- Merkel exige lealtad a los alemanes de origen turco
- Erdogan condena en Colonia la "asimilación" de los inmigrantes
- El País, 2008-02-12 # Juan Gómez · Berlín
El debate sobre la integración de los inmigrantes en Alemania se ha intensificado tras la visita al país del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. En un discurso a "los turcos europeos", ante 16.000 personas reunidas el domingo en un estadio de Colonia, Erdogan se pronunció a favor de su integración, pero condenó como "crimen contra la humanidad" la "asimilación" pura y simple de los turcos dentro de las sociedades donde residen a costa de perder su identidad y su cultura.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó ayer sus dudas sobre el modelo de integración que defiende el gobernante turco y envió ayer un claro mensaje a los alemanes de ascendencia turca: "Los jóvenes que han crecido aquí, que en su mayoría tienen nacionalidad alemana, me tienen a mí como canciller federal. Su lealtad pertenece al Estado alemán".
Erdogan alentó a los turcos de Alemania a que aprendan alemán sin descuidar la lengua turca, y propuso la creación de centros de educación turcos en Alemania. Sus palabras en Colonia han levantado sarpullidos en Alemania, donde residen cerca de dos millones de turcos, y donde más de 500.000 ciudadanos tienen ascendencia turca. El primer ministro del Estado de Baviera, Günther Beckstein, acusó a Erdogan de impulsar la creación de "guetos" para los turcos en Alemania.
En las grandes ciudades, como Berlín o Colonia, la presencia turca se extiende por barrios enteros donde las mujeres se cubren la cabeza con el velo. Los turcos son además el blanco preferido de los chistes xenófobos en Alemania y de las campañas de la ultraderecha.
El incendio en el que murieron nueve inmigrantes turcos el pasado día 3 de febrero en una casa de Ludwigshafen, en el oeste de Alemania, ha abierto la caja de los truenos. Aunque la policía no ha logrado aún aclarar si el fuego fue intencionado, la prensa turca da por hecho que se trató de un ataque racista.
En Holanda, donde los 350.000 turcos forman la comunidad inmigrante más numerosa, el discurso de Erdogan ha causado mala impresión, informa Isabel Ferrer. "Es una mala noticia para los turcos de Holanda que se rechace su integración social", aseguró al viceprimer ministro holandés, Wouter Bos.
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