- El portavoz del PP pide neutralidad a la Reina pero se ve obligado a matizar
- El Gobierno sale en defensa de doña Sofía y califica su papel como "impecable"
- El País, 2008-11-01 # C.E. Cué • Madrid / M. González • San Salvador
"El Rey y la Reina son como la bandera, y a la bandera la vemos cumplir con su papel en los actos oficiales, pero no hacer declaraciones no neutrales", insistió Pons, que concluyó: "La Reina es una mujer católica, una mujer de 70 años católica. Y ha dicho lo que piensan muchas mujeres españolas de 70 años y católicas".
El revuelo que se armó fue de tal calibre que pocas horas después, ya en el púlpito de la sede central del PP, en una rueda de prensa, Pons trató de desligarse de sí mismo, criticó el "corta y pega" de "algunos medios digitales" y dijo que por la mañana estaba hablando como diputado, y después, ya como portavoz del partido, no tenía nada que decir sobre el asunto. "Un partido supera con mucho la responsabilidad de quienes lo integran", sentenció para justificar por qué no podía ni siquiera mantener pocas horas después las palabras que él mismo había pronunciado.
Sin embargo, sus declaraciones encendieron la polémica hasta el punto de que Gabriel Elorriaga, su antecesor como responsable de Comunicación y ahora alejado de Mariano Rajoy, aseguró a la agencia Efe que las declaraciones de Pons son "intolerables".
Mientras, el Gobierno mostró su apoyo cerrado a la Reina. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, habló de "labor impecable". El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó: "La monarquía es una institución extraordinariamente apreciada y valorada por los españoles, y de manera muy singular lo es la Reina. Lo es y lo seguirá siendo", sentenció.
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