2008/10/27

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  • Disforia genital o Skopzic syndrome
  • Diario Digital Transexual Carla Antonelli, 2008-10-27 # Kim Pérez

Entre las pocas personas disfóricas que existimos, hay un grupo todavía más pequeño que no somos propiamente disfóricas de género, sino disfóricas genitales, como yo nos llamo.


La esencia de la cuestión se puede entender bien: una persona disfórica de género no se ajusta al género que se le atribuye, es decir, a una construcción cultural relacionada con el sexo (roles, actitudes, socialización) ni a sus símbolos, especialmente la ropa. Por tanto, lo que quiere cambiar es sobre todo su género. Y eso es compatible con cierta indiferencia por los hechos propiamente sexuales, como los genitales.


Una persona disfórica genital, en cambio, siente sobre todo que no se ajusta con sus genitales, por la razón que sea, y por tanto lo que quiere cambiar más que nada, son sus genitales. Y eso es compatible con cierta indiferencia por los hechos de género, como los roles, las actitudes, la socialización, o sus símbolos como la ropa.


Los anglosajones, americanos e ingleses, que nos llevan algún decenio de ventaja en el conocimiento de los hechos disfóricos o trans, se han dado cuenta de que este segundo subgrupo existe, que es real, y lo han llamado "Skoptic syndrome" (se puede buscar en Wikipedia) Yo prefiero llamarlo, como he dicho, disforia genital, por las razones que voy a explicar.


Skoptic syndrome, o síndrome escóptico, que resulta un nombre bastante apabullante, son palabras que han sido elegidas muy discutiblemente. Síndrome lleva directamente a un problema médico. Skoptic, por su parte, viene de los Skopzy, una secta rusa cuyos integrantes se castraban voluntariamente, más que por deseo de castración, por ansias de salvación, para sobreponerse a los pecados de la carne.


Aceptando de momento el nombre de síndrome escóptico, se aplicaría con la mayor exactitud a varones que conservan su identidad masculina pero que ansían la castración.


Seguro que los hay y que por eso, para entenderlos, para poder hablar de ellos, lo primero es darles un nombre. Al fin y al cabo, la ciencia avanza formando nuevos conceptos y cada uno de ellos requiere un nombre.


Sólo que yo creo que es más conveniente formar el concepto y el nombre de disforia genital.


Analicemos por qué digo no al nombre anglosajón y por qué propongo este otro. Síndrome se define como "cortejo sintomático de patologías poco definidas", es decir, como una serie de síntomas con valor patológico y que requieren intervención médica. En este caso, el síntoma sería el deseo de castración, por parte de alguien que no la necesita y la intervención médica sería la del cirujano o la del psiquiatra, alternativamente. Escóptico, relacionado con los Skopzy, no correspondería a la realidad, según lo que he dicho antes.


Disforia, por su parte, es un sentimiento de disgusto. Sería patológico, si no estuviera justificado, y lógico, si lo estuviera, y no patológico. Por mi parte supongo que la disforia procede muchas veces de situaciones de hipo- o hiperandrogenia, que no pueden ser consideradas como patológicas, sino como variantes individuales dentro de la gama de la impregnación endocrina prenatal.


En los casos que estamos considerando, si la hipoandrogenia (cerebral) llevara a un desajuste, disgusto o inadaptación con las conductas de género androgénicas, tendríamos una disforia de género. Algo natural y normal.


Si la hipoandrogenia (cerebral) llevara a un desajuste, disgusto o inadaptación con la conducta genital, tendríamos una disforia genital. Algo también normal y natural.


La cuestión se plantea en las salidas médicas (hormonación, reasignación genital) de las disforias de género y genital. Hasta ahora se aplican porque son las únicas conocidas para superar el sentimiemto de desajuste, disgusto o inadaptación.


Pero cabe esperar que la evolución de nuestra cultura permita en un futuro ya inmediato otras salidas.


En particular, la concepción no binarista de la sexualidad, al admitir que existen varones, mujeres e intersexos, lo que es una realidad biológica, ayudará a que una persona que se siente desajustada, disgustada o inadaptada con uno de los dos géneros o sexos que hasta ahora concebimos, no se sienta obligada a considerarse dentro del otro género o sexo conceptuales, sino para que busque soluciones intermedias.


Es decir. Pienso que no hay sólo hombres y mujeres. Tampoco hay sólo intersexos (en eso me diferencio del movimiento "Ni hombres ni mujeres", como norma general) A mi entender, hay hombres, mujeres e intersexos. Más exactamente, hay hombres a los que les gusta ser hombres, mujeres a las que les gusta ser mujeres, e intersexos a quienes nos gustaría ser intersexos, si aprendiéramos a serlo.


Me parece que hay algunas trans, no muchas, que somos disfóricas genitales. Cuando hacemos una transición de género, nos encontramos con sorpresa que tampoco nos ajustamos del todo (aunque nos ajustemos mejor) .


Incluso podemos recuperar una parte de la identidad masculina. Que no cunda el pánico. La disforia subsiste, porque recuperamos la identidad de género, pero no la genital.


¿Será posible, en ese futuro que ya se ve ahí mismo, que la disforia genital, expresada en términos de intersexualidad reconocida, no requiera tampoco la salida quirúrgica? ¿Que se acepte, por ejemplo, un hecho tan simple como la pasividad sexual, una de las modalidades básicas de la experiencia homosexual, extendida también a las relaciones heterosexuales, un intersexo pasivo que se relaciona simplemente con quien le ame y le desee?

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