2008/07/11

> Berria: Hiesa > CATALUNYA: EL GAIXAMPLE BARCELONES PIDE MAS CAMPAÑAS PARA COMBATIR EL AUMENTO DE LOS CONTAGIOS DE VIH

  • Ascenso del VIH entre los hombres homosexuales, Cuando el sida no asusta
  • El colectivo gay del Eixample barcelonés pide más campañas para combatir el aumento de los contagios de sida
  • Los jóvenes están desinformados y le han perdido el respeto al virus
  • EL Periódico de Catalunya, 2008-07-11 # Sara González · Barcelona

El miedo, la desinformación, la indiferencia y la inconciencia son los más fieles aliados del sida. Las grandes campañas preventivas y de lucha contra esta enfermedad viral que inundaron los oídos de todo el mundo desde los años 80 hasta mitades de la década de los 90 han ido menguando desde que la medicina ha conseguido frenarla hasta catalogarla como una patología crónica. Se ha bajado la guardia y la prueba flagrante es que, tal y como dio a conocer el miércoles el Departament de Salut, el número de seropositivos entre los hombres homosexuales asciende el 5,5% cada año. Los vecinos del gaixample de Barcelona alertan de que se le ha perdido el respeto al virus y de que los más jóvenes son, por desconocimiento, los que más se la juegan en sus relaciones.


"Faltan campañas y compromiso por parte de la Administración. Informar en las escuelas es básico para que los adolescentes sean conscientes de la necesidad de tomar precauciones", afirma Carlos Calderón. Los jóvenes, sin miedo a nada, son los menos conscientes de la gravedad de la enfermedad. "No piensan en ello hasta que no lo viven de cerca", dice el peluquero Anatolio Kiricenko.


Más pedagogía
La mayoría conoce la existencia del sida, pero el hecho de que haya pasado a ser una enfermedad crónica gracias a la medicación hace que disminuya la sensación de peligro. "No se lo toman en serio. Como saben que gracias a las pastillas no se mueren, no la consideran grave y tienen menos miedo que antes", asegura Wim Zwaneveld, recepcionista del Hotel Axel. Aún así, el colectivo gay reclama que las campañas no sean alarmistas y apocalípticas, sino pedagógicas y funcionales. "Hay que tener en cuenta que es una enfermedad que no solo afecta a nuestro colectivo, el riesgo es para todos", explica el peluquero Óscar Gutiérrez, quien añade que la desinformación se produce en todas las enfermedades venéreas.


El precio de los preservativos es otra de las principales críticas que hace el colectivo. "Son demasiado caros, la Administración debería favorecer la distribución de preservativos en los lugares gais", opina el camarero Vicente F., una afirmación que comparten sus compañeros. Una caja de seis unidades en una farmacia cuesta unos cuatro euros.


Al padecimiento de sufrir la enfermedad se suma siempre el miedo al qué dirán, ya que, a menudo, la moderna sociedad del siglo XXI no ha sabido superar la brecha de la marginalidad. Aunque viven su condición sexual con normalidad, aún son muchos los gais que se muestran reticentes a hablar del sida y prefieren mirar hacia otro lado. En muchas ocasiones, el rechazo y la intransigencia del entorno son actitudes que promueven que los posibles afectados cierren los ojos a la realidad. "Quien tenga el sida tiene que decirlo. Mucha gente no se hace los análisis por el miedo a saber que la padecen y eso es por culpa de la discriminación social", advierte Manuel López. La sociedad tiene aún una importante asignatura pendiente: la de tratar el sida como un problema y no como un estigma.

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