- ¿Es la homosexualidad contranatura?
- "¿Por qué algunas personas prefieren tener relaciones sexuales con personas del mismo sexo -inclusive hasta enamorarse?". Sobre este y otros temas diserta Shere Hite en su columna de este domingo. Éste es el texto de su "Sexualidad y Actualidad", publicada este domingo en Últimas Noticias.
- Cadena Global, 2008-08-18 # Shere Hite / Traducción Charlie Cecilia García · Ultimas Noticias
Tradicionalmente lo que se conoce como "sexo" ha sido una actividad que, por definición, era heterosexual: "obviamente", como muchos han dicho, el sexo tenía que ser practicado entre dos personas del sexo opuesto para que la reproducción fuera posible.
Esta fue la premisa de nuestro orden social al decir que el apetito sexual era producido únicamente por una necesidad biológica de reproducción. No obstante, la mayoría de la gente, la Iglesia y la sociedad creían o sostenían que cualquier otra forma de actividad sexual no podía ser considerada como "natural". ¿Qué pasaría, por ejemplo, si tanto hombres como mujeres fuésemos concebidos con orgasmos y no por medio del coito? Hoy sabemos que el sexo no necesariamente está conectado con la reproducción. Muchos de nosotros prevenimos embarazos de una forma u otra. También vale preguntarse si el sexo existe solamente con el objetivo de reproducir.
Por ejemplo, ¿por qué no es necesario el orgasmo femenino para que se produzca la reproducción o concepción? En otras palabras, podemos decir que existen personas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo -y por supuesto, la reproducción no está dentro de sus planes. Mientras muchos de nosotros experimentamos la sensación de "hacer el amor" como un deseo para el coito heterosexual, otros tienen deseos diferentes. En fin, algunas veces algunas personas prefieren tener sexo con otras del mismo sexo porque entienden el cuerpo de esa persona y de esta manera pueden gozar mucho más. También porque su biología así se los indica.
La palabra "homosexual" tan sólo fue creada a finales del siglo XIX con el fin de separar este tipo de actividad de la "heterosexual". Fue aproximadamente en 1870 cuando dos "sexólogos" alemanes la inventaron con el objetivo de designar a las personas que les gustaba tener sexo con personas del mismo género.
"Lesbianismo" también es una reciente designación que históricamente hace referencia a la isla de Lesbos de la antigua Grecia, donde la poeta Sapho (supuestamente una lesbiana por el contenido de sus poemas) vivía en tiempos remotos. Luego, aproximadamente 2.050 años más tarde, Alfred Kinsey y sus coautores escribieron que los términos "homosexual" y "lesbianismo" sólo debían ser utilizados como adjetivos para describir actividades y no para designar personas. ¿Por qué? Debido a que todo el mundo tiene la capacidad de cambiar su orientación sexual a lo largo de su vida, a veces más de una vez.
Con base en este panorama histórico, cabría preguntarse: ¿Es este el momento para otro avance? ¿Podemos hacerlo? Es posible que tengamos que expandir nuestros pensamientos e incluir este tipo de sexo como parte de un nuevo espectro "natural".
Nuestra sociedad presume que el sexo es un comportamiento "natural" que consiste en "un precoito", seguido por "penetración", y desencadenando en el orgasmo o eyaculación (entendiéndose esto en un contexto reproductivo). Esta vieja hipótesis señala que el sexo "naturalmente" debe culminar con el acto como la máxima y natural expresión del deseo sexual.
Mientras que cualquiera de nosotros siente que algunas veces este comportamiento es totalmente natural, hay quienes tienen un deseo diferente.
Hace aproximadamente 2.000 años la heterosexualidad pasó a ser la forma más aceptable de sexualidad, a pesar de que muchos pensaban que el sexo "siempre había sido el mismo" o que "siempre había sido así". Pero el hecho es que no siempre ha tenido fines reproductivos. Anterior a eso, el erotismo era visto y expresado bastante diferente. Estereotipos con alusión a las "profesiones más antiguas del mundo" -mujeres como prostitutas- son utilizados actualmente para justificar la ideología sexual en la que a las mujeres "hay que cogérselas" y luego preñarlas. Existen unos cuantos que aplauden esta idea. La verdad es que muchas mujeres tienen el cerebro envenenado y "deben darle a sus parejas o acompañantes lo que les pidan".
En otras palabras, existen dos razones por las cuales se ha dicho que debemos considerar la sexualidad como "mala" si no es heterosexual: la primera, se supone que el sexo se realiza para reproducir (a pesar de que usualmente hacemos uso de métodos anticonceptivos), y la segunda, supuestamente que esta actividad es bastante natural, ya que las personas del mismo sexo saben cómo hacer que la otra persona tenga orgasmos con más placer, tal como Jerry Steinberg estupendamente dijo en su serie televisiva Seinfeld (ahora vendida en todas partes del mundo en CD), cuando hablaba con su mejor amiga Elaine y le dijo "ellos pierden muy pocos jugadores porque ellos entienden a los de su propio equipo mucho mejor".
Por ejemplo, muchas mujeres lesbianas reportan que tienen orgasmos sin problema en este contexto, aunque no hay un "patrón" (ni por supuesto) ninguna idea reproductiva; el coito, obviamente, no es el punto principal.
La penetración entre mujeres existe, pero no está empapada con la carga simbólica que resulta la penetración de una mujer por un hombre aunque contenga símbolos emocionales. Dato importante: dos mujeres juntas tienen más orgasmos que las mujeres que tienen relaciones heterosexuales.
En fin, el hecho es que mucho de nuestro erotismo "natural" (cualquier cosa que sintamos) ha estado dirigido por un orden social centrado en rituales reproductivos, los cuales estamos urgidos a repetir frecuentemente.
A pesar de que las actividades tradicionales heterosexuales pueden ser hermosas, ¿por qué deberían ser las únicas formas en que la gente se debe relacionar? Después de todo, millones de personas han vivido y se han reproducido en diversas sociedades. Recordemos la antigua Grecia, o las civilizaciones de Polinesia, África, o Suramérica, que existieron sin insistir que sólo la definición de sexo reproductiva ("insertar A en B") era correcta, buena o moralmente correcta. Hoy día, según nuestro punto de vista, existe una sola forma de expresar "correctamente" la sexualidad física. La única forma de tener sexo es de manera "correcta" o siguiendo "las costumbres". A finales del siglo XX, para algunas personas, tener sexo regularmente era algo obligatorio para estar "saludables".
Muchas teorías y creencias que justifican la "naturaleza" de los impulsos reproductivos heterosexuales han crecido o se han desarrollado durante los últimos 2.000 años porque existía una enorme presión por dirigir los sentimientos eróticos a un escenario reproductivo. Sin embargo podríamos preguntarnos: ¿es nuestra idea del sexo con fines reproductivo un hecho "natural"? Uno de los cambios más importantes a direccionar en este proceso de transformación es hablar contra la opresión de las mujeres en la institución tradicional del sexo, y mostrar cómo la identidad sexual de hombres y mujeres puede ser conceptualizada en nuevas y mejores formas.
Por último, varias concepciones de "sexo" pueden ser consideradas como buenas, tal como lo he mencionado anteriormente en esta columna y continuaré explicando en el futuro. Nuestra idea de lo sexual o erótico no debe enfocarse solamente en "el acto" reproductivo; pudiera expandirse como un bouquet de hermosas flores en muchas direcciones.
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