- La Diputación alavesa condena el asesinato de Baños de Ebro y pide "tolerancia cero" ante estos hechos
- El ayuntamiento de la localidad ha convocado una concentración de condena tras el asesinato
- Noticias de Alava, 2008-08-16
Las muestras de repulsa ante el asesinato de la mujer de Baños de Ebro, supuestamente a manos de su marido, no se han hecho esperar. Así, la Diputación Foral de Álava emitió ayer un texto con el que condenaba los hechos y mostraba su "más profundo rechazo" a la agresión.
La institución provincial pidió a los ciudadanos alaveses "respeto y sensibilidad" ante este tipo de violencia, que ya ha terminado con la vida de muchas mujeres en lo que va de año en el conjunto estatal. Además, por medio de un comunicado, los portavoces de la Diputación dejaron claro que tanto éste como cualquier otro tipo de violencia son motivo de repulsa y que la sociedad alavesa en su conjunto debe mostrar su rotundo rechazo manifestando "tolerancia cero" ante estos atentados contra la vida que ocurren con demasiada frecuencia el Estado.
Asimismo, la institución foral lanzó un mensaje de solidaridad y apoyo a la familia de la mujer fallecida y reiteró que los esfuerzos por sensibilizar a la población del territorio histórico con respecto a la violencia de género son una tarea prioritaria del Departamento de Igualdad de este organismo. Este último, junto con diversos agentes sociales y otras instituciones, está realizando campañas y acciones de concienciación y educación para promover la igualdad y el respeto en la sociedad alavesa.
Por otro lado, la Diputación aseguró que respaldará las manifestaciones y otras acciones de rechazo, por lo que, en esta misma línea, responsables institucionales acompañaron ayer al Ayuntamiento de Baños de Ebro en la preparación de la concentración que tendrá lugar hoy por la mañana (11.30 horas), tras un Pleno extraordinario (11.00 horas) en el que se leerá un comunicado de condena por el asesinato.
Además de la Diputación, el Instituto Vasco de la Mujer -Emakunde- también participará en los actos de repulsa. Junto con ellos, los responsables de los organismos públicos alaveses llamaron a la participación de la ciudadanía en las concentraciones.
A los actos de hoy se sumará, en los próximos días, un acto de los colectivos feministas estatales, ya que estos han convocado una concentración, como suele ser habitual cada vez que ocurre un asesinato de este tipo, para el próximo lunes a las seis de la tarde en la céntrica Plaza Virgen Blanca de la capital alavesa.
- Silencio e incredulidad
- Noticias de Alava, 2008-08-16
Ninguna de las escasas personas que ayer se decidieron a hablar con los medios de comunicación -la familia de la pareja conminó a todo el mundo a guardar silencio- se explicaba qué pudo suceder entre dos personas que no tenían problemas aparentes entre ellos
El desconcierto ante el trágico suceso acaecido ayer en Baños de Ebro era total en esta localidad de Rioja Alavesa. En la villa se firmó un pacto de silencio para evitar que trascendieran detalles sobre la razón que pudo tener el agresor para acabar con la vida de su esposa. El matrimonio era muy conocido, no se sabía que mantuvieran una mala relación y, además, su casa está en la misma zona donde viven otros muchos familiares.
Ellos fueron, encabezados por el alcalde, quienes obligaron al resto de los vecinos a no atender las numerosas preguntas de los muchos medios de comunicación que acudieron a ese municipio. El goteo diario en que se han convertido los crímenes por violencia de género ha calado en la sociedad y acontecimientos de este tipo son hoy objeto de una gran atención mediática. Así, periodistas de medios de todo el Estado se dieron cita en la localidad alavesa y se toparon con la negativa de los vecinos a aclarar qué pudo pasar por la cabeza de Cristóbal para asesinar a su esposa.
Aún así, hubo algunas personas que facilitaron datos de este matrimonio. Un primo hermano del agresor, con los ojos llenos de lágrimas, contaba que el matrimonio tenía tres hijos. Uno de ellos, está casado con una vecina de Nájera, localidad en la que reside, y otras dos hijas viven en Vitoria. El hijo, a pesar de tener su domicilio en la localidad riojana, de la que apenas dista 20 kilómetros, acudía a trabajar junto a su padre y otra persona llamada José, explicaron algunos vecinos, a las viñas propiedad del agresor, con quien mantenía una relación muy cercana.
