- América Latina sigue avanzando en reconocimientos a parejas gays
- Terra, 2008-08-21
América Latina sigue avanzando en el reconocimiento de los derechos de los homosexuales, como mostró esta semana el anuncio en Argentina de que las parejas del mismo sexo podrán acceder a una pensión por viudez.
La resolución -que beneficiará a todos las personas que puedan demostrar una convivencia de al menos cinco años, el mismo requisito que rige para las parejas heterosexuales- aspira a 'poner en un plano de igualdad de derechos a todos los convivientes', explicó el martes el director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Amado Boudou.
La medida fue celebrada por las organizaciones que agrupan a homosexuales, que no obstante llamaron el miércoles al Parlamento a aprobar una reforma de la Ley de Pensiones para actualizarla y garantizar por ley este beneficio.
Se suma además a otros pasos dados por Argentina para el reconocimiento de los derechos de los homosexuales.
En abril, la legislatura de Buenos Aires había instituido como 'Día de lucha contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género' el 17 de mayo, fecha en que la Organización Mundial de la Salud quitó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, en 1990.
Buenos Aires es considerada una ciudad 'amistosa' con los homosexuales y se afianzó en los últimos años como capital sudamericana del turismo gay.
En 2002, la aprobación de la ley de Unión Civil para parejas homosexuales colocó a la capital argentina a la vanguardia de las ciudades latinoamericanas, posición ratificada el año pasado con la realización del Mundial de Fútbol Gay o la inauguración del primer hotel gay de la región.
Además de Buenos Aires, las uniones civiles entre homosexuales están permitidas en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz (norte) y en la provincia de Río Negro (sur).
En el resto de la región, Ciudad de México y el Estado brasileño de Rio Grande do Sul permiten este tipo de uniones, a los que se sumó a fines de 2007 Uruguay, el primer país de América Latina en legalizar las uniones concubinarias de distinto o igual sexo.
La norma -vigente desde este año en todo el país- garantiza derechos y obligaciones para las parejas heterosexuales y homosexuales que convivan más de cinco años sin interrupciones, como la asistencia recíproca, creación de sociedad de bienes, derechos sucesorios, cobro de pensiones por fallecimiento y otras disposiciones vinculadas a la seguridad social.
Y la legislación uruguaya promete ir más allá, después de que este mes el Senado aprobara un proyecto de ley de reforma al Código de la Niñez y Adolescencia que abre la posibilidad a que parejas homosexuales y hogares monoparentales puedan adoptar menores.
La iniciativa -objeto de fuertes debates en el Parlamento- está a estudio de la Cámara de Diputados, donde el oficialismo, impulsor de la propuesta, tiene mayoría.
En otros países de la región el tema también ha ingresado al debate público.
En Colombia, la Corte Constitucional de Colombia estableció en abril que los homosexuales que sobrevivan a sus parejas podrán seguir cobrando la jubilación a la que éstos tenían derecho, igual que los heterosexuales.
Aunque en este país no existe el matrimonio entre parejas del mismo sexo, en el último año la Corte reconoció los derechos patrimoniales y de seguridad social para las parejas homosexuales.
En Costa Rica, el Congreso debate un proyecto para autorizar las uniones civiles entre homosexuales, con amplio apoyo entre los diputados y el aval del ministerio de Salud, pero con fuerte oposición de la Iglesia Católica en el país y llamados para que se convoque a un referendo sobre el tema.
En Brasil, en tanto, el Congreso debate una ley que tipifica como crimen la discriminación de los homosexuales.
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