- El Gobierno Vasco rinde homenaje a los gays y lesbianas "que la dictadura vejó" en Nanclares
- La cárcel alavesa alberga desde ayer una escultura de Nestor Basterretxea. Políticos y miembros de colectivos acudieron al penal para recordar a los encarcelados por su condición sexual
- Noticias de Gipuzkoa, 2008-02-04 # Axier Burdain · Vitoria
"Cuando estuve en este mismo lugar en 1944 hacía mucho más frío que hoy. Nos pusieron a todos los presos en fila y ordenaron que los invertidos dieran un paso al frente. Yo lo di". Quien pronunciaba las palabras ayer en el penal alavés de Nanclares de la Oca era el periodista Fernando Olmeda, pero quien hablaba era Juan Soto, más conocido como Katy. Olmeda, en su libro El látigo y la Pluma, recogía el testimonio ofrecido por Soto para describir los años que pasó en prisión por el mero hecho de ser homosexual. En el entonces campo de concentración de Nanclares, quienes daban aquel trágico paso al frente quedaban exentos de trabajar en la cantera y se dedicaban a cocinar, limpiar y lavar la ropa, entre otras tareas, pero se significaban como homosexuales ante el resto, con todo lo que ello conllevaba, y obtenían como señal identificativa un gorro militar con dos barras cruzadas.
"Mi madre me prefería ladrón a maricón", reconocía Soto en sus memorias trasladadas al papel y reproducidas ayer en Nanclares gracias a una grabación doméstica. De hecho, cuando ella le fue a visitar a la cárcel, pidió prestado un gorro de preso común, con una sola barra. "Así -pensó entonces- le evito un disgusto, aunque ella sabía perfectamente que era gay".
La fría jornada de ayer sirvió de recuerdo y homenaje, no sólo a los gays, lesbianas y transexuales perseguidos durante la dictadura de Franco, sino a todos los colectivos reprimidos por el mero hecho de ser diferentes. Antonio Ruiz, en nombre de los represaliados por Franco; Hervé Hirigoyen, en nombre de los caídos durante el nazismo; el Ararteko, Iñigo Lamarca, y el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, se sucedieron en la tribuna de oradores para agradecer la labor social de organizaciones como la Comisión Antisida, T-4, Itxarobide, Txo Ihesa, Harri Beltza, EHGAM, Gehitu, Hegoak, Aldarte, el colectivo de lesbianas feministas o Lesbitoria Gaysteiz, que en el breve espacio de tres décadas han logrado, con su intenso trabajo, acercar a la sociedad vasca a la normalización.
Homenaje
La directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, que no asistió al acto, en una carta aseguró que el avance que nos regalamos a nosotros mismos es haber sabido aprender de nuestros errores para transmitir valores de igualdad a las generaciones futuras y no repetir un hecho similar jamás.
El broche de oro del homenaje fue la presentación de la escultura Memoria Viva , obra de Nestor Basterretxea, que desde ayer se eleva sobre el suelo del penal para que nadie olvide nunca la tragedia de la represión que se vivió entre sus muros. "La dictadura les vejó, les humilló y les torturó, pero no logró doblegar la dignidad de estas personas", manifestó Madrazo.
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