- La Ertzaintza investiga la violación de una joven en Donostia
- Tuvo lugar de madrugada en riberas de loiola
- Una hipótesis apunta a que fue abordada en el portal tras bajarse de un taxi y llevada en el ascensor al garaje
- Noticias de Gipuzkoa, 2008-10-26 # Ana Ursula Soto · Donostia
La Ertzaintza investiga la violación de una joven ocurrida ayer de madrugada en el barrio de Riberas de Loiola de Donostia. Según informaron fuentes policiales, la agresión sexual de la mujer, de unos 19 años, tuvo lugar en torno a las 6.00 horas en el avenida Barcelona de la capital guipuzcoana.
Durante todo el día, la Policía vasca mantuvo un cordón policial que rodeaba la esquina donde se sitúan el portal número 4 de la calle Humboldt y el número 16 de la avenida Barcelona. Algunos vecinos que regresaban a casa después de pasar la noche fuera se sorprendieron al encontrarse a los agentes buscando pruebas e impidiendo el acceso al garaje que ambos portales tienen en común. Es más, un joven, según relató a los periodistas, no pudo ni siquiera subir a su casa y tuvo que dormir en la de sus abuelos.
Según pudo saber este periódico, la agresión tuvo lugar después de que una vecina de unos 19 años entrara en el portal tras bajarse del taxi que le había trasladado hasta su domicilio.
Las investigaciones que la Policía Judicial llevó a cabo en la zona se centraron en la segunda planta del garaje, así como en los ascensores y en las escaleras de emergencia que tienen acceso independiente desde el exterior. Por la tarde, estas dependencias seguían cerradas y los vecinos sólo podían acceder a los garajes a través de la rampa de salida de los vehículos.
La presencia de cuatro coches policiales, además de otro de la Policía científica, y la presencia de dos parejas de ertzainas custodiando sendos portales, levantó cierta inquietud entre los vecinos.
Una mujer que regresaba de Zarautz mostró su malestar por la falta de información por parte de los agentes de la Policía autonómica. "Cómo voy a subir tranquila a casa, como me ha dicho el agente, si no sé lo que ocurre", afirmó.
Muchos no se ponían de acuerdo en torno a la hora en que comenzó el operativo policial; lo que sí mencionaban es que algunos agentes habían comentado que se trataba de una "agresión" o, incluso, de "una desgracia".
Sin embargo, la presencia prolongada desde la madrugada hasta la noche de los agentes en el lugar preocupó a los vecinos, que incluso en algún momento pensaron que podía tratarse de una amenaza de bomba, ya que entre los portales hay una sucursal bancaria. Según pudo saber este periódico, el operativo se prolongó por la cantidad de huellas y rastros que había en los espacios donde supuestamente tuvo lugar la agresión. A las 17.30 horas, por ejemplo, un agente de la Policía Judicial recogía un papel del suelo que había estado tirado todo el día mientras hacía una foto a una papelera. Asimismo, realizaron una fotografía ante la puerta de acceso a los garajes, donde había una gota de sangre.
Desde el Departamento vasco de Interior, no en vano, señalaron que no se iban a dar más detalles sobre el suceso hasta que no concluya la investigación.
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