- Qué obsceno
- Público, 2008-08-23 # Rafael Reig
- Hace un par de días envié un comentario a su periódico, que no salió publicado. La razón, probablemente, es que fue catalogado como homófobo, y esto es algo que conviene aclarar. Los homosexuales tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano y no deben ser discriminados en ninguna faceta social, pero ocurre que si van a playas heterosexuales nadie les dice nada ni les recrimina. Lo mismo en los barrios, restaurante u hoteles. El problema surge en sus playas, donde los heterosexuales y los niños no pueden entrar porque los actos obscenos son públicos, y lo mismo ocurre en sus barrios y locales. Vuelvo a afirmar que su presencia en los medios de comunicación y el haberse constituido como un ‘lobby’, impide al resto de los ciudadanos manifestar su opinión.
- Raúl Saavedra López · Madrid
No selecciono las cartas (salvo las que contesto), pero gracias por la aclaración. Para mí al menos ahora sí ha quedado claro: lo que dice usted es de un homófobo que tira de espaldas, además de una sandez y más falso que un duro de madera. Mi entonces novia y yo vivimos más de un año en la calle San Marcos de Madrid, barrio de Chueca, notorio por su abundancia de homosexuales. Le garantizo que yo entro en barrios y bares homosexuales con mucha frecuencia, y no pasa nada (que no pase también en barrios y bares heterosexuales).
¿Actos obscenos en público? ¿Defecan delante de todo el mundo o se sacan mocos de la nariz? Le aseguro que, en público, no hacen nada que no hagan también los heterosexuales. Incluso creo que son más comedidos. A usted lo que le ocurre es que, si ve a un tío y una tía besándose con la lengua hasta la campanilla, no le parece mal; pero si se trata de dos tíos, entonces le parece obsceno. ¿Por qué no van a poder hacer lo mismo en público los homosexuales? Si a usted le parece obsceno según quién lo haga, el problema es suyo.
¿Quién le impide expresar su opinión? Nadie, pero también los demás tenemos derecho a opinar que, si usted piensa que las efusiones públicas de uno (y no las de otros) son obscenas, entonces usted es homófobo, porque no les reconoce los mismos derechos. Si de verdad creyera lo que dice creer (que no se les puede discriminar), no añadiría la sandez que añade. A uno puede resultarle incómodo, chocante o incluso desagradable ver meterse mano a dos hombres, o a un hombre y una mujer muy ancianos, o a dos minusválidos en silla de ruedas, o a una vieja obesa y un atlético joven de dieciocho años. A uno le puede repeler o darle vergüenza. A mí me pasa en algún caso, y lo entiendo, claro, pero también estoy convencido de que, si uno cree lo que dice, debe rechazar ese sentimiento espontáneo, en lugar de justificarlo, como hace usted.
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