo más votado, ven como la ultraderecha se está apoderando de sus seguidores, sobre todo, entre los menores de 30 años, trabajadores y muchos inmigrantes nacionalizados.
La crisis y la falta de efectividad de las dos grandes formaciones tradicionales, que rompieron su coalición de gobierno tan sólo 18 meses después de acordarla, encendió aún más los ánimos de una población austriaca furiosa. Pero los simpatizantes de los dos partidos de credo ultranacionalista, el Liberal (FPÖ) y la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ) ya no suman exclusivamente el voto de los más recalcitrantes, sino que sus ideas han seducido a las nuevas generaciones.
Así ha entrado de nuevo en escena el populista de derechas Jörg Haider, actual jefe de gobierno de la sureña región de Carintia, con una retórica más moderada, lejos de la incendiaria que alarmó a Europa en los 90. Su insistencia en la seguridad y su defensa de los «valores tradicionales austriacos» han sido el principal reclamo del BZÖ.
Mitin en discotecas
Pero sin duda el gran vencedor fue su discípulo y rival, Heinz Christian Strache, líder del también opositor FPÖ, con una carta de presentación que ha generado grandes expectativas entre el ideario juvenil. Strache se ha metido a los jóvenes en el bolsillo cantando rap en las discotecas y al retratarse como si fuera el revolucionario Ernesto 'Che' Guevara con el lema en castellano : 'vota al partido de la libertad'. Un «rebelde social», que incluso tiene su propio cómic, en el que aparece como un superhéroe.
Tanto Haider como Strache han hecho campaña en centros de formación y salas de fiesta para enganchar a los jóvenes, un 3% del electorado. Unos adolescentes obnubilados por un cóctel de ideas que ha otorgado a los ultras casi el 30% de los votos. El peligro es inminente. Aunque la dimisión del democristiano Wilhelm Molterer por el descalabro de su partido puede paralizar el avance radical en favor de un nuevo pacto entre democristianos y socialistas.