Este hijo se encontraba ayer en Nueva York, lugar al que había viajado para pasar unos días de vacaciones junto a su mujer. Sus familiares lograron localizarle ayer mismo en la ciudad estadounidense para comunicarle la trágica noticia.
Otra persona, vecina del barrio, pero no familiar de esa familia, comentaba que todo el pueblo se encontraba mal, porque no hay una explicación a lo ocurrido. Narraba que "el matrimonio se llevaba bien y que no se conocían discusiones entre ellos". Por el contrario, "era frecuente verles en misa o tomando el aperitivo en el bar los domingos y días de fiesta".
Las dos personas que prestaron sus testimonios ante los periodistas fueron rápidamente increpadas por otros vecinos de la localidad, que les conminaron a no decir ni una palabra a los medios de comunicación.
De hecho, los familiares que se encontraban en el interior de la casa pidieron al responsable de la Ertzaintza desplazado al lugar que no deseaban que les fotografiaran, ni que les hicieran preguntas, mensaje que fue transmitido a los medios de comunicación, que respetaron el deseo de la familia.
Los periodistas sí pidieron, y se concedió, la posibilidad de fotografiar la salida del edificio de los restos de la infortunada mujer, una vez que el juez ordenó el levantamiento del cadáver, pasadas las 14.00 horas.
Tal fue la situación que incluso el propio alcalde de Baños de Ebro, Luis Troncoso, se dirigió airado a algunos periodistas para evitar que fotografiaran a los familiares, "por lo que pudiera pasar". Seguramente, el primer edil cayó en el nerviosismo.
Mientras, el resto del pueblo iba formando corrillos comentando lo que había ocurrido. Muchos en el interior de sus casas, para no ser oídos, cerrando incluso las puertas cuando se acercaba alguien extraño o guardando silencio.
De lo poco que se puede extraer es que parece bastante extraño que se trate de un caso de violencia de género, ya que el matrimonio era bien avenido como apuntaban las dos personas mencionadas o lo poco que se escuchaba en la calle desde el interior de la casa del suceso. Todo parece apuntar a un caso de enajenación mental ocurrido de forma sorpresiva y sin que nadie se lo imaginara.
La Ertzaintza, que tuvo que forzar la puerta del domicilio, trata ahora de esclarecer las causas exactas de un suceso que los pocos vecinos dispuestos a hablar calificaron de "imposible" dadas las circunstancias. La investigación está abierta, a la espera de que el agresor pueda explicar qué ocurrió en el número 35 de la calle Mayor de Baños de Ebro.
- La de ayer es la primera muerte por violencia de género en la CAV en 2008
- El colectivo Clara Campoamor se personará como acusación popular en el juicio. El precedente más cercano se vivió el pasado 7 de julio en Pamplona, con el asesinato de la irundarra Nagore Lafagge
- Noticias de Alava, 2008-07-16 # Carlos Mtz. Orduña · Vitoria
Por desgracia, la lacra de la violencia machista no sólo se ciñe a tragedias como la acaecida ayer en Baños de Ebro. Las noticias sobre agresiones físicas y psíquicas, palizas, vejaciones y humillaciones de toda índole salen a la palestra prácticamente a diario, aunque por suerte ni Álava ni la Comunidad Autónoma Vasca habían vivido en lo que va de 2008 un asesinato de estas características.
Con el de ayer, un total de 48 mujeres han sido asesinadas en el Estado desde el mes de enero como consecuencia de la violencia machista, aunque algunos de estos casos todavía siguen investigándose y la cifra podría variar.
El precedente geográficamente más cercano tuvo lugar en Pamplona en la madrugada del día de San Fermín, cuando la estudiante de enfermería Nagore Lafagge fue estrangulada por un MIR de la Clínica Universitaria que supuestamente había conocido esa noche.
El cuerpo de la joven irundarra fue hallado en la localidad de Orondritz, a 35 kilómetros de la capital navarra, con la vestimenta típica de las fiestas y el dedo índice amputado. Pamplona también vivió un caso similar el 18 de enero, cuando otra joven de 20 años fue degollada por su pareja sentimental en el domicilio que compartían.
