- "La otra" Iglesia
- Noticias de Gipuzkoa, 2008-01-05 # Editorial
Era previsible que tras la movilización de apoyo al nacionalcatolicismo llevada a cabo el pasado domingo en Madrid se escuchasen algunas voces discrepantes, voces salidas de la misma fe católica aunque acalladas por los medios de comunicación de la Iglesia. Cristianos de base, teólogos de la liberación y hasta algún obispo han venido manifestando su rechazo a que la fe sea rebajada al nivel de una ideología, a que se utilice como azote de un Gobierno y para pedir encubiertamente el voto para un partido. Esas voces discrepantes insisten en que 'la Iglesia es plural' y que no todos los creyentes católicos estaban representados en aquella fiesta del integrismo. No es suficiente consuelo. El análisis desapasionado de la sociología católica en este país indica que a la inmensa mayoría del censo de bautizados ni le interesó la manifestación ni se sintieron interpelados por ella. En la Plaza de Colón estuvo el sector mayoritario de la Conferencia Episcopal Española arropado por unos cientos de miles de católicos retrógrados e intransigentes identificados con el PP. Los obispos que prefirieron ausentarse, pocos, a decir verdad -entre ellos los de las diócesis vascas a excepción del presidente de la CEE y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez- se limitaron a no estar allí. Pero a esos obispos ausentes tampoco se les ha escuchado crítica alguna sobre las barbaridades que allá se escucharon. Constituyen una especie de 'Iglesia del silencio', entendido el silencio como prudencia vaticana y moderación políticamente correcta. El silencio de esos obispos supuestamente discrepantes hace un flaco favor a las críticas, a veces intrépidas y casi siempre sensatas, de esa especie de 'Iglesia de las catacumbas' en la que se mueven los reducidos colectivos que podrían ser definidos con el apelativo clásico de 'comunidades cristianas de base'. De acuerdo con que la Iglesia sea plural, pero no lo es tanto la Jerarquía, la institución, que es donde reside el poder. Y esa Iglesia representada por Rouco , Cañizares y la Cope , esa Iglesia que manifestó su soberbia el pasado domingo, sofoca a cualquier otro modelo de vivir la fe católica y reduce al silencio toda discrepancia. Todo está bajo control, así que cuanto más hablen los convocantes del domingo menos se escuchará el Evangelio
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