- La Conferencia de Sida concluye con una llamada a combatir el estigma y el rechazo
- Líderes políticos, cantantes, científicos y activistas se han dado cita estos días. La prevención de las nuevas infecciones, uno de los objetivos reclamados en el congreso
- El Mundo, 2008-08-09 # Isabel F. Lantigua · México D.F.
Tras una semana con más movimiento social y político que novedades científicas se ha clausurado en México la XVII Conferencia Internacional de Sida, un congreso que ha hecho historia por ser la primera vez que se celebra en un país de América Latina, por incluir a una trabajadora sexual entre los ponentes principales, por debatir en una de las sesiones plenarias el tema del sexo entre hombres y porque, como reconoce a elmundo.es el copresidente del evento, el doctor Pedro Cahn, "se ha tratado como nunca antes el problema del estigma y la discriminación hacia las poblaciones vulnerables y salimos con el firme compromiso de cambiar la situación".
El rechazo, los abusos y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que sufren los seropositivos en muchas partes del mundo, como ha quedado patente a lo largo de estos días con los testimonios de los propios afectados, han removido las conciencias tanto de científicos como de líderes políticos e institucionales, pues desde el director de ONUSIDA, Peter Piot, o la directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, hasta el ex presidente de EEUU, Bill Clinton, el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, o el presidente de México, Felipe Calderón, han hecho un llamamiento a la voluntad de todos para poner fin a estos hechos.
Una petición a la que se han sumado de las más diversas formas las ONG y los activistas presentes en la conferencia, casi tan numerosos como los propios científicos. Cánticos, danzas, manifestaciones y originales folletos han servido para reclamar respeto hacia las personas con VIH.
Junto a este compromiso, también se han adoptado otros de carácter más científico. El primero es el de colocar la prevención de las nuevas infecciones por VIH como una de las prioridades de la Agenda Política. "Definitivamente se ha comprendido el mensaje de que no podemos estar trabajando por separado tratamiento y prevención. Por cada 2.000 pacientes al día que empiezan la terapia otros 7.000 individuos han contraído el VIH. Si duplicáramos el número de pacientes que toman los fármacos no llegaríamos a cubrir a todos los que los necesitan. Y si redujéramos en un 50% la cifra de nuevas infecciones tampoco lo conseguiríamos. Debemos buscar un maridaje entre ambas cosas", destaca el doctor Cahn.
Aunque sin duda, el acuerdo que más expectación ha generado entre los más de 25.000 asistentes a la Conferencia -un número sólo superado por la de Toronto en 2006- ha sido el de orientar el futuro de la investigación hacia la búsqueda de una cura para el sida. Lo anunció Anthony Fauci, director del Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EEUU, quien predijo que para dentro de dos décadas "quizás sea posible curar a algunos pacientes concretos" y lo corrobora el copresidente del Congreso: "la curación es a lo que apuntamos, con el pesimismo de la inteligencia pero con el optimismo de la voluntad".
Decepciones y sorpresas
Pero estas buenas intenciones no han logrado ocultar los fracasos que recientemente se han producido en el campo del VIH, como es el caso de los microbicidas y la vacuna, que han caído como un jarro de agua fría entre los investigadores y, como han reconocido algunos expertos, ha supuesto una cura de humildad. No obstante, asumidos los fallos, en México ha quedado claro que seguirán insistiendo en conseguir ambos productos.
Tampoco ha sido posible esconder los hechos que, una Conferencia más, han sacado los colores a los gobernantes: los niños siguen siendo la cara oculta de la epidemia, la transmisión del virus de madre a hijo continúa en África, aunque se sabe cómo evitarla, y, sobre todo, falta dinero y que los dirigentes cumplan con sus responsabilidades. Según indica a elmundo.es Andrew Horst, portavoz del Fondo Global de la Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, "harían falta 11.000 millones de dólares al año para lograr el objetivo del acceso universal a los medicamentos, una cantidad que sería asequible pero de la que no estamos tan siquiera cerca".
Y entre ciencia, debates reivindicaciones y preservativos, muchos preservativos, algunas caras famosas han querido apoyar la lucha contra el sida. Lo han hecho el mexicano Christian Chávez, un ídolo en su país porque forma parte del grupo preferido de las adolescentes 'RBD' o el socialista Pedro Zerolo, como embajador de ONUSIDA para América Latina. Pero quien se lleva el premio a la implicación es la cantante Annie Lennox, quien ha pedido al mundo de la cultura que se involucren con esta causa.
Si finalmente tanto compromiso y buenas palabras se lleva a la acción, como pedía el lema de la conferencia, se comprobará en 2010 en Viena, fecha y lugar de la próxima cita.