- Obligadas a elegir: trabajo o hijos
- Un 60% de las mujeres considera la maternidad un obstáculo para su carrera profesional. Un 16% abandona para siempre su empleo después de tener niños
- El País, 2008-03-03 # Carmen Morán · Madrid
El deseo de tener hijos de las mujeres que hoy están en edad reproductiva es el mismo que manifestaron sus madres décadas atrás. La diferencia es que entonces se tenían y hoy muchas mujeres se quedan sólo con el deseo. Tienen razones para ello. Y obstáculos. El 60% de las mujeres afirma que tener hijos es un obstáculo para la vida profesional. Las más conscientes de ello parecen ser las de 30 a 39 años: Entre el 65% y el 67% responde lo mismo.
El 16,2% de las madres que ahora cuentan entre 20 y 49 años ha abandonado definitivamente el trabajo por la maternidad. Y un 28% afirma que la crianza de los hijos ha limitado sus oportunidades de promoción laboral, un porcentaje que sube hasta casi un 32% en edades clave tanto para tener hijos como para ascender en la empresa, de los 30 a los 39 años.
El impacto del trabajo en la maternidad de estas mujeres, se explica en el capítulo firmado por Inés Alberdi y Catherine Hakim, de la Encuesta de Fecundidad 2006: "Ese impacto se da sobre todo entre las de 25 a 39 años que en los porcentajes más elevados reducen su actividad o la interrumpen por un tiempo. Eso va unido a una limitación de sus oportunidades de promoción".
Entre las razones-obstáculos para tener descendencia que mencionan están la carestía de la crianza, especialmente cuando los hijos van creciendo, el aporte extra de un trabajo poco compartido, la dureza del embarazo y el parto, las preocupaciones que ya nunca desaparecen. Pero las mujeres entre los 20 y los 34 años responden mayoritariamente que son la incertidumbre personal y la falta de confianza en el futuro los motivos por los que renuncian a tener críos. Pasados los 35, es la edad el argumento que más se esgrime para renunciar al embarazo. No es una buena noticia para los estrechos índices de maternidad españoles.
Lo cierto es que el 42,6% de las mujeres entre 20 y 44 años no ha tenido ningún hijo aún. Y de esas, un 19,4% afirma que no quiere tenerlos. Y punto. Antes eso suponía un estigma, criadas como estaban las niñas para ser madres, pero ya no lo es. Lo que sí es un problema es querer y no poder tenerlos. O no tantos como se quisieran.
"Todo va retrasado hoy, la emancipación, la maternidad. Pero preocupa que con 35 años ya digan que la edad les lleva a renunciar a la maternidad, cuando todavía están muy a tiempo para hacerlo. Parece que llegado un momento renuncian sin más a tenerlos. A partir de los 40, una de cada cuatro mujeres que no han sido madre afirman que no quieren tener hijos, pero esto se puede entender ya como una reafirmación de las decisiones tomadas previamente", explica la demógrafa del CSIC Margarita Delgado, coordinadora de la Encuesta de Fecundidad 2006 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En uno de los capítulos que la propia Delgado ha escrito se observa con claridad la evolución de ese retraso que menciona en la emancipación y la maternidad, a los que contribuyen, dice, el mayor número de años dedicados a los estudios y las dificultades económicas que tienen su origen en los puestos de trabajo precario a los que acceden las mujeres, cuando no están en paro.
"Las mujeres se emancipan cuando tienen pareja, eso era así también hace algunos lustros, aunque ahora lo hagan más tarde. Pero así como antes, en esas circunstancias los hijos no tardaban en llegar, ahora se lo piensan mucho más porque no sólo influye la estabilidad emocional, sino la económica".
A los 30 años, sólo la mitad de las mujeres han tenido su primer hijo, mientras que ya vive fuera de casa el 70% y el 90% ha conseguido su primer trabajo.
El retraso de la maternidad está muy condicionado al trabajo y, por tanto, al nivel educativo de las mujeres. La edad mediana a la que las mujeres que ahora tienen de 35 a 39 años y estudios superiores han tenido su primer hijo es de 33,5. Y si lo que tienen es estudios medios retrasan la maternidad hasta los 28 años. Y esa tendencia es imparable. Las hermanas menores esperan aún más para tener críos. Las que ahora tienen de 30 a 34 años con estudios medios tienen su primer hijo casi a los 31 años, dos años más tarde que las anteriores. Menos de la mitad de las que tienen estudios superiores en esta generación ha tenido hijos aún. Con esos datos no se puede ni calcular la mediana. ¿Será que les espanta la experiencia trabajo-niños de sus hermanas mayores?
Las mujeres que nacieron en los sesenta y pasaron por la universidad (cabe pensar que son las que después trabajaron fuera de casa) dieron ese gran salto en la maternidad. Esas tuvieron el primer hijo a los 30 años como media. Desde entonces esa edad no ha dejado de crecer. Cuando sólo se acreditan estudios elementales la edad elegida para ser madre se mantiene más estable a lo largo de las últimas décadas, de los 24 a los 26, si bien son muy pocas las que desde los sesenta sólo tiene estudios elementales.
Así pues, a más estudios, más trabajo, mayor retraso en la maternidad y menos hijos en total. Esa es la tendencia. Lo que no varía es el deseo de ser madres y de tener un número de hijos que cada vez se cumple menos. Las mujeres que tenían 30 años en 1960 querían tener una media de 2,4 hijos, similar a lo que ocurría en 1970 y a lo que ocurre ahora. Pero ahora se quedan en un escaso 1,05 mientras que antes tenían una media de 1,8.
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