Como ya ha sucedido en anteriores ocasiones, la asociación Clara Campoamor se personará como acusación popular en el juicio contra el todavía presunto asesino. El ex juntero de Ezker Batua José Miguel Fernández, abogado de la asociación, llevará el caso en primera persona.
La presidenta del colectivo, Blanca Estrella Ruiz, recibió ayer con consternación la noticia de la muerte de Estíbaliz a manos de su marido, que desgraciadamente ha abierto la lista negra vasca en lo que va de 2008. Un año "menos peliagudo" que los anteriores en lo referido a muertes violentas, pero que sigue marcado "a diario" por episodios dramáticos.
"Trataremos de hacer justicia ante esta barbarie criminal. Buscaremos si en la instrucción del caso hay denuncias anteriores o problemas en la pareja y tomaremos medidas, si han tenido lugar, contra todo el que haya mirado hacia otro lado", detalló la cabeza visible de Clara Campoamor.
Blanca Estrella Ruiz transmitió también su "solidaridad y cariño" a la familia de la asesinada, de la que dijo estar "a su lado", y llamó a la población a movilizarse para acabar con estas situaciones.
- La Policía interviene ya en diez episodios de malos tratos al mes en la capital alavesa
- El servicio de víctimas del ayuntamiento ha atendido a 323 mujeres en lo que va de año. El juzgado de violencia de género de la capital alavesa registra cada día, de media, una solicitud de alejamiento
- Noticias de Alava, 2008-08-16 # Jaione Sanz · Vitoria
Tras cada maltratada, hay una historia. Y tras cada historia, si ve la luz, un número. Por desgracia, la violencia machista se traduce, como otros terribles fenómenos, en estadística. Y, para construirla, los medios de comunicación echan mano de las fuentes que pueden, las mismas que están a disposición de las víctimas. En Vitoria, por ejemplo, la Policía Local, el servicio de atención del Ayuntamiento o el juzgado de violencia de género. Pese a que no parecen funcionar los esfuerzos de las administraciones por menguar esta sinrazón, al menos aumenta el número de mujeres que se enfrentan a sus agresores y, sin garantías de que la pesadilla vaya a acabar, dan el paso más complicado de sus vidas y hacen uso de estas herramientas de auxilio.
El balance de la Policía Local lo dice todo. En la primera mitad del año, los agentes han intervenido en 64 ocasiones por casos relacionados con la violencia machista; o sea, que el cuerpo municipal ha registrado diez episodios de maltratado al mes. Y lo peor no es el dato, de por sí escalofriante, sino lo que esconde. La mitad de las mujeres atendidas en esos meses por la Guardia Civil sabía de sobra cómo callar el miedo y cómo disimular los moratones. A ellas el maltrato no les había pillado por sorpresa, padecían vejaciones de manera continuada. Los que esta vez sí sufrieron un cambio en sus vidas fueron los 24 hombres que acabaron arrestados por los agentes tras dichas actuaciones. De ellos, cinco sólo se llevaron el susto de la detención. El resto, 19, fueron finalmente imputados.
La violencia machista no es un fenómeno nuevo, pero ahora aflora más que nunca. Unos atribuyen el fenómeno a la decisión creciente de las mujeres de denunciar su pesadilla. Y otros, a una sociedad cada vez más agresiva. Sea una cosa o la otra, o las dos, el caso es que, al igual que sucede con la Policía Local, el volumen de trabajo en el servicio de atención a las víctimas de maltrato físico y psicológico del Consistorio vitoriano no deja de aumentar. El año pasado, asistió a un total de 374 féminas, de las que 215 se habían acercado allí por primera vez. Y desde enero de 2008, ya ha atendido casi a tantas como en todo 2007; en concreto, a 323 mujeres, 126 nuevas.
Las administraciones municipales tratan de tejer una red con instancias superiores para que las mujeres puedan continuar con su osado periplo. Y eso explica que las cifras del juzgado de violencia de género de Vitoria revele cifras muy similares al de servicio de atención a las víctimas del Ayuntamiento. En 2007 registró 336 peticiones de alejamiento. Y desde el comienzo de año, la tendencia es muy similar, con una solicitud al día. Por suerte, cuando un caso llega a los tribunales, el proceso suele ir rápido. El tiempo medio que tarda en resolverse una denuncia por malos tratos es de cerca de un mes en el caso de las faltas, de dos semanas si se celebra un juicio rápido y de dos meses cuando el delito es grave.