> Iritzia: Ruth Pérez > UN VICIO EXCENTRICO

• Un vicio excéntrico
• Noticias de Gipuzkoa, 2008-08-18 # Ruth Pérez

Seguro que lo recuerdan. Un tipo de aires chulescos agredió a una adolescente en el metro de Barcelona. El foco mediático abrió plano para fijarse en un chico que presenció la escena, aparentemente sin inmutarse, concentradísimo en los temas de su ipod . Diluviaron los reproches, y los debates. En esta redacción discutimos sobre lo que cada uno hubiera hecho o, más bien, sobre lo que creíamos que hubiéramos hecho. Un compañero venía a decir: "Y si te metes, te da una paliza y te mata, ¿qué? Un héroe, sí, pero en ataúd". La realidad, a veces tan despiadada, le ha proporcionado un ejemplo impecable esta semana. Un profesor reprochó a un hombre que pegara a su pareja. Ya conocen el resultado: está en un hospital, en estado muy grave. Otra buena acción -afortunadamente sin castigo- ha merecido también espacio en los periódicos: el hombre que vendía kleenex y que devolvió, en plena crisis, 2.700 euros. Y se ha repetido el ejercicio de preguntarse cómo hubiéramos reaccionado; hay quien sostiene que se quedaría la cartera y analiza con cinismo la generosidad del vendedor del kleenex y hasta la del profesor, por meterse en asuntos ajenos. En nuestra sociedad enferma, el mal se admite como parte innata de la vida; se asume que existan los arrebatos de violencia y la tentación de quedarse con las propiedades de otros. La bondad, en cambio, se ha convertido en algo estrafalario, propio de chiflados o ingenuos, un vicio más excéntrico que, por ejemplo, idolatrar a hombres-peces, practicar el bondage o ver doma de caballos de madrugada.