- La Reina ya hizo declaraciones políticas conservadoras hace 13 años
- Así lo recuerda el periodista Ignacio Escolar, director del diario Público, en su blog. Como pruebas aporta frases como "La España que yo conocí, más que una dictadura, era una dictablanda" o "Franco era monárquico, un hombre sencillo, con ganas de agradar y muy tímido". Para Sofía, Franco "era un dictador, pero no un tirano".
- Xornal, 2008-11-02
"No se escandalicen -dice Ignacio Escolar-, que ya no toca. Las citas no salen del último libro de Pilar Urbano sino de la biografía que publicó la misma autora hace 13 años. Como nadie protestó, la Casa Real no habló, en aquella ocasión, de conversaciones privadas inexactas".
En su artículo, titulado "La reina sale del armario", Ignacio Escolar comenta que "el reino ideal de Sofía Margarita Viktoria Frideríki Glíxmpourgk no es esta España donde los homosexuales también tienen derecho al matrimonio, la religión es opcional en los colegios y a los niños les enseñan que el ser humano viene de la evolución, y no del paraíso". Y añade: "En el mundo de Sofía las leyes son naturales antes que leyes, aunque hay una que es sagrada: la Constitución. “No hay que ser republicano ni monárquico, sino cons-ti-tu-cio-na-lis-ta”, dice Pilar Urbano que dijo la reina “mientras con la yema del dedo medio marca cada una de las siete sílabas sobre el cerco metálico de la mesa”. Cons-ti-tu-cio-na-lis-ta. A la carta magna me encomiendo".
Escolar interpreta que si las opiniones sobre lo divino y lo humano las hubiese difundido el rey, habría incumplido el artículo 56 de la Constitución, "donde se le asigna un papel de arbitraje y moderación que le impide lo que ha hecho su señora: tomar postura sobre temas que dividen la opinión pública, cuestionar las leyes aprobadas por el Parlamento y que él mismo firma".
"No ha hablado el rey, sino su esposa, pero ella tampoco es una ciudadana más. También aparece en la Cons-ti-tu-ción, donde se fija su papel como regente, y forma parte de la Corona, esa ins-ti-tu-ción a la que el Código Penal protege con especial dedicación", escribe Escolar, para quien "la reina Sofía tiene derecho a tener una opinión, pero no a difundirla". Lo explica así: "No se trata de que su visión sea de izquierdas o de derechas. Sería igual de grave si, en lugar de criticar políticas progresistas, se hubiese mostrado como la soberana más revolucionaria de palacio. A la institución que ella representa se le conceden muchos privilegios a cambio de pocas cosas. La fundamental: que respete la neutralidad política. Si quiere opinar de asuntos sensibles, algunos de ellos pendientes de resolución del Tribunal Cons-ti-tu-cio-nal, que antes dimita".
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