2008/07/23

> Berria: Justizia > AMISTADES DE NAGORE LAFFAGE Y DE SU PRESUNTO HOMICIDA TESTIFICAN QUE NO SE CONOCIAN

  • Amigos de Nagore Laffage y de su presunto homicida testifican que no se conocían
  • Los testigos del asesinato de la joven de Irun comienzan a declarar en Pamplona. El encuentro entre la víctima y el médico psiquiatra en el barrio Iturrama fue casual, según los allegados de los implicados
  • Noticias de Gipuzkoa, 2008-07-23 # R. Gabilondo / J. Morales · Donostia

El Juzgado de Instrucción número uno de Pamplona acogió ayer el inicio del proceso judicial por el asesinato de la irundarra Nagore Laffage, de 20 años, el 7 de julio en Pamplona. Los primeros testigos relacionados con este homicidio comenzaron a prestar declaración ante la juez y aseguraron que Nagore y su presunto asesino, José Diego Yllanes, no se conocían antes de marcharse juntos al domicilio del pamplonés, de 27 años.


Las declaraciones comenzaron sobre las 10.30 horas y se prolongaron hasta las 15.00 horas. Según pudo saber este periódico, la juez solicitó unas testificaciones "muy detallistas y largas" para poder reconstruir los hechos que se sucedieron en la primera noche de las fiestas de San Fermín, desde que Nagore se encontró con su presunto homicida hasta que se les perdió la pista.


A lo largo de la mañana, fueron interrogadas tres amigas de la víctima -una de ellas un testigo protegido-, así como un compañero del detenido, que fueron las últimas personas que vieron con vida a Nagore. Según estas personas, la actitud que mostraron ambos implicados hace suponer que no se conocían previamente, a pesar de que los dos trabajaban en la Clínica Universitaria, él como médico residente de Psiquiatría y ella hacía prácticas en Oncología como alumna de segundo curso de Enfermería. Los declarantes aseguraron que ambos coincidieron casualmente en el barrio Iturrama de Pamplona.


Una compañera de Nagore -que declaró como testigo protegido por petición propia, dada la estrecha relación que mantenía con la fallecida-, coincidió con la víctima a las 7.45 horas del 7 de julio, antes de que ésta acompañara al acusado hasta uno de los pisos que su familia tiene en las proximidades de la zona hospitalaria. Allí, según la investigación llevada a cabo por la Policía Foral de Navarra, Nagore fue estrangulada.


Según Eduardo Ruiz de Erenchun, el abogado que ejerce la defensa de José Diego Yllanes, en las declaraciones de los testigos "hubo versiones contradictorias como, por ejemplo, relativas al estado anímico en el que se encontraba" el detenido.


En relación al transcurrir de los hechos, el amigo del arrestado afirmó que estuvo con el médico psiquiatra en las terrazas de la cuesta de Labrit de Pamplona, pero se marchó a su casa antes de que Yllanes y Nagore se encontraran en el barrio Iturrama. Su testimonio parece corroborar que el supuesto homicida había ingerido bebidas alcohólicas en abundancia, tal y como declaró Yllanes ante el Juzgado de Instrucción número dos de Aoiz, que se hizo cargo de la causa en un primer momento debido a que el cuerpo de la víctima apareció en el valle del Erro.


El abogado defensor del presunto homicida señaló que el arrestado, que permanece desde el 10 de julio en la prisión de Pamplona, "está hundido". Ruiz de Erenchun estuvo en prisión con el acusado para intentar reconstruir la primera noche de los sanfermines, aunque, según añadió, el detenido "es incapaz de rememorar ese día".


"Está muy afectado y hundido, todavía no hemos podido conseguir mucha colaboración por su parte", afirmó. La defensa no ha decidido aún qué estrategia seguir durante el juicio, ya que no ha recibido los resultados de la autopsia del cadáver.


Hoy, a las 13.00 horas, será interrogada la cuarta persona, que acompañaba el día de los hechos a Nagore Laffage.


  • Más de dos semanas de conmoción y tragedia
  • La joven irundarra, de 20 años, fue asesinada la primera noche de las fiestas de San Fermín

Su muerte conmocionó a la sociedad guipuzcoana y también a la navarra. Su asesinato empañó el comienzo de los sanfermines de Pamplona. Le arrebataron la vida, con tan sólo 20 años, en la madrugada del 7 de julio, cuando disfrutaba con sus amigas de la primera noche de estas fiestas, la única que no tenía que trabajar en la Clínica Universitaria, haciendo prácticas como enfermera de Oncología.


El cadáver de la irundarra Nagore Laffage Casasola apareció a las 18.00 horas del mismo día 7 en las cercanías de la localidad de Orondritz, en el valle de Erro, cubierto con una bolsa de plástico atada a una cinta aislante. Su presunto asesino, José Diego Yllanes, con quien coincidió en un bar en Pamplona y se marchó a su domicilio, se encargó de esconder las joyas de la chica, así como sus tarjetas de crédito y documentación. También le cortó un dedo índice para dificultar la identificación del cuerpo sin vida de la irundarra.


Nagore se encontró por casualidad con su homicida, según los testigos que declararon ayer, en un bar de la capital navarra, cuando ambos celebraban el comienzo de los sanfermines. Tras entablar una conversación con él, decidió acercarse hasta un piso que el detenido posee en las inmediaciones de la zona hospitalaria de Pamplona. Allí, ambos comenzaron a discutir ya que, según la investigación, la joven de Irun pensó que José Diego Yllanes quería forzarla a mantener relaciones sexuales. El presunto homicida estranguló a la joven cuando intentaba acallar sus gritos.


La muerte de esta chica dejó sumidos en la tristeza a todos los vecinos de la localidad de Irun, que mostraron su más profundo rechazo a este asesinato y acudieron a diversas concentraciones de repulsa en el municipio. Además, muchos fueron los que quisieron acompañar a la familia de la víctima en el funeral por su muerte y abarrotaron la Iglesia del Juncal para darle su más sincero apoyo.

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