- Mujeres y hombres, diferentes ante la experiencia del dolor
- Ellas lo padecen más y con mayor severidad, pero reciben menos tratamientos
- La Nación, 2008-08-17 # Sebastián A. Ríos
Hombres y mujeres no somos iguales ante el dolor. El mito dice que ellas son más resistentes ante el sufrimiento físico, más "aguantadoras", capaces de soportar padeceres - como el dolor del trabajo de parto- cuya sola mención espantaría hasta al más valiente. Ese mismo mito es uno de tantos que hacen que las mujeres reciban menos asistencia médica ante el dolor.
"El dolor crónico afecta a una proporción mayor de mujeres que de hombres, pero desafortunadamente las mujeres también son menos propensas a recibir tratamiento en comparación con los varones, debido a barreras culturales, económicas y políticas", dijo el doctor Troels S. Jensen, presidente de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, que declaró a 2008 como el Año contra el Dolor en la Mujer.
"En general, las mujeres reciben menos tratamiento analgésico, debido en parte a que en la mujer el dolor suele ser atribuido a factores psicológicos, considerados menos (o directamente no) relevantes", dijo a LA NACION la doctora Anna Maria Aloisi, investigadora de la Sección de Neurociencias y Fisiología Aplicada de la Universidad de Siena, Italia.
Aloisi disertará en el Curso de Dolor en la Mujer, que se realizará en el 29° Congreso Mundial de Medicina Interna (ver Encuentro científico mundial ). La experta se referirá al incipiente cúmulo de evidencias científicas sobre los múltiples factores que diferencian a la mujer del hombre con respecto al dolor y a su tratamiento.
"Hay estudios que han mostrado que las mujeres tienen más dolor recurrente, dolor más severo y dolor por más tiempo", coincidieron los doctores Daniel Weissbrod y Eduardo Stonski, organizadores del citado curso.
Por otro lado, agregó la doctora Silvina Lupi, especialista en tratamiento del dolor del Hospital Italiano, "las mujeres consultan más, son más propensas a buscar asistencia médica en forma voluntaria y a explicar su dolor. Cuando una mujer llega a la consulta, seguro ya hizo dos o tres tratamientos previos por su cuenta; el hombre, en cambio, consulta más tarde, y por patologías más severas".
Andrógenos y estrógenos
De las muchas hipótesis planteadas para explicar por qué el dolor se manifiesta de diferente forma en hombres y en mujeres, algunas apuntan a las hormonas femeninas, los estrógenos, cuya fluctuación se asocia a cambios en la experiencia del dolor. "Muchos síndromes de dolor aparecen o desaparecen asociados a cambios hormonales. Después de la pubertad, por ejemplo, la aparición de muchos de estos síndromes se incrementa en las mujeres, pero no en los varones", comentó Aloisi.
"Hay estudios que sugieren que la analgesia inducida por el estrés, que es la forma natural en que el organismo reacciona ante el estrés, podría estar suprimida por los estrógenos -señalaron Weissbrod y Stronski-. Asimismo, cambios hormonales, como los del ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, intervienen en la modulación del dolor."
"Que las hormonas juegan un rol importante ha sido ya demostrado a través de distintos estudios en los que se observó que cambiar los niveles de hormonas en sangre en hombres y en mujeres cambia también la frecuencia de aparición de síndromes como los dolores de cabeza", dijo Aloisi.
"La doctora Aloisi realizó un estudio en personas transexuales de ambos sexos, que tomaban hormonas masculinas [andrógenos] o femeninas -comentó el doctor Luis Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina-. Y halló que las mujeres transexuales padecían más dolor crónico que los varones transexuales, pero al tomar andrógenos el dolor disminuyó a la mitad, mientras que en los varones su incidencia aumentó al tomar estrógenos."
Las hormonas constituyen sólo uno de los aspectos que diferencian a mujeres de hombres ante el dolor. "Hay que tener en cuenta que la mujer suele vivir más, y va acumulando problemas de salud que generan dolor, como la artrosis -apuntaron Weissbrod y Stronski-. Además, la composición del cuerpo (porcentaje de grasa, agua, músculo) también hace que las drogas actúen de forma diferente."
Estudios realizados en animales muestran que los machos son más sensibles que las hembras a los analgésicos opioides. "Se ha observado, por ejemplo, que un tipo de opioides (los kappa) parecerían tener un mayor efecto analgésico en las mujeres, mientras que en los varones las dosis bajas tendrían incluso un efecto antianalgésico -dijo Lupi-. Pero hay que tener en cuenta que recién se está empezando a estudiar estos temas."
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