- Los canallas grabadores
- Noticias de Gipuzkoa, 2008-01-10 # Pablo Muñoz
No hay como conocer las hazañas de un imbécil energúmeno para que los imbéciles energúmenos proliferen como hongos. No voy a dudar de la utilidad del teléfono móvil, a estas alturas, pero estoy convencido de que esos aparatos de penúltima generación con cámara incorporada pueden convertirse en un atajo hacia la delincuencia. Desde la primera hazaña conocida -y en eso vaya si tenemos culpa los medios de comunicación- de unos adolescentes bestias grabando la paliza que le arreaban a un condiscípulo, han saltado a la fama hordas de canallas grabadores que se entretienen filmando sus propias bestialidades, quién sabe si como venganza a la prohibición de despeñar la cabra desde el campanario. Noticias de ayer, cinco mozos entre 18 y 22 años que se grabaron a sí mismos en Portugalete mientras sacudían sin piedad a un hombre con deficiencia psíquica, le rapaban la cabeza y las cejas dejándole molido a palos y tijerazos. Luego, claro, colgaron la hazaña en Internet. Ya veis, película de autor. Otra, en Medina del Campo (Valladolid), esta vez menores, entre 14 y 17 años y también móviles grabadores. Sacaron de su casa a pedradas a una mujer de 43 años y le arrearon una manta de palos sin venir a cuento. Todo ello grabado y bien grabado por el artista de turno. Tan sin venir a cuento que, cuando la gente les interpelaba, la respuesta fue: "Le pegamos porque nos da la gana, y tú te callas". O sea. Digo yo, si no habrá alguna forma de que se les escacharre el móvil o les dé un calambrazo a los que hagan mal uso del artilugio.